Vive la fête: Si hay un grupo internacional que gusta a gran parte de los que hacemos este blog, ese es Vive la fête. Por eso no podíamos dejar de asistir al concierto que el sábado daba la banda belga formada por Els Pynoo y Danny Mommens (ex-bajista de dEUS) en el Círculo de Bellas Artes, dentro de la programación del festival FEMME06. Si bien se trató de un concierto casi idéntico al de Barcelona en el BAM 2005, el sonido atronador y apabullante de Vive la fête nos obligó a todos los asistentes a bailar y corear las canciones como locos, atropellándonos y empujándonos continuamente. La música sonó más que correcta, aunque la voz de Els era casi imperceptible ante lo vigoroso de las máquinas. Una pena, porque si hay algo que hace el 70% en Vive la fête, eso son las letras. A pesar de todo, el concierto fue correcto y nos gustó a todos, que terminamos con los pies destrozados de bailar y completamente afónicos después de emular los gritos de ‘Noir Désir’.

Pero lo mejor de Vive la fête es, sin lugar a dudas, su presencia en el escenario. Esos tíos vestidos de negro y con el pelo desfilado flanqueando a Els con esa faldita de plumas, ese corsé y ese top del que parece que se le van a salir las domingas según baila son impagables. Después están, claro, sus bailes arrítmicos y desbocados, amén de esa gracia tocando instrumentos que no aportan nada a la música en pleno concierto, como por ejemplo la pandereta. Como una Joan Baez del siglo XXI, apareció descalza sobre el escenario y fue capaz de pasarse todo el concierto bailando de puntillas. Inaudito. Tan sólo esta actuación valía el precio del festival al completo. 8. Farala.

Lou Rhodes: Como era científicamente imposible enterarse de los horarios de los conciertos del FEMME, que ni el festival envió a la prensa ni colgó en la web, nos perdimos la actuación de Hanne Hukkelberg, que fue a las nueve de la noche. Cuando llegamos estaba a punto de empezar el concierto de Lou Rhodes, cantante de los extintos Lamb. Nunca hemos sido muy fans de Lamb, pura resaca trip-pop, pero siempre nos han caído muy bien y les tenemos mucho cariño, así que nos presentamos en el concierto con muchas ganas de que nos gustase. Como así fue.

Lou ha hecho un disco de folk. Apareció descalza en el escenario, se sentó en una silla, cogió su guitarra y a cantar, arropada por una banda que no era de 8 músicos como se anunció, pero casi. Poco a poco fue desgranando los temas de su disco, que parece estar muy, muy bien. Yo pensé: «Me lo voy a bajar», al cabo de un rato Iko me dijo: «Me lo voy a bajar» y al cabo de 5 minutos oímos a un chico atrás diciendo: «Me lo voy a bajar». Entonces decidimos que aquello era indignante y que lo que tenemos que hacer es comprarnos el disco de esta chica tan encantadora, guapa y con tanto talento, que ha debido de vender como 2 ó 3 copias en España. Todo esto si es que lo encontramos, claro. Del disco de marras me quedé con ‘Beloved One’, ‘Each moment new’, ‘Tremble’ o la dedicada a Julio Ruiz, ‘Save me’. Justo cuando comentábamos que qué lástima que no fuera a tocar ‘Gabriel’, comenzó a sonar y fue un momento de lo más emocionante. Ella no paraba de quejarse de que la gente no se callara y guardara silencio… lo que nos indignaba mucho. Ahora, también vaya tela la organización invitar a una tía con una guitarra acústica a tocar en un festival de electrónica. 8. Supervago.

Sex in Dallas vs Ada: El concierto de Sex in Dallas coincidía con la sesión de Ada, así que mitad y mitad de cada uno. Lo de Ada no lo aguanté mucho, la típica sesión de house, technohouse que no me dice nada, con tan sólo alguna concesión melódica. Lo de los franceses algo mejor. La cantante Adrienne es en el escenario una especie de Estefania de Monaco, algo pavisosa, pero con algún arranque esquizofrénico prometedor. Los chicos muy atractivos en segundo plano, con sus mac y sus Vaios. Canciones pocas, pero bastante agradables para bailar, en absoluto molestos. Supervago.