La jornada del domingo estuvo marcada por los cambios en todos los horarios de los dos escenarios grandes, no sólo para reubicar a Los Planetas en el Escenario Fiberfib, sino también en el Verde. El mánager de los Killers, que estuvieron a punto de cancelar su concierto del domingo por las rachas de viento del viernes, tuvo que ser personalmente convencido por la organización de que las condiciones en que iban a tocar eran seguras.
Dent May and His Magnificent Ukulele: Aunque ahora toquen menos grupos en el FIB es una gozada que los shows comiencen a las 18.30 en lugar de a las 16.30. En el concierto de Dent May hacía calor, pero no al menos tanto calor como en las Pipettes hace unos años. Dent May, asistido por un batería que también tocaba panderetas, teclados y maracas, otros dos muchachos a la guitarra y al bajo y a los coros, y por supuesto su ukelele, repasó algunas canciones de su excelente disco de debut, como ‘Meet Me In The Garden’, ‘College Town Boy’, ‘Oh Paris!’ o ‘You Can’t Force A Dance Party’, llamando la atención de varios asistentes que desconocían su trabajo. Como anécdota, es mucho más joven de lo que parece en las fotos.
Klaus & Kinski: El grupo repitió su show habitual, especialmente el de los últimos meses, que comienza con la versión de ‘Shell For The Mourning’, incluye ‘Te vas a enterar’ y se cierra con ‘Lo que no cura mata’ después de ‘Mengèle y el amor’ y ‘Flashback al revés’. Esta vez la voz de Marina sí sonó efectivamente alta (lo cual no siempre la beneficia, todo hay que decirlo), y ella contó chistes sobre la cancelación el viernes del festival, cómo el cantante de un grupo no la dejó volver al pueblo en su furgoneta o cómo Guille Mostaza boicoteó su chiste sobre qué se ve desde la torre de Toronto. «No está mal ser mártir en el FIB. Morir en el FIB no estaría tan mal», se atrevió a decir también, mientras la gente escuchaba sin podérselo creer. Qué ovarios tiene.
Calexico: Debido al cambio de horario por sorpresa de todos los grupos, sólo pudimos ver del orden de tres canciones de este show, en el que sonó la versión de ‘Alone Again Or’ de Love, habitual de su repertorio pero infalible.
A su término, pudimos ver el final del concierto de Catpeople en el Escenario Verde, donde el cantante se mostró muy emocionado y agradecido por la oportunidad de tocar en el festival.
TV On The Radio: Aunque la misma web de Heineken habla de TV On The Radio como de una de las decepciones de la noche, no puedo decir que su show me aburriera en absoluto. Su mezcla de modernidad con sonidos soul brilló gracias al juego de voces negras, saxo y percusiones. Es verdad que el público casi no reaccionó ante el hit ‘Dancing Choose’, pero canciones como ‘Love Dog’ o ‘Shout Me Out’ sonaron perfectas, por no hablar del gran cierre con ‘Staring At The Sun’ o lo bien recibida que fue ‘Wolf Like Me’. Como siempre, es una gozada ver conciertos que se salgan del indie de siempre en el FIB.
White Lies: Los cambios en los horarios del domingo -adelantos, básicamente- nos hicieron llegar tarde a los White Lies, algo que hizo a este concierto parecer más corto de lo que ya era, dado que la banda de Londres no tiene más que un trabajo en el mercado. Breve pero tan intensa como ellos mismos, su primera actuación en España fue de las más celebradas de la noche. Con todos los miembros rigurosamente vestidos de negro, tocaron todos sus hits provocando los mayores aspavientos con ‘Death’. En los planos cortos el cantante, Harry McVeigh, recordaba escandalosamente a Ian Curtis; ¿será su hijo secreto? Dirán que White Lies son un hype en toda regla, pero sonaron muy bien, dedicaron cuatro palabras al público y nos cuentan desde el backstage que Harry es un tipo de lo más simpático a pesar de su actitud torturada cuando canta. Patata.
Giant Sand vs Friendly Fires vs The Psychedelic Furs: La realidad de reseñar un festival es que rara vez ves un show completo, aunque en las crónicas de los medios de comunicación sea muy fácil disimularlo. Ante nuestra falta de decisión para escoger entre estos 3 actos, optamos por unos 20 minutos de cada uno.
Los grandes triunfadores de esta coincidencia fueron Friendly Fires. Su disco, sin alcanzar posiciones muy altas en Reino Unido, se ha mantenido en posiciones discretas de las listas durante muchos meses. Esto es, es un gran sleeper. En el que haya sido probablemente el concierto más concurrido del Escenario Fiberfib, pero no con un sonido lo suficientemente fuerte como para llegar a la gente que estaba más atrás, su pop bailable a veces nu-rave a veces un poco inclasificable funcionó bastante bien. Su cantante no deja de gesticular y bailar de manera muy extraña y fueron definitivamente unos de los ganadores de Benicàssim.
Mucha menos gente se acercó a ver a The Psychedelic Furs. Aunque el protagonismo del saxo en su show llegó a enfadar a muchos, durante su repertorio, como en el de Devo hace unos años, no podía dejar de pensar en lo buenísimas que son la mayoría de sus melodías. Y menos gente aún fue a ver a Giant Sand. Howe Gelb intentó hacer alarde de su enorme personalidad, y el sonido de su directo, de raíces a veces bastante sureñas, embriagaba, pero la falta de convocatoria de su show terminó pasándoles factura. En un momento se quitó el sombrero y saludó al público, pero nadie aplaudió. Algo falló.
Los Planetas: De todos es sabido que la banda de Brandon Flowers comienza su show de esta gira con ‘Human’, así que no tanta gente acudió finalmente a la reubicada actuación de Los Planetas, que llenaron el Escenario Fiberfib más o menos como Russian Red: hasta la primera torre y un poquito más. Sonaron, entre otras, ‘Un buen día’ o ‘Corrientes circulares en el tiempo’.
The Killers: De un comienzo de show apoteósico que tiene en el número 1 de su setlist a ‘Human’ y a ‘Somebody Told Me’ en el número 3, pasamos poco a poco a la pequeña decepción. Por muchas energías que pusiera el Brandon Flowers que, como todos los medios han gustado de reseñar, soltó «Esta noche soy vuestro» en castellano, que las puso (pensábamos que no sabía bailar, pero no paró de subirse por todas partes, dar vueltas y moverse), el repertorio fue acusando la falta de buenas canciones. De vez en cuando aparecía alguna (‘Mr Brightside’, ‘All These Things That I’ve Done’), pero no las suficientes como para pasar del notable. Quizá dentro de un par de discos.
Rinôçérôse: Si los Killers tuvieron que aguantar la comparación con Franz Ferdinand el día anterior, Rinôçérôse tuvieron que soportar la de 2 Many Dj’s. En un show mucho menos electrónico no supieron conectar con tanto éxito con un público ya agotado, exhausto, borracho, las tres o cada vez menos numeroso. Otra vez será.
Foto: Fiberfib.com