The Big Pink, dúo británico formado por Robbie Furze y Milo Cordell que hace más de dos años copaba blogs y medios especializados con la edición de su debut ‘A Brief History Of Love‘, ha afrontado su segundo álbum con el propósito de hacer «un disco hip-hop«. Esto no solo es un cliché, sino que además no se trata de ninguna novedad en el grupo, que ya había adoptado los tempos y la rítmica del rap en sus primeros temas. Pero lo que sí introducen en su música, además de la estética grafittera del diseño gráfico, es el uso de samples ajenos y cierto toque soul en sus arreglos, ayudados por el solicitado productor Paul Epworth (Adele, Azealia Banks, Friendly Fires).
Renovada su banda de acompañamiento (Daniel O’Sullivan -de Sunn O)))- y Akiko Matsuura han sido sustituidos por Victoria Smith a la batería y Zan Lyons en las programaciones y teclados), Furze y Cordell han demostrado con los singles previos al álbum, ‘Stay Gold‘ (una revisión de su propio éxito ‘Dominos’) y ‘Hit The Ground (Superman)‘ (con ese sample de ‘O Superman’ de Laurie Anderson como base de la canción), que aún conservan la capacidad para crear nuevos estribillos con gancho. Ambos abren el álbum de manera inmejorable, estableciendo una sólida base sobre la que construir el largo. Desde ese inicio queda clara su intención de aclarar su sonido y apartarlo del aire sofocante y sucio de antaño, reduciendo el protagonismo del fuzz de las guitarras y cediendo espacio a arreglos de teclados. Con ‘Give It Up’, que incluye un sample de la interpretación que Ann Peebles hizo del clásico ‘I’m Gonna Tear Your Playhouse Down‘, acentúan su nueva cara incluyendo unas marcadas voces soul en el estribillo, un recurso empleado varias veces a lo largo del álbum.
‘Future This’ supone un valiente esfuerzo por rehuir sus propias convenciones, arriesgando con nuevas vías. En no pocos cortes del álbum The Big Pink hallan un notable término medio entre su anterior propuesta y un futuro posible, como ocurre en el medio tiempo que titula el álbum (co-escrito aún con O’Sullivan), ‘The Palace’ o ’77’, la balada que cierra el álbum y cita a su admirado John Fante. Sin embargo, fracasan en las canciones que pretenden aportar un lado más festivo, como ‘Rubbernecking’ o ‘Jump Music’, que resultan predecibles y algo impersonales, poco inspiradas. Si no puedes mejorar lo que hicieron Pop Will Eat Itself, corres el riesgo de quedarte en un amago de E.M.F. Tampoco podrán salvarles sus anodinas letras sobre la resistencia a madurar ni ingenuos himnos hedonistas. Quizá por un exceso de ambición, ‘Future This’ termina por no cumplir con las altas expectativas de su arranque, pero funciona perfectamente como disco de transición. Cabe esperar más y mejor en el futuro.
Calificación: 6,2/10
Lo mejor: ‘Hit The Ground (Superman)’, ‘Stay Gold’, ’77’, ‘Give It Up’.
Te gustará si: te resulta más satisfactoria una pose que las canciones, Kasabian, Pop Will Eat Itself.
Escúchalo: NME