Judeline eleva su show tirando de lore y performance

-

- Publicidad -

Judeline eleva su show tirando de lore y performance

Contó Judeline anoche durante su concierto en la sala Razzmatazz que estaba muy contenta de tocar en Barcelona porque, la primera vez que programaron un concierto de ella en la ciudad, el show se tuvo que cancelar por la baja venta de entradas. Hoy, Judeline es una artista que se emociona cantando ‘zarcillos de plata‘ porque el público la corea como si fuera un clásico, tanto que la cantante de Cádiz ha de separarse del micrófono para llorar como una magdalena, y seguir cantando una vez se ha recompuesto.

Es el efecto que produce ‘zarcillos de plata‘, muy diferente al de ‘Zahara’ o ‘2+1’, que invitan al perreo ensoñador. Judeline se mueve entre ambas facetas en el concierto de ‘Bodhiria‘ (2024) y, sobre todo, presenta una fórmula de show que le beneficia y que es sobradamente mejor que los anteriores.

- Publicidad -

La misión de Judeline ha sido trasladar su urban-pop delicatessen al directo, pero dado que ella no es bailarina, ni posee un vozarrón que llene el espacio, ni su presencia escénica es arrolladora, a menudo ha dependido demasiado de su carisma y de una puesta en escena bonita pero funcional. Por eso, al show de ‘Bodhiria’ le favorece su concepto narrativo, desarrollado en torno al concepto de ‘Bodhiria’ y del «lore» de Judeline y su relación sentimental con el famoso canijo.

El canijo, de hecho, es el personaje secundario del show de ‘Bodhiria’ y aparece en el escenario desde el principio hasta el final, descamisado, bailando, caminando de un lado a otro del escenario o haciendo muecas, mientras Judeline interactúa con él o no, dependiendo de la canción. Pero su recuerdo está siempre presente en las letras y, por tanto, también, el bailarín lo está encima del escenario, entregando su cuerpo (y el enorme tatuaje de su espalda) a la música. El tatuaje en tinta roja -o rojo sangre- del Canijo refleja los que la propia Lara lleva marcados en la piel, redondeando el concepto del show.

- Publicidad -
Christian Bertrand

El movimiento sobre las tablas favorece el impacto de unas canciones que suenan maravillosamente soñadoras y tímidas. A este movimiento contribuye la original puesta en escena, en la que destaca la presencia encima del escenario de una estructura piramidal construida con armaduras metálicas o de acero a las que los bailarines y bailarinas de Judeline de vez en cuando se agarran como si fueran koalas. En medio de esta estructura cuelga una especie de columpio/péndulo al que Lara Fernández se sube para cantar varias canciones durante el espectáculo.

El repertorio de Judeline también es mejor y el público está encantado de responder a la Niña del Sur con su calor. Especialmente el coro «Me rompiste el corazón» de ‘Mangata’ se presta a la euforia colectiva, pero su producción house suena de absoluto lujo. La calidad de pistas como ‘angelA’ o ‘INRI‘ hace que el neo-soul de ‘De una manera’ suene desubicado de repente dentro del repertorio de directo de Judeline. Y este aún requiere la inclusión de esa curiosa versión de ‘La tortura’ que en voz de Lara y, bajo producción de DRUMMIE y varios, ya no es ninguna ídem. Shakira debería estar tomando notas, pero sabemos que está a otras cosas.

- Publicidad -

Un pero que ponerle al show de Judeline es su decisión de deconstruir ‘Canijo‘, que, pese a ser narrativamente una de las canciones clave del concierto, en directo asume una forma de UK garage muy diferente a la original y que prescinde de los «beat drops» que hacen de la original una producción tan excitante. Bien por renovar una producción conocida por todos, pero ¿tenía que ser una de las más divertidas rítmicamente?

Judeline se mete al público en el bolsillo hablando (lo que puede) catalán y poniendo en valor la juventud que asiste a los conciertos: le da la impresión de que la mayoría de fans en las primeras filas son de «su quinta» y seguramente fuera así, pero allá donde no le alcanzaba la vista también había fans que superan (superamos) los 30 años, o padres que acudían al concierto con sus hijas. ‘Bodhiria’ demuestra que, en España, la calidad ya es mainstream y transversal.

De hecho, Judeline es tan joven que, durante el show, recuerda que ella soñaba con visitar Barcelona cuando era adolescente porque admiraba a Bad Gyal. Tan joven es Judeline que Bad Gyal es ya referencia para ella y otras estrellas. Judeline, con su sonido cuidadísimo, preciosa voz y ahora, estupendo show de pop, ya da pasos para ser ella la referencia.

Christian Bertrand

Lo más visto

No te pierdas