Este lunes el partido de España contra Albania de la Eurocopa 2024 llevó a ‘El Hormiguero’ a uno de sus datos de audiencia más pobres de todo el año (menos de 1 millón de espectadores), pero la coincidencia no hizo a Leticia Sabater desanimarse.
La que fuera presentadora de ‘A mediodía… alegría’ saltó al plató como un torbellino, se lanzó a los brazos de Pablo Motos, segura de que este «podría con ella», se subió a la mesa sin permiso ante el temor de la realización de que el mueble no aguantase, y habló mucho de su reconstrucción de himen. «Tengo la sospecha de que se me ha ido el programa de las manos», llegó a declarar el presentador.
En reivindicación de que «las cadenas no siempre la apoyan como sí el público», Leticia Sabater luchó por que sus 15 minutos de gloria dieran de sí todo lo posible. Reveló que hace 5 años que nadie la besa, también que conduce ella misma a sus galas, incluso de noche al terminar de actuar, por lo que aseguró ser «camionera de día, y cantante de noche».
Pablo Motos recordó algunos de sus éxitos, como la ‘Salchipapa‘, ‘Papa Noel, lléname el tanke’ o ‘Titi, cómeme el toto‘, y Sabater agradeció al «público gay» por apoyarla desde mucho antes de todo eso, en concreto desde ‘Mr Policeman’.
En una parte de la conversación bastante divertida para lo que suele ser ‘El Hormiguero’, Leticia Sabater habló de sus operaciones de lifting o abdominales, contando que ella es «más de cortar» que «de rellenar». Dio especial detalle sobre su operación de himen, a la que se sometió porque no podía soportar relaciones con hombres que tuvieran el pene grande.
«Por favor, que la tenga pequeña», solía rezar. «He dejado a varios por tenerla muy grande (…) un tío que te encanta te puede destrozar literalmente», afirmó, antes de advertir que tras la operación «ahora todos los artefactos viriles [le] caben muy bien». También recordó que el sexo no es tan fácil para las mujeres: «¿La primera vez esto por dónde se mete, por dónde sale, qué pasa dentro? Es muy complicado».
En otros puntos de la entrevista menos propios de un guión del destape, Sabater contó que su abuelo le dijo de pequeña que su físico «no tenía arreglo». «Nací bizca, con un parche en el ojo, rodillas torcidas, el himen pequeño… No me faltaba detalle». Eso le llevó a «sufrir mucho en el colegio», a «ser llamada de todo, hasta los 13 años». Sin embargo, cree que gracias a su actitud y su empeño, consiguió hacerse hueco en el mundo del espectáculo, sobre todo cuando la cogieron para un show con Luis Miguel. Eso a pesar de que su familia, que reveló relacionada con los Martínez-Bordiú y Franco, no la apoyó. «Siempre había querido ser Raffaella Carrá, para entretener y hacer feliz a la gente», dejó también como titular.
El programa completo puede verse en la web de Antena 3.