Con toda la picardía, según el propio autor en la introducción, este libro nace de los guiones que en forma de cómic entregaba para la realización de los capítulos de la serie ‘Arròs Covat‘, emitida en la televisión catalana. Una argucia de Juanjo Sáez a la vista de que la productora haría con su trabajo lo que le diera la gana y el resultado final se alejaría del original. Teoría que se fue afianzando a medida que se desarrollaba la producción de la serie.

Es difícil resumir de un plumazo la vida de Xavi, el joven diseñador treintañero protagonista. Sobre todo porque se le abren frentes por doquier cuando todo se le complica en un momento de dicha: con su novia, con sus amigos, con la familia, en el trabajo… en cada terreno excepto con su tía Paquita, que es uno de esos personajes entrañables y adorables que Juanjo introduce en sus obras.

Para contar esta nueva historia, Sáez se sirve de su clásico tipo de dibujos. Así, el estilo sigue siendo el mismo, en color y sin rostro. Como variante se incluyen fotografías de lugares para que los personajes tengan una localización atractiva para el lector. No faltan tampoco los animales con forma humana, como en el capítulo especial que transcurre en Madrid (no es la primera vez que Juanjo Sáez incluye un viaje fuera de Barcelona, en ‘Yo, otro libro egocéntrico de Juanjo Sáez‘ también hubo un extra dedicado a la Gran Vía madrileña); ni las «celebrities» invitadas, como en toda buena serie que se precie. En este caso brillan dos: Joe Crepúsculo, que hace de profesor de filosofía (un homenaje a su propia carrera), y Javier Mariscal, que hace de sí mismo. Incluir más ingredientes a este arroz es ya tarea imposible.

Incluso aquellos que desconozcan la serie y sientan algo de pereza al encontrarse un tomo de casi 800 páginas, hallarán aquí fuertes razones para hacerse con una (otra más) de sus obras: ese punto reflexivo introspectivo y de análisis interior sin caer en victimismos sentimentales baratos, el uso de la ironía, la valentía como marca genuina de su personalidad o lo entrañable de sus personajes, que sabe devolvernos esa ingenuidad infantil que convierte siempre en fantástico lo cotidiano. 9.