Troye Sivan pone el cuerpo literalmente en su ‘Girlie show’ propio

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Troye Sivan pone el cuerpo literalmente en su ‘Girlie show’ propio

En el mismo escenario de Lana pero unas horas antes, el bolo de Omar Apollo fue un poco bluf. Él no estaba muy involucrado en acompañar los mensajes de sus temas con una actitud concreta, ni en interactuar con el público (y no digamos de decir algo en español fuera de sus canciones), así que los temas se fueron sucediendo uno detrás de otro más como una playlist que como un concierto. En honor a la verdad, al pobre tampoco le benefició salir justo después de la intensidad de Ethel Cain (de quien solo pudimos ver en condiciones el final por coincidencia con entrevista precisamente a Omar, pero suficiente para decirle guapayreina) y justo antes de un show que sería todo lo contrario. Porque, aunque Omar intentaba en algún que otro momento ser sexy, el pretty privilege no lo es todo, y más cuando detrás de ti va algo que grita “disfrutón” a cada momento: eso fue el concierto de Troye Sivan.

Cualquier otro artista de ayer está a cierta distancia de Lana, claro, pero el show que se marcó Troye Sivan fue otro de los grandes puntos del día. Siento mencionar otra vez a Madonna, pero no pude evitar acordarme ayer de ‘Erotica’ y el Girlie Show Tour: Troye siempre la ha tenido como una inspiración (dijo que después de escuchar ‘Like A Prayer’ se dio cuenta de que quería ser cantante, y, después de ver el videoclip de ‘Girl Gone Wild’, de que le gustaban los tíos) y, aunque no ha citado el disco de culto de ella como referencia para ‘Something To Give Each Other‘, es cierto que ambos tienen tanto un carácter sex-positive (“es un disco sobre mi cuerpo, sobre usarlo y disfrutarlo, y sobre disfrutar los cuerpos de otras personas”, dijo al presentarlo) como un componente importante de comunidad y libertad.

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Christian Bertrand

Ayer, Troye puso el cuerpo -literalmente- para que quien quisiera llamarle(nos) guarro por disfrutar se lo llamara, estando toda la temática del show enfocada a lo sexual desde el inicio con ‘Got Me Started’. Algunos ejemplos fueron la interpretación junto a Guitarricadelafuente (camiseta de “Maricona” con la tipografía de Metallica incluida) de ‘In My Room’ con ambos en la cama; la parte final en calzoncillos marcando paquete y con su nombre escrito en el culo; momentos cero sutiles como cuando un bailarín le ofrece el micrófono y él lo mira como en tu vida mirarías a un micrófono, o cuando otro bailarín simula que se la mete en ‘One Of The Girls’… o, por supuesto, la explosión final con ‘Rush’. Quizás sobraba el doblete de Ariana Grande, y es una pena el desdén no tanto a su debut sino a su mejor trabajo (de ‘In A Dream‘ solo rescató ‘Stud’), pero se entiende que el australiano buscaba en este bolo no tanto un repaso a su carrera sino un concepto.

Christian Bertrand

Otra gran sorpresa fue el concierto de Arca. Me decepcionó su paso por el Cala Mijas porque fue más un DJ set camuflado en el que cantó dos temas, pero ayer tuve, por un lado, compensación a lo grande (además de darlo todo con sus temazos más reggaetoneros, subiéndose incluso a la estructura metálica del escenario, rescató preciosidades como ‘Desafío’ o ‘Anoche’) y, por otro, respuesta a por qué ocurrió eso en Cala Mijas. La artista no paraba de decir lo contenta que estaba y la energía tan buena que sentía, y, de hecho, cuando por un momento parecía que iba a la mesa para pinchar, se lo pensó mejor: “cuando me pongo introvertida me meto ahí detrás, pero en verdad estoy bien, ¡quiero seguir cantando!”. ¿Parecía estar improvisando? Sí, pero, si era el caso, desde luego le funcionaba.

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La noche terminaría con otras dosis de electrónica oscura: las de Sega Bodega, que encandiló a los supervivientes que quedaban a las cuatro de la mañana. Una pena que no saliese Arca cuando sonó ‘Cicada’, pero igualmente fue un bolo para mantener despierto al personal, cerrando por todo lo alto con ‘Deer Teeth’.

Por último, dos de esos nombres más pequeñitos pero que a su vez hacen especiales al Primavera Sound, a la hora de descubrir artistas que no conocías tanto. Por un lado, Tirzah, de quien ya hemos hablado varias veces en la web, se metió en el bolsillo a quienes apostaron por ella frente a Rels B y se desplazaron a verla al Escenario Plenitude. Sonaron temazos de su último disco como ‘No Limits’ o ‘Nightmare’ antes de que nos cambiásemos al Cupra para ver lo que tenía que ofrecer Barry Can’t Swim. Y otro acierto: no sabemos si Joshua Mainnie sería consciente o no de que la mayoría de los que estaban ahí sentados en las gradas no lo estaban para verlo a él, sino para no tener que cortarse las piernas al día siguiente, pero el escocés desde luego supo recompensarles con distintos temazos, y mostrándose agradecido cuando interactuaba.

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