Valeria Castro publicaba el año pasado su gran puesta de largo ‘con cariño y con cuidado‘. El público así lo ha entendido y desde entonces no ha dejado de darse a conocer con su propia música, bandas sonoras y colaboraciones. Nada menos que Julieta Venegas, Alejandro Sanz, La Oreja de Van Gogh, Silvana Estrada, Vetusta Morla, Vicente García y Sílvia Pérez Cruz se han rendido a sus encantos.
Ahora toca emprender nueva etapa y su segundo disco se anuncia junto a una gira de 33 fechas repartidas entre Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, lo que incluye una parada el 9 de enero de 2026 (sic) en el WiZink Center de Madrid, que por cierto pasa a llamarse Movistar Arena.
El primer sencillo de su próximo disco se llama ‘la soledad’ y es nuestra Canción del Día tras habernos conquistado especialmente durante su presentación en vivo en una fiesta de Inverfest la semana pasada. Allí actuaron, entre otros, Delaporte, Depedro y Marlena. Castro solo interpretó un tema, en solitario, al teclado, pero precisamente por eso así llamó más nuestra atención.
La canción habla de algo incompleto («río sin cauce», «flor sin primavera»), a causa de una «soledad» que no quiere «soltarnos». El estribillo -una simple frase variable- se va abriendo a la ambigüedad de nuestros sentimientos a causa de eso («tengo claro que no tengo nada que perder así»), mientras el vídeo añade contexto.
En el videoclip de excelente factura dirigido por Joana Colomar, aparecen actrices como Bárbara Lennie, Olivia Molina, Macarena García o Irene Escolar. Todas hacen vida solas, bien sea comiendo lentejas en un restaurante o paseando por la ciudad. Al final, cuando los arreglos de viento buscan el clímax de la canción, vemos a Valeria Castro sonreír, emocionada, pero feliz, subida en una guagua.
Según la nota de prensa, su próximo disco ‘el cuerpo después de todo’ reflejará «una profunda evolución artística y personal abrazando la madurez, enfrentando miedos y emociones con una sensibilidad única que conecta con los sentimientos más íntimos de su público». Dice ella misma en nota de prensa: «Es un ejercicio de vulnerabilidad y fortaleza, un puzzle de emociones que nos recuerda que lo esencial, como diría Saint-Exupéry en «El Principito», sigue siendo invisible a los ojos”.