‘The Life of a Showgirl’ de Taylor Swift es el disco en el que Taylor Swift ha trabajado, más o menos en secreto, mientras ofrecía el tour más grande de su carrera. Comenzó cuando visitó Estocolmo de gira en mayo de 2024, charlando con Max Martin y después volvió regularmente a la capital sueca para continuar escribiendo y grabando. Shellback completa el trío de autores y productores del álbum, sin ningún añadido más.
El público había presupuesto un regreso al pop de ‘Red‘ y ‘1989‘, o a la oscuridad de ‘Reputation‘, pues esos fueron los discos en que Swift colaboró con estos hacedores de hits. Finalmente no ha sido el caso. Si aquí había alguna canción destinada a completar la abortada «Taylor Version» de ‘Reputation’, esa canción sería sin duda ‘Elizabeth Taylor’. La actriz -apellidada como se llama Swift- ya salía mencionada en ‘Ready for It?’ («And he can be my jailer, Burton to this Taylor») y esta es la grabación más oscura del conjunto. Taylor habla sobre la presión del éxito, de ser número 1, pero no tener todo, sobre «ser Nueva York cuando Hollywood te odia», sobre «estar «hot»… solo si lo está tu último hit».
Por lo demás, nos seguimos encontrando a la Taylor Swift tranquila, adulta, de medios tiempos, que hemos venido encontrando en su discografía desde ‘folklore‘. Este disco se parece a ‘Midnights‘ y algo a ‘Tortured Poets Department‘, salvo porque estamos hablando de su álbum más corto desde su debut hace 19 años. 12 canciones en 41 minutos. La cadencia del single ‘The Fate of Ophelia’ recuerda a Empire of the Sun. El piano, a The National. ‘Opalite’ recuerda a Fleetwood Mac y un tanto a la canción italiana, al final. Si me dicen que es Aaron Dessner, y no Max Martin, quien ha contribuido en estas canciones, o en la acústica ‘Eldest Daughter’, me lo creo. Y que alguien me libre de añorar la aburrida fórmula matemática de Max Martin en un álbum pop de 2025. Es solo que si me dicen que era todo bromi y que es Jack Antonoff quien está detrás de esto, me lo creo también.
‘Eldest Daughter’ es el corte 5, una posición que siempre ha sido muy especial para Taylor Swift. Sus arreglos acústicos emparentan con los Sundays, su estribillo sí podría pertenecer a ‘Reputation’ («I’m not a bad bitch»), pero es que la melodía es preciosa. Sin duda, será una de las favoritas de la legión swiftie.
Taylor, ¡pásate al grunge!
La primera frase de ‘Eldest Daughter’ es «Everybody’s So Punk In the Internet» que, al margen de ser otra referencia al «qué dirán», es una pista de lo que viene en la segunda mitad del disco. Quizá por haber sido compuesto durante la salvajada que representa estar inmersa en una gira tan salvaje, hay un par de canciones ligeramente grunge. Son ‘Actually Romantic’ -¿¿¿¿¿un poquito Pixies?????- y ‘CANCELLED!’ -cerca también de Arctic Monkeys, orquesta incluida-. Además, la primera osa comenzar supuestamente con una línea dedicada a Charli XCX tras el «beef» abierto en ‘brat’: «He oído que me llamaste «Barbie aburrida» cuando la cocaína te hizo valiente». Sumemos el aire a 4 Non Blondes que presenta la colaboración con Sabrina Carpenter ‘The Life of a Showgirl’. «No sabes lo que es la vida de una showgirl, ni querrías saberlo», dice el tema, que cierra el disco con ovaciones.
La referencia a George Michael, que es muy visible en ‘Father Figure’ (en la que Taylor presume de «pollón»), el aire a Jackson 5 de ‘Wood’, los oníricos teclados de ‘Wi$h Li$t’ y las agradables melodías de ‘Ruin the Friendship’ y ‘Honey’ completan ‘The Life of a Showgirl’. Un álbum que no es un giro sorprendente en la carrera de Taylor Swift, ni sabe descaradamente a Álbum del Año en los Grammy, pero que dista mucho de ser «una tortura» en el supuesto «departamento de poesía». Son las 7.41 de la mañana del 3 de octubre, y ya lo he oído más veces que el anterior.
Foro de Taylor Swift: primeras críticas.
