Los artistas nunca deberían decir que no saben cómo van a sacar su disco porque suena a que ninguna compañía ha mostrado interés por él. Sobre todo cuando la banda ya tiene un nombre. La industria ha tenido meteduras de pata garrafales absolutamente históricas, pero en la mayoría de los casos es el equivalente de que el álbum que les ha salido no es muy bueno. Fischerspooner, que aún no desentonan cuando suenan en algún club con ‘Emerge’ o alguno de los singles de ‘Odyssey’, han publicado un tercer álbum que no es un espanto, pero que tampoco destaca por nada. Poca cosa hay que decir de él.

Sorprende escuchar a Casey Spooner decir que pretendía sacar un single de muchas de las pistas contenidas en ‘Entertainment’ porque la mayoría pasan sin pena ni gloria, especialmente en la segunda mitad del disco. ‘The Best Revenge’, que durante dos años no ha llamado especialmente la atención de nadie, hasta destaca junto al resto de las canciones de este nuevo álbum, donde incluso del mp3 que regalan como single, ‘Supply & Demand’, no se recuerda nada de nada después de varias escuchas. En una frase, aunque la producción es tan cuidada como siempre y los arreglos de ‘To The Moon’ recuerdan tanto a la música cósmica como a Primal Scream, esta vez se han olvidado de las canciones. Sólo el final con cuerdas de ‘Money Can’t Dance’ o lo machacón de ‘We Are Electric’ consiguen algo de notoriedad.

Calificación: 5/10
Temas destacados: ‘The Best Revenge’, ‘Money Can’t Dance’, ‘We Are Electric’
Te gustará si te gusta: todavía el electropop
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