Tengo muchas ganas de hacer otro Venus. La versión endurance fue lo primero que hice de freeletics e hice un tiempo de super mierda. Seguro que ahora lo podría batir.
Endurance= version fácil, es para que te concentres en hacerla lo más rápido posible. Standar= pos eso. Strenght= son ejercicios más chungos y más repeticiones, es para los pro.
Pues basicamente para eso @caine, quiero un cuerpo musculoso que consuma muchas calorías para poder comer delante de gente más gorda que yo, y que me odien.
Fafi, yo ayer termine lo de la primera semana. Llevo dos de retraso. Ayer hice un aphrodite por primera vez. Creo que me lo tomé con mucha calma. Hoy empiezo la segunda semana con un Metis. Espero poco a poco ponerme al día.
yo he bajado un kilo en dos semanas, pero mi objetivo no es adelgazar. No obstante hoy he hecho lo de comparar las fotos semanales, y pareciera que he adelgazado mucho más
Vengo de hacer Metis. Aunque he mejorado el tiempo, me he notado bastante cansado por el aphrodite de ayer. Luego he hecho un wod de crossfit y ahí si que casi muero. Las últimas veces lo solía hacer en menos de 10 minutos y hoy en 14
Si estás enfermo no puedes entrenar, que podrías morir! Me escribió ayer Tim para decírmelo! Te corto y pego:
¡ATLETA!
Puede que ya hayas experimentado el efecto tú mismo: el ejercicio regular fortalece el sistema inmunitario por varias razones. Los atletas se ven mucho menos afectados por resfriados y otras enfermedades agudas que aquellos que no lo son. Aun así, hasta el atleta libre más resistente puede ponerse enfermo. Tanto de un constipado de verano, un resfriado o de un trastorno gastrointestinal que han cogido todos los que le rodean. Si te pones enfermo, es muy necesario que dejes de entrenar, aunque solo sea un resfriado leve y te sientas con bastantes fuerzas.
Alta intensidad y la «ventana abierta» Cuando se trata de deportes fáciles y moderados, seguir haciendo ejercicio estando constipado puede tener efectos positivos. Pero no es el caso de Freeletics. El entrenamiento de alta intensidad es un desafío físico y necesita trabajar con el sistema inmunitario para que puedas recuperarte. Esto significa que durante el entrenamiento el sistema inmunitario no está al 100 % para luchar contra los gérmenes. Y así estos pueden seguir extendiéndose sin problemas. Resultado: después de un workout te encuentras peor que antes. A este efecto también se le conoce como efecto de la «ventana abierta». Así que procura tener la «ventana cerrada» quedándote en la cama y descansando, o el resfriado se extenderá por todo el cuerpo sin problemas. Aunque el efecto «ventana abierta» no le hace daño de verdad a un atleta libre, puede poner en riesgo su vida cuando se trata de infecciones bacterianas o virales. Si hay demasiadas células del sistema inmunitario ocupadas en procesos de recuperación, los gérmenes pueden viajar a través del flujo sanguíneo sin toparse con ningún obstáculo y, en el peor de los casos, llegar al corazón. Al hacer ejercicio aumenta la actividad cardiovascular y esto acelera el proceso aún más, por lo que el problema podría derivar en una peligrosa inflamación del miocardio.
¿Cuánto tiempo tengo que descansar? Como regla general: si se trata de enfermedades poco graves como un resfriado leve o secreción nasal puedes volver a hacer ejercicio en cuanto hayan desaparecido todos los síntomas (no cuando ya te encuentres bien sino cuando ya no quede ningún resto de ellos).
Si se trata de enfermedades que producen fiebre o de infecciones que requieren el uso de antibióticos, el periodo de reposo va más allá de la fase aguda, pues el riesgo de una infección bacteriana o viral del músculo del corazón aumenta con ellas. Incluso aunque ya vuelvas a estar en forma y ya no notes los síntomas. En la mayoría de los casos la enfermedad dura más de lo que hacen ver los síntomas, sobre todo cuando se toman medicamentos que los alivian. El sistema inmunitario aún se encuentra débil y necesita tiempo para recuperarse por completo.
Esto se aplica en especial al uso de antibióticos, ya que no distinguen entre bacterias dañinas y beneficiosas y debilitan todavía más el cuerpo. Es recomendable esperar al menos el mismo tiempo que se ha estado tomando medicación. Es decir, si has estado tomando antibióticos durante seis días, tienes que esperar un mínimo de seis días más para volver a hacer ejercicio (incluso mejor si le añades otros dos días). Las defensas del cuerpo tiene que recuperarse de la infección, y también del efecto de los antibióticos.
Ocurre algo parecido con la fiebre: el aumento de la temperatura corporal es una medida extrema del sistema inmunitario. El volver a tener una temperatura normal no implica que la enfermedad se haya acabado, sino que lo peor ha pasado. La lucha contra los gérmenes continúa a toda velocidad así que, en general, deberías dejar de entrenar al menos otra semana después del último día de fiebre.
No obstante, recuerda que la regla principal es consultar primero a tu médico cuánto tiempo debes descansar. Él es el único que puede determinar el periodo apropiado para ti.
Lo bueno: ¡a largo plazo estarás más sano! Así como para un atleta enfermo el entrenamiento puede ser peligroso, para uno sano puede resultar muy propicio. La actividad física se ha considerado la mejor profilaxis contra las enfermedades durante mucho tiempo. Ya sean crónicas o agudas. El entrenamiento de alta intensidad estimula el sistema inmunitario, el crecimiento de las células, la circulación sanguínea y ayuda al cuerpo a lidiar con la hormona del estrés, el cortisol, que es un factor importante, pues el estrés es una de las causas más comunes de enfermedades.
Aquellos que no podéis esperar hasta que pase este tiempo, debéis saber que un cuerpo debilitado casi no reacciona a los estímulos del entrenamiento. Así que tómate en serio el reposo, aumenta la carga de trabajo y la intensidad después poco a poco y con moderación y, tras unos días de aclimatación, puedes volver a ir a todo gas de nuevo.
Utiliza el descanso para prepararte mentalmente para tu vuelta a entrenar. ¿Qué puedes hacer mejor? ¿Dónde están tus puntos fuertes y débiles? Infórmate sobre la estructura y las características de tu cuerpo en, por ejemplo, nuestro Centro de conocimiento, para entrenar con mayor eficacia.
Ah, es verdad... A veces olvido que no es exclusivo para mí... Me extrañaba y me ponía triste que no me preguntase por mi madre o que tal me había ido la semana...
Comentarios
A mi también me duele la espalda del cimbel
Las strength supongo que trabajan más la fuerza, cosa de la que carezco por completo
Standar= pos eso.
Strenght= son ejercicios más chungos y más repeticiones, es para los pro.
Sessión 1
Metis + Ares
Sessión 2
50 burpees + 100 squats
Sessión 3
5k run + 100 situps
Sessión 4
Aphrodite
3 rondas de:
25x2 Burpees
15 Flexiones
15 Dominadas
2x40 metros corriendo
He tardado 46 minutos, y se ha desarrollado así:
1ª RONDA
2ª RONDA
3ª RONDA
Ayer hice un aphrodite por primera vez. Creo que me lo tomé con mucha calma.
Hoy empiezo la segunda semana con un Metis. Espero poco a poco ponerme al día.
Cifras quiero.
Me lo expliquen.
muy pronto
Ahora he llegado de una boda y me voy al parque a hacer METIS + ARES. Ares tiene dominadas. Todo lo que implica dominadas es muerte en vida para mi.
Luego he hecho un wod de crossfit y ahí si que casi muero. Las últimas veces lo solía hacer en menos de 10 minutos y hoy en 14
Yo metis lo hago en menos de 7 minutos. Estoy muy happy about that
Hoy descansaré entre terribles dolores y ya mañana me hago los 50 burkas y 100 squats
¡ATLETA!
Puede que ya hayas experimentado el efecto tú mismo: el ejercicio regular fortalece el sistema inmunitario por varias razones. Los atletas se ven mucho menos afectados por resfriados y otras enfermedades agudas que aquellos que no lo son. Aun así, hasta el atleta libre más resistente puede ponerse enfermo. Tanto de un constipado de verano, un resfriado o de un trastorno gastrointestinal que han cogido todos los que le rodean. Si te pones enfermo, es muy necesario que dejes de entrenar, aunque solo sea un resfriado leve y te sientas con bastantes fuerzas.
Alta intensidad y la «ventana abierta»
Cuando se trata de deportes fáciles y moderados, seguir haciendo ejercicio estando constipado puede tener efectos positivos. Pero no es el caso de Freeletics. El entrenamiento de alta intensidad es un desafío físico y necesita trabajar con el sistema inmunitario para que puedas recuperarte. Esto significa que durante el entrenamiento el sistema inmunitario no está al 100 % para luchar contra los gérmenes. Y así estos pueden seguir extendiéndose sin problemas. Resultado: después de un workout te encuentras peor que antes. A este efecto también se le conoce como efecto de la «ventana abierta». Así que procura tener la «ventana cerrada» quedándote en la cama y descansando, o el resfriado se extenderá por todo el cuerpo sin problemas.
Aunque el efecto «ventana abierta» no le hace daño de verdad a un atleta libre, puede poner en riesgo su vida cuando se trata de infecciones bacterianas o virales. Si hay demasiadas células del sistema inmunitario ocupadas en procesos de recuperación, los gérmenes pueden viajar a través del flujo sanguíneo sin toparse con ningún obstáculo y, en el peor de los casos, llegar al corazón. Al hacer ejercicio aumenta la actividad cardiovascular y esto acelera el proceso aún más, por lo que el problema podría derivar en una peligrosa inflamación del miocardio.
Como regla general: si se trata de enfermedades poco graves como un resfriado leve o secreción nasal puedes volver a hacer ejercicio en cuanto hayan desaparecido todos los síntomas (no cuando ya te encuentres bien sino cuando ya no quede ningún resto de ellos).
Si se trata de enfermedades que producen fiebre o de infecciones que requieren el uso de antibióticos, el periodo de reposo va más allá de la fase aguda, pues el riesgo de una infección bacteriana o viral del músculo del corazón aumenta con ellas. Incluso aunque ya vuelvas a estar en forma y ya no notes los síntomas. En la mayoría de los casos la enfermedad dura más de lo que hacen ver los síntomas, sobre todo cuando se toman medicamentos que los alivian. El sistema inmunitario aún se encuentra débil y necesita tiempo para recuperarse por completo.
Esto se aplica en especial al uso de antibióticos, ya que no distinguen entre bacterias dañinas y beneficiosas y debilitan todavía más el cuerpo. Es recomendable esperar al menos el mismo tiempo que se ha estado tomando medicación. Es decir, si has estado tomando antibióticos durante seis días, tienes que esperar un mínimo de seis días más para volver a hacer ejercicio (incluso mejor si le añades otros dos días). Las defensas del cuerpo tiene que recuperarse de la infección, y también del efecto de los antibióticos.
Ocurre algo parecido con la fiebre: el aumento de la temperatura corporal es una medida extrema del sistema inmunitario. El volver a tener una temperatura normal no implica que la enfermedad se haya acabado, sino que lo peor ha pasado. La lucha contra los gérmenes continúa a toda velocidad así que, en general, deberías dejar de entrenar al menos otra semana después del último día de fiebre.
No obstante, recuerda que la regla principal es consultar primero a tu médico cuánto tiempo debes descansar. Él es el único que puede determinar el periodo apropiado para ti.
Lo bueno: ¡a largo plazo estarás más sano!
Así como para un atleta enfermo el entrenamiento puede ser peligroso, para uno sano puede resultar muy propicio. La actividad física se ha considerado la mejor profilaxis contra las enfermedades durante mucho tiempo. Ya sean crónicas o agudas. El entrenamiento de alta intensidad estimula el sistema inmunitario, el crecimiento de las células, la circulación sanguínea y ayuda al cuerpo a lidiar con la hormona del estrés, el cortisol, que es un factor importante, pues el estrés es una de las causas más comunes de enfermedades.
Aquellos que no podéis esperar hasta que pase este tiempo, debéis saber que un cuerpo debilitado casi no reacciona a los estímulos del entrenamiento. Así que tómate en serio el reposo, aumenta la carga de trabajo y la intensidad después poco a poco y con moderación y, tras unos días de aclimatación, puedes volver a ir a todo gas de nuevo.
Utiliza el descanso para prepararte mentalmente para tu vuelta a entrenar. ¿Qué puedes hacer mejor? ¿Dónde están tus puntos fuertes y débiles? Infórmate sobre la estructura y las características de tu cuerpo en, por ejemplo, nuestro Centro de conocimiento, para entrenar con mayor eficacia.