"Es muy difícil ser una cantante pop, al menos si tu objetivo es ser mainstream, porque te sientes juzgada con cada lanzamiento. Parece que cada canción que saco tiene que ser un single. Es difícil hacer cosas "solo por diversión" o probar cosas nuevas. Al mismo tiempo, no quiero que la gente se olvide de mí". Larsson sigue sin mover ficha tras haber publicado estas palabras el pasado verano.