1.-‘Two Lovers’: Ni David Fincher con su estimable pero sobrevalorada ‘La red social’, ni Christopher Nolan y su sofisticado blockbuster veraniego ‘Origen’, ni Wes Anderson y su exquisito experimento animado ‘Fantástico Sr. Fox’. No. De la generación que ya empieza a dominar Hollywood este año ha brillado el hermano pobre de todos ellos, un James Gray capaz de realizar el melodrama más intenso, lúcido y emocionante del cine reciente. Una reflexión en voz baja sobre la familia como refugio-prisión, el amor como irracional y vivificante estado de ánimo, y la vida como una lucha desigual, plagada de claudicaciones, entre el idealismo y el realismo. Maravillosa.
2.-‘Toy Story 3’: ‘Ratatouille’ (2007), ‘WALL·E’ (2008), ‘Up’ (2009)… Que una única compañía haya encabezado lo mejor de la cosecha anual cinematográfica en los últimos años es un hecho sin precedentes. La creatividad de Pixar es abrumadora y para muestra esta tercera parte. Una secuela que completa a las dos anteriores y, como nos tienen acostumbrados, supone una mezcla admirable entre progreso tecnológico (la experiencia de verla en un Imax 3D es alucinante) y desarrollo dramático: una divertida, conmovedora y existencial historia sobre el doloroso tránsito de la infancia a la madurez. Otra obra maestra. Y van…
3.-‘El escritor’: El thriller del año. Un extraordinario relato de misterio lleno de la paranoia, la inquietud y la sensación de amenaza que envuelven las mejores y más representativas películas de Roman Polanski. Una lección de puesta en escena y creación de atmósferas al servicio de una historia que esconde una desoladora y muy autobiográfica metáfora sobre aislamiento. Sensacional.
4.-‘El silencio de Lorna’: Ya lo dijimos hace unas semanas: contra el tóxico tremendismo miserabilista de ‘Biutiful’ (o el realismo complaciente y cursi de ‘Amador’), nada mejor que el oxigenante cine social de los Dardenne. En su última película, los hermanos belgas vuelven su mirada lúcida, comprometida y poética hacia las esquinas más sombrías de la Unión Europea, aquellas donde se esconden y luchan por sobrevivir personas como la albanesa Lorna. Junto a Rosetta, uno de los más bellos personajes creados por esta imprescindible pareja de cineastas.
5.-‘Kick-Ass’: En un año tan nerd para la cultura popular como ha sido el 2010, la adaptación del cómic Mark Millar supone el punto más alto de su presencia dentro del mainstream. Una adaptación que sacrifica la violencia hiperbólica del original en pos de una saludable ironía posmoderna y un trepidante sentido de la acción. Una afortunada mezcla de ‘Supersalidos’ y ‘Kill Bill’ llamada a convertirse en peli de culto instantánea.
6.-‘En tierra hostil’: Después del fiasco que supuso ver como una película tan mediocre como ‘Slumdog Millionaire’ era coronada como la mejor de 2008 según los miembros de la academia de Hollywood, el triunfo del excelente filme de Kathryn Bigelow sirvió para reconciliarnos con los Oscars. ‘En tierra hostil’ es uno de los ejercicios de puesta en escena más logrados de los últimos años. Un musculoso y electrizante relato sobre la adicción al riesgo, a la adrenalina, capaz de dejarte con las uñas clavadas literalmente en la butaca.
7.-‘Io sono l’amore’: Junto a ‘Balada triste de trompeta’, el gran salto sin red cinematográfico de 2010. Luca Guadagnino edifica su película sobre los pilares de los clásicos italianos del melodrama, de Antonioni a Visconti, pero acaba alicatándola con la ironía y la caligrafía más posmoderna. Por medio del personaje interpretado por una fabulosa Tilda Swinton, asistimos a un retrato de la alta burguesía milanesa que termina en un arriesgadísimo desenlace que bordea el ridículo sin caer nunca en él.
8.-‘La mujer sin piano’: La mejor película española del año es una brillante representante de ese otro cine español cuya presencia se hace más revelante en los festivales internaciones que en el propio contexto industrial español. Las peripecias nocturnas de una Carmen Machi descontextualizada huyendo de sí misma por las calles de Madrid suponen el afianzamiento de Javier Rebollo como una de las miradas más personales del actual cine europeo. Después de fracasos de nombres propios como Aranoa (‘Amador’) o Medem (‘Habitación en Roma’), ¿seguirá la película de Rebollo el camino de galardones que ya recorrió en su momento a ‘La soledad’?
9.-‘Un profeta’: Junto a ‘La cinta blanca’, la gran película de habla no inglesa nominada a los Oscars del pasado año. El ascenso de un joven delincuente a “profeta” de un nuevo orden carcelario está contado con un sentido del suspense y una capacidad de observación (los conflictos étnicos y la economía interna de la cárcel) capaz de dejarte sin aliento durante las más de dos horas y media que dura este hiperrealista thriller carcelario.
10.-‘Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas’: Para finalizar, el auténtico ovni cinematográfico del pasado año. Una película tan fascinante como desconcertante, capaz hacernos ver, como en un espejo, lo contaminados que estamos por el modo occidental de mirar el mundo (ese “modo de representación institucional” del que hablaba Noël Burch), recordándonos que hay muchas maneras de contar y expresar una historia y todas ellas son válidas. Después de sorprendernos con ‘Tropical Malady’ y maravillarnos con ‘Syndromes and a Century’, Apichatpong Weerasethakul demuestra con su último largometraje que es el cineasta más libre y singular de la actualidad.