Lupe Fiasco es musulmán, no bebe, no va a discotecas y no fuma. Como a su amigo Kanye West (con él colaboró en el single ‘Touch the sky’ de su disco ‘Late Registration), se le considera uno de los hip-hoperos más progresistas. Le encanta la cultura japonesa, el arte y además es diseñador de Reeboks. ‘Lupe Fiasco’s Flood and liquour’ es su primer disco y aunque él lo reconoce influido enormemente por «una de las mayores obras maestras de hip-hop, ‘It was written’ de Nas (1996)», ya hay quien ve el álbum como el sustituto perfecto de West hasta que éste presente su tercer disco.
Puede que en cuanto a recursos y referencias, ‘Food and liquor’ sea más pobre que cualquiera de las dos entregas de su amigo. Sin embargo, en su defensa podríamos argumentar que las colaboraciones con The Neptunes (‘I gotcha’) o el mismo Kanye (‘The Cool’) no están entre lo mejor de su repertorio; o que, milagrosamente el tema producido por Mike Shinoda de, glups, Linkin Park (‘The instrumental’), no está tan mal. Y esto demuestra que hay algo definitivamente cautivador en Lupe. Serán las exquisitas cuerdas soul de ‘Real’, ‘Just might be OK’ o el 80% de los temas, el deje Portishead (¿o deberíamos decir Gnarls Barkley?) de ‘Daydreamin’, los 12 minutos de ‘Outro’ que no se hacen interminables, o poder escuchar las 16 pistas sin pasar ninguna. Que ya es mucho. 8.