Ni han perdido su sentido del humor ni las ganas de seguir con la música. Manuel de la Calva y Ramón Arcusa siguen cantando a unas fans ya creciditas los himnos que hace cincuenta años marcaban una nueva etapa en la música pop española. Con influencias americanas o del easy-listening y apostando por el castellano, el Dúo Dinámico enamoró a una generación que continúa pidiendo a gritos su regreso al panorama musical gracias a lo imperecedero de canciones como ‘Quisiera ser’. Tras su exitoso paso por los Veranos de la Villa o el año pasado por el Festival del Millenni, JENESAISPOP se congratula de charlar por mail con dos de los grandes sobre su nuevo disco de grandes éxitos, para el que han regrabado sus hits con Alaska, Ana Torroja y Julio Iglesias, entre otros.

El éxito de vuestra actual gira lleva a muchos a preguntarnos, ¿para cuándo nuevas canciones?
Ramón: «Fíjate que en este disco que estamos preparando con temas clásicos nuestros, queríamos incluir una o dos canciones nuevas, pero la compañía cree que AHORA no es el momento, y quizá después de este disco las grabemos. Tenemos algunas canciones nuevas que nos gustan, vamos a ver».

Hemos leído que estáis preparando un disco de grandes éxitos acompañados de varios artistas. ¿Se conocen ya algunos nombres? ¿Serán los propios artistas quienes elijan las canciones o se las propondréis vosotros?
Manolo: «Bueno, eso ha sido idea de la compañía de discos y hemos seguido sus directrices. Quieren que cantemos con otros artistas doce temas clásicos de nuestro repertorio, los que tuvieron más éxito, y ya están elegidos. También hemos hablado con algunos artistas y estamos muy excitados con la idea de cantar con ellos. Podemos dar algunos nombres que ya nos han dado el «sí»: Alaska, Miguel Ríos, Soledad Giménez (Presuntos Implicados), Los Pecos, Diana Navarro, Julio Iglesias, Andy & Lucas, Ana Torroja, Lolita… ¡Fíjate qué nombres! ¡Va a salir un disco estupendo!».

¿Algún artista se ha mostrado reacio a colaborar en el proyecto?
Ramón: «Todos los que ha nombrado Manolo están encantados con su colaboración y nosotros con ellos. No vamos a dar nombres, alguno no respondió, quizá no fuera conveniente para ellos el hacerlo. Pero ¡ya no caben más, y los que tenemos en lista son magníficos! No pedimos más: estamos muy satisfechos».

¿Por qué en la mayoría de vuestros recopilatorios aparecen casi siempre las mismas canciones?
Manolo: «Pues eso habría que preguntarlo a las discográficas. Tenemos grabadas más de 300 canciones. Cierto es que hay unas canciones que tuvieron más éxito que otras. Pero incluso a nosotros nos pasa. Si vas a comprar un disco de Sinatra, y no está ‘Strangers in the Night’, ya no te parece una buena recopilación. Y eso que en nuestra opinión, tenemos muchas canciones que en su momento, y por la razón que fuera, no tuvieron éxito, y se podría hacer casi un disco «nuevo» y excelente, pero tal como están las cosas, nadie arriesga…»

Lo vuestro es una carrera de fondo que consigue a día de hoy que nuevas generaciones disfruten con vuestras canciones. ¿Cuál es en vuestra opinión el éxito de vuestras melodías?
Ramón: «No lo sabemos ni nosotros. Siempre hicimos lo que nos gustaba, y tuvimos, afortunadamente, bastantes aciertos. La prueba es que en nuestros conciertos el público canta canciones que están compuestas ¡hace más de 50 años! Casi nos asusta el pensarlo, pero es un hecho: y estamos felices con ello.

¿Cuál es la mejor época musical para vosotros?
Manolo: «Artísticamente, el principio de todo, cuando empiezas a levantar cabeza como artista: es indescriptible, es como el primer amor: flotas, y todo lo ves bien, y te sale bien. Luego, hemos tenido altibajos, como todo el mundo, pero la época -bueno, casi 20 años-, que colaboramos con Julio Iglesias fue muy creativa a todos los niveles: como compositores, arregladores y productores: todo era positivo y fue una experiencia inolvidable. No nos olvidemos del ‘La la la’, que con Massiel ganamos el Festival de Eurovisión. Y cuando en 1986 nos invitaron a grabar de nuevo…»

‘Quince años tiene mi amor’ consiguió pasar el filtro de la censura. Hoy la realidad sería otra…
Ramón: «Mira, te vamos a ser sinceros. Estamos hasta el gorro de que se hable de eso. Pasó la censura porque la canción no tiene malicia, es blanca. Si le buscas tres pies al gato, pues un cuchillo por ejemplo, tan necesario en la cocina, si se emplea para cargarse a alguien, claro que es «malo». Pues eso. Me parece que estamos creando una sociedad de inquisidores bajo el paraguas de lo políticamente correcto. Gente que ve mala intención en todo, y que si resulta que son políticos, pueden empezar a poner puertas al campo como ya ha ocurrido. Si alguien es malpensado y utiliza la canción para sus truculencias, esa no fue en absoluto la intención con que fue creada. Fue una canción dedicada a nuestras fans: ellas con 15 y nosotros con 20, ¿qué hay de malo? Y la cantamos en cada concierto porque todas nuestras fans de entonces vuelven a tener por un rato esos 15 años de nuevo. ¿Hay algo mejor?

¿Seguís a algún grupo español en la actualidad?
Manolo: «Bueno, hay grupos con mucho talento: Amaral, La Oreja de Van Gogh nos gustaba mucho. Pero hay algunos con mucho éxito y mediocres, hay de todo».

Compusistéis el exitoso ‘La la la’ en un período en el que el Festival de Eurovisión vivía una de sus etapas doradas. ¿Qué os parece el festival en la actualidad?
Ramón: «El Festival de Eurovisión, como tantas cosas ha cambiado, y no es ni mejor ni peor. Ha pasado a ser un festival audiovisual, donde la canción es un mero vehículo: ya no es lo importante. La prueba es que las canciones no se «quedan». Ahora bien, es un reto para cada nuevo país que lo organiza el hacerlo mejor que el anterior, y cada vez el listón está más alto. Pero es lo que hay. Con el ‘La la la’ conseguimos estar ahí, en lo más alto en Londres, que entonces era la meca de la música pop».

Echando la vista atrás y como un ejercicio de autocrítica, ¿hay alguna canción de vuestro repertorio que hoy no habríais compuesto?
Manolo: «Bastantes, bastantes… ja ja… Pero afortunadamente han quedado en el olvido. Como la memoria es selectiva, solo nos acordamos de lo bueno. Pero curiosamente, de repente te escribe alguien un e-mail, diciéndote que esa canción -que tú odias-, era la canción de su vida… O sea, nunca se sabe».