El primer acercamiento al western de los hermanos Coen se podría situar en un lugar intermedio entre tres obras maestras y ejemplos paradigmáticos del género: ‘Sin perdón’ (1992), como modelo de western crepuscular, y ‘Dead Man’ (1995) y ‘El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford’ (2007), como ejemplos de westerns posmodernos. Nueva adaptación de la novela de Charles Portis (Debolsillo) -más que remake del filme de 1969- ‘Valor de ley’ cabalga con paso firme desde la leyenda hacia la desmitificación, desde la melancolía a la más amarga de las nostalgias. Todo ello a través de la mirada inocente y enojada de una niña que busca vengar la muerte de su padre.

Una vez comenzada la persecución del asesino, la película expande su discurso en múltiples direcciones, dejando al descubierto su extraordinaria riqueza semántica. ‘Valor de ley’ pone en primer término una historia de venganza. Pero debajo, entre líneas, agazapadas en las sombras del relato dominante, discurren otras vías narrativas aún más interesantes: la fábula de iniciación, de pérdida de la inocencia de la adolescente protagonista; el relato de una búsqueda, la de una nueva figura paterna tras enterrar a la propia; el retrato elegiaco de un viejo marshall, un hombre de frontera en un territorio a punto de extinguirlas; y el viaje al corazón de la noche, a los lugares más sombríos y fúnebres de un género siempre en vías de extinción.

Pero los Coen no son Clint Eastwood. La melancolía que recorre toda la película, gracias también al sensacional trabajo fotográfico del gran Roger Deakins, está agitada por varios detalles de humor negro marca de la casa. Unas salidas de tono que, a diferencia de lo que suele ser habitual en el cine de los Coen, aquí llegan incluso a importunar, bordeando peligrosamente la caricatura (la escena donde Jeff Bridges “demuestra” su puntería). Unos detalles que no empañan los logros de una de las más notables películas en la carrera de los Coen y, junto con ‘Cisne negro’, la mejor de las cinco favoritas para los Oscars. 8.