joseluis: «Me encantaría ser el tío raro del mainstream»

-

- Publicidad -

joseluis: «Me encantaría ser el tío raro del mainstream»

Por ahora para siempre‘ ha sido hasta hace poco nuestro Disco de la Semana. Estos últimos días en que sobrevivimos como podemos de festival en festival hemos podido hablar con joseluis por teléfono sobre los detalles de su creación. Estamos ante un disco excelente en el que, curiosamente, ‘Navajas de Albacete’, el tema con el que le conocimos, ya no tiene cabida. Hablamos con joseluis, de 28 años, sobre el porqué de esta decisión, de qué manera Sony no ha intervenido en un disco que en parte el sello se ha encontrado ya mezclado, o sobre el humor en mitad de unas composiciones altamente sensibles y a veces incluso un poquito atormentadas.

joseluis actúa el 20 de junio en la Sala El Sol en Madrid junto a Casero como parte de Sound Isidro, y también en otros eventos como Vida Festival o Ebrovisión. No dejéis de seguirle en Instagram.

- Publicidad -

¿Qué tal estás? ¿Cómo estás viviendo el lanzamiento del disco?
Muy contento, no me esperaba una acogida como la que está teniendo. Yo estaba un poco embajonado porque después de haber terminado el disco, viene estar oyendo mezclas, hacer vídeos… el resto de mil cosas que van aparte de la música. Estaba un poco embajonado. Y hay gente que te escribe diciéndote que le parece increíble, tu misma review, que me parece súper generosa y muy acertada en muchas cosas… Yo empecé con «Navajas», fueron saliendo los singles ‘Guapo’, «Miedo» y ‘Fortuna’ y a priori eran un poco inconexos. Sentía como que el disco no tiraba, no tiraba. Para mí el disco no tiene singles evidentes, sino que funciona como un todo. Y ahora sí veo que mucha gente que antes estaba reticente, ha escuchado el disco entero y ha entrado completamente. Y me han dicho: «tío, no me esperaba esto». Cada uno tenía en su cabeza otra cosa.

¿Qué quieres decir con que sentías que «el disco no tiraba»?
He hecho un disco que es como un experimento con gaseosa, con Sony, y pensé que ahí se iba a quedar, porque tampoco iba a haber nadie que pudiera entrar en él. O sea, tampoco nadie: siempre hay gente para todo. Pero como que no se le iba a dedicar mucho interés. Porque encima salía el mismo día que pablopablo, que lleva haciendo música mil años, y lo mío es un debut. Y era como «a ver quién cojones escucha un disco ahora», «esto ha sido una malísima idea». Yo no me veo artista de singles o de playlists. Los artistas que yo escucho no son de playlists. Y también me revienta cuando alguien saca un disco y ya ha salido casi todo como single, y conoces todas las canciones hasta la pista 5. Yo quería que la experiencia de primera escucha fuera una sorpresa, con muchos registros.
¿Qué artistas que «no son de playlists» sueles escuchar?
Cosas de cuando no había playlists (risas): Bill Callahan, Wilco siempre han sido mi banda favorita, Pedro The Lion, Alex G, Elliott Smith…

- Publicidad -

Has dicho que una de tus inquietudes era que no te encajaran unas canciones con otras. ¿Te refieres a que unas son muy lo-fi y otras van con cuerdas?
Yo lo decía porque salía ‘Guapo’ y luego ‘Miedo de un país’, y podía parecer que no había una conexión o que dábamos palos de ciego. Pero yo siempre le he visto la coherencia. El disco es mío y la coherencia se la desarrollo como yo quiero, incluso la coherencia puede ser que no haya ninguna canción como otra. Me refería a la percepción desde fuera, porque no es un disco de banda de un estilo concreto. Si yo tuviera que hacer un segundo disco, no sabría para dónde apunta este.

¿Cómo ha surgido el tema de las cuerdas en ‘La gravedad’ y ‘Todo lo malo’? ¿Es cosa de Alberto Saorín o es cosa tuya?
Es cosa mía. Sobre todo en ‘La Gravedad’ me apetecía tener unas cuerdas porque es una canción muy solemne. Para mí, es muy natural si escuchas a Sixto Rodríguez: tiene canciones con una guitarra, con cuerdas, unas congas… O Neil Young. ‘Harvest’, que es uno de los discos que más he escuchado en mi vida, es un disco como súper acústico, súper tranqui y de repente en mitad del álbum hay una canción que es directamente una orquesta sinfónica. Hay gente que dice que las canciones tienes que defenderlas en directo, hacer cosas a tu alcance, pero para mí no es eso. El estudio me lo quería tomar de otra forma: quería darle a cada canción lo que pide y lo que necesita. Es una oportunidad para hacer otra cosa. Y luego, el directo ya es otra.

- Publicidad -

Te preguntaba porque en otra entrevista le has dado mucho protagonismo a Alberto Saorín. No sabía qué podía haber aportado.
A Alberto lo conocí hace mucho tiempo, cuando salió «Navajas». Es mi amigo, estoy con él todos los días. También hizo diseño gráfico pero se ha orientado más a «sound design». Es un músico increíble. Y yo, por esa parte, voy más justo. Yo hago las letras y la música, pero muy grosso modo. Siempre, al final, todo pasa por él. «Mira, he hecho esta canción nueva. ¿Qué te parece? A ver qué se le puede hacer». Y me suele dar siempre un «ok», «está guapísimo» o «mira este acorde aquí, que esta segunda vuelta puede tener otro acorde para que sea un poco más tal». Las pongo a prueba con él. Las tocamos junto con dos guitarras y vemos cómo funcionan. Él terminó ‘Navajas de Albacete’ desinteresadamente, porque le apetecía, y en este disco ya le he dado un protagonismo más grande porque pasamos tiempo juntos, escuchamos lo mismo… Y es un poco un joseluis en la sombra.

Pero no sois un dúo, ¿no? Como esto que decía La Bien Querida al principio de que era el dúo de Ana y David…
No, no es un dúo. Cada uno sabe su rol. Alberto hace mucha música y yo le digo «cualquier cosa que tengas, dime». En ‘Miedo de un país’, por ejemplo, es suyo el riff. Y la estrofa esta última de «Tengo el miedo de un país entero»: eso es una demo que él tenía. Y yo le puse más letra, le puse las estrofas, el puente…

¿’Navajas de Albacete’ por qué quedó fuera del disco?
Pues porque ya está bien ¿no?

Bueno, tampoco la conoce tanta gente, ¿no?
Si ya está ahí y se escucha más que ninguna, ¿para qué voy a meterla en el disco también? Ya tiene su lugar. Y no la veía tampoco en el disco. La verdad es que ni me lo planteé en ningún momento. Además, yo no sé hacer canciones como esa, me ha salido sin querer. Para mí, mis canciones son las del disco. Lo otro siempre ha sido una excepción. Es una canción que no iba a salir, que al final salió, pero bueno, por hacer algo.

«Yo no sé hacer canciones como ‘Navajas de Albacete’. Me salió sin querer»

¿A qué te refieres con que no sabes hacer canciones así?
Pues que esta canción, realmente, fue una cosa un poco accidental. Cuando conocí a Alberto, le enseñé un par de canciones que tenía. Una era ‘Caballo de carreras’, otra era ‘La gravedad’, y otra era ‘Navajas de Albacete’. Y entonces le dije «vamos a hacer algo, grabamos las canciones y ya veremos qué hacemos». La de ‘Caballo de carreras’ nos daba mucho respeto, porque era mi favorita, la otra también, y al final dije: «Oye, mira, pues esta que da más igual, que no sé qué hacer con ella, porque tiene poca letra, no sé para dónde tirar con esto». Se la llevó un día a su casa y me la enseñó terminada prácticamente, con la segunda subida. Es una canción que hice sin querer. Tampoco he intentado volver a hacer otra igual. Igual me pongo y me sale, pero no sé. Es un caso muy raro.

¿Te refieres a ruedas de acordes o a qué?
No, al tipo de canción, el estribillazo. Acordes, siempre uso los mismos.

Es muy llamativo que hayáis escogido esta portada habiendo trabajado los dos en diseño, ¿no?
Pues la portada la ha hecho un diseñador todavía más gordo…

A mí me encanta la portada, pero no deja de ser una cosa como de… ¿Tinder?
La verdad que el otro día, justo me metí en vuestra web y vi esta portada y la de Guitarrica que salía al lado… Y era como… (risas) Es del Studio Albert Romagosa, que ha hecho la de Maestro Espada, la de ‘Clamor’ de María Arnal, la de ‘Calambre’ de Nathy Peluso… La idea era una foto de portada que no parece una foto de portada: que parece una prueba de una foto. Que también ese espíritu está mucho en las canciones: esa espontaneidad y esa urgencia. Es verse un poco al desnudo literal, y el concepto «casa», que está mucho en el disco. Está mucho ese sonido de casa y de ambiente. Pero sí, a mí también me sorprende haberme quedado con ella. La única premisa que le di a Albert era que quería que fuera un retrato. Porque sentía que eso estaba bien para una persona, con un nombre propio, algo que nos puede acercar al mundo cantautor. Pero bueno. Sí que ha quedado un poco foto del Grindr (risas)

Sí, cuando has dicho lo de Guitarrica… De alguna manera, te posicionas un poco como sex symbol en las fotos promocionales. No son las fotos que se harían Eliott Smith o Wilco. Imagínate, Bill Callahan nunca tendría una portada así, ¿no?
(risas) Totalmente. Totalmente.

¿En qué momento decides dar ese paso y decir «Me voy a poner aquí posando guay»?
Macho, pues es que no lo sé. No sé a qué fotos te refieres, por ejemplo, ¿las fotos de la cama?

Claro, el tema de los pies desnudos, las axilas, los primeros planos…
Eso es porque lo ves tú así… pero me hace pensar.

Igual es cosa mía.
Lo entiendo… Siempre me gustaban los comentarios que hay en vuestra revista y sí había uno: «el disco mira que me ha gustado, pero la portada me está poniendo palote». Los comentarios en JENESAISPOP siempre son fuertes.

Juanjo Marbai

«La portada tenía que ser un retrato: ya que tengo una cara así como medio particular, que se vea un poco»

Ya, ya lo sé. ¿Qué me vas a contar?
A mí me gusta verlo. En el otro artículo que me hicieron… estuve mucho tiempo con mucha coña con eso. Es verdad que yo en la portada sabía que tenía que salir la cara, ya que tengo una cara así como medio particular, que se vea un poco. Es verdad que yo luego no soy nada así. Si te parece que soy sex symbol… en persona, no soy nada así. Quizá un poco más galán. Pero nada más.

La pregunta real aquí es si tú ves como un súper cantautor y ya está, o en un momento dado te verías como una estrella del pop.
Yo creo que es una línea muy fina. A mí me encantaría ser el tío raro del mainstream. Pero bueno, no se puede estar en misa y repicando. Mainstream y underground a la vez es complicado, pero cada vez está todo más difuso. Hace poco me preguntaron si prefería ser una persona súper respetada en lo tuyo, o que te vaya muy bien. Y no sabría qué elegir, la verdad.

Hablando de ‘Guapo’, hay un momento en que se te va la voz en la grabación y decidisteis dejarlo así, ¿por qué?
Es la grabación justo al terminar de componerla, fue en casa de Alberto. Yo tenía la canción hecha y tenía una duda con una parte. Pero me dijo: «Venga, vamos a grabarla, para que no se nos olvide, que yo creo que esta está muy guapa». La grabamos y se quedó ahí. En las demos que mandamos a Sony iba ‘Guapo’, que me pareció una inconsciencia, pero dije «Mira, si esto les entra, va a ser perfecto». Y luego ya, cuando nos pusimos a preproducir el disco, la de ‘Guapo’ yo tenía una idea de cómo iba a ser. Probamos a grabarla una vez, la probamos dos veces, la probamos tres veces… y se estaba quedando más descafeinada que la hostia. No caminaba ni para atrás. Y entonces me dijeron: «Oye, es que a lo mejor lo que tienes que hacer es poner la demo. De todo el mundo que la ha escuchado, nadie te ha dicho que esto va a estar muy guapo, sino que esto está ya muy guapo. A lo mejor la gracia es esa, equivocarse». Ya te digo, se me va la voz y me equivoco de acorde porque la canción está recién escrita. Estaba yo aprendiéndome mi propia canción. Hay una pregunta que me hacen mucho: «¿En la multinacional han cambiado algo de ti?». Y yo es como: «¿Has escuchado ‘Guapo’? Porque es un anti-single».

Después de haber tenido Los Planetas yo creo que saben corregir errores y respetar. ¿Qué esperas de estar en Sony? Maestro Espada, no sé si se han hecho mucho más grandes al pasar de La Castanya a Sony.
Pues yo lo que estaba haciendo hasta ahora. Conmigo han sido súper generosos, hemos conseguido un súper buen contrato en muchos niveles y han confiado en mí. Conocían la mitad de las canciones, la otra mitad la han conocido con las canciones ya mezcladas. Estar en una multinacional no te garantiza más popularidad. Evidentemente, te garantiza más medios, más recursos, más equipo humano, tener muchas cosas más accesibles, pero no la popularidad. Cuánta gente que no está en Sony le va mejor que a mí… Hay que relativizar un poco. Maestro Espada son superamigos míos. A lo mejor su proyecto es más de músicos que de artistas, por así decirlo. Hacen muchas cosas, son muy buenos músicos, han estado con Guitarrica trabajando en la gira, les he visto en la Sala del Wizink, que se llenó, en un teatro en Murcia que también fue «sold out»… No sé si se valora más la popularidad que la música como tal. Están en otras muchas cosas y también creo que están descansando un poco.

¿A Klaus y Kinski los conoces?
Sí, claro. Marina no me dio clase en la escuela, pero sí coincidíamos con ella allí.

¿Qué tal por Murcia? ¿Hay una escena?
La vida es estupenda. Lo de la escena… siempre me preguntan por eso. Y yo no puedo tener menos idea. Hay muchas escenas a la vez dentro de lo que se llama «escena murciana». Hay muchas cosas y es muy variado, que es lo más loco. Yo, personalmente, con la escena contacto más bien poco. No me considero parte de ninguna escena si entiendes como escena una cosa cohesionada. Más allá de Maestro Espada y tres más, no conozco a nadie.

Bueno, pero ¿te parece poco?
Ya, bueno, pero es que hay muchos tipos de gente: la gente más indie de otra generación. Grupos más de guitarreo. Los heavies.

Tampoco te hacía amigo de Viva Suecia. Pero es que es muy llamativo que haya tantísimos grupos.
En Murcia se hacen concursos de música todos los años, el CreaMurcia. Y toda la gente ha pasado por ahí. Second salió de ahí. Creo que Arde Bogotá participaron también. Yo lo gané, Alberto ganó uno también en su época, Pablo Serrano… Todo el mundo, por lo menos, ha tenido un escenario para subirse, le han dado un dinero para grabar cuatro maquetas gratis y se hacen cosas. Y yo creo que en parte es por eso: casi todos los grupos que yo conozco de aquí pasan por ahí.

¿O sea que las instituciones apoyan la cultura en Murcia?
Sí, mucho, mucho. Habrá gente que diga que no, habrá gente que se pondrá más underground y tal, pero yo considero que mucho.

«Ahora estoy intentando hacer estribillos, que no hay ni uno en el disco»

No te he preguntado por las letras del disco: hay imágenes muy bonitas, pero te quería preguntar si eres una persona atormentada que sufre mucho por amor, o te pones en un papel un poco «drama queen» al escribir. ¿Eres muy sensible?
Sí, sí, sí… Drama Queen no, pero sensible sí. La gente que me conoce ha cortocircuitado, porque aunque no te esté dando la impresión porque en esta entrevista estoy más serio, yo soy muy de la risa, de todo eso. Entonces, como que hay muchas veces un cortocircuitaje ahí. De… «¿Pero es el mismo tío que me está diciendo esto, que el que ha escrito esto?» A veces conecto más con esa parte. Y sí es verdad que me pongo a hacer el papel de derrotista absoluto o de romántico absoluto. Luego se me pasa, pero bueno. Siempre queda algo.

¿El disco te parece atormentado?
No.

¿Te parece divertido?
Me parece… de estar vivo. Es verdad que hay cosas atormentadas, pero la música va en otro tono y no hay nada como lúgubre ni nada así. Es todo bastante «vamos para arriba» en la mayoría de los casos. Ahí está un poco la gracia de ‘Accidente’, ‘Fortuna’… Tú mencionabas como favorita ‘La Gravedad’, ¿no? Esa la escribí en un parking del Carrefour, en el coche esperando para sacarme una foto para el carnet de la moto. Mira, le he quitado todo el glamour (risas) Siempre escribo de esa manera. Ahora me estoy poniendo a escribir bien. Voy a hacer las cosas guay. Siempre ha sido un poco cuando he podido, cuando me ha venido. No soy de sentarme a decir «Voy a ser gracioso». Ahora estoy escribiendo bien, creo, y estoy intentando hacer estribillos, que no hay ni uno en el disco.

Pero a lo mejor se pierde la gracia.
A ver, no voy a ser Viva Suecia. Pero hay cosas que me apetece apretar un poco más. Pero bueno, ya te digo que aunque yo quiera hacer una cosa, no va a ser lo que yo quiera, va a ser lo que yo pueda.

Al hablar de portadas has mencionado a María Arnal y Nathy Peluso, pero todos los demás artistas que hemos mencionado son hombres. ¿Hay alguna mujer que admires en el plano musical?
Hay mil, evidentemente: Adrianne Lenker, evidentemente. Lucinda Williams, también la escuché un montón, Angel Olsen, Sharon Van Etten…

¿Me cuentas algo de cómo serán los directos?
Somos tres, power trío. Guitarra, bajo y batería. Y bueno, somos Pablo, Alberto y yo, que somos como un grupo de tres impostores absolutos, porque Alberto no es batería, pero ha podido tocar la batería para esto. Yo soy un guitarrista justo y Pablo es la típica persona que toca de todo: el piano, la guitarra… donde lo pongas. Queremos ser cuatro para alguna ocasión especial, para poder hacerle más justicia al disco, a los arreglos y a toda la movida que tiene. Y nada, estoy viendo que estoy recibiendo a un público muy entregado. Quiero que los conciertos sean de cantar. A mí no hace falta que me escuchen tanto, quiero que sean de estar con la lágrima y el brazo así por encima del hombro con el amigo, y a cantar.

Lo más visto

No te pierdas