Madonna ha ofrecido un concierto en formato reducido a través de internet, como ya hiciera hace más de 10 años durante la presentación de ‘Music’ (los más viejos recordarán aquel infierno de retransmisión sin banda ancha y más pixelado todavía). El show ha sido insultantemente corto para las personas que han pagado 100 y 200 euros por poder estar en el mítico Olympia de París, pero ha sido otra muestra del espléndido estado de forma en el que se encuentra la artista.

Estaba claro que los mejores números técnicamente de ‘MDNA Tour‘, esto es, los percusionistas voladores de ‘Gimme All Your Luvin» y la capilla de ‘Girl Gone Wild’ no cabían en este lugar, así que Madonna se ha saltado las dos primeras partes y ha arrancado directamente con su último single, ‘Turn Up The Radio’, al que, a una innecesaria guitarra eléctrica pegada, no termina de sacar todo el partido. Tras el ‘Open Your Heart’ adaptado al folclore del País Vasco francés (impresionante el principio, peor el final), Madonna se ha marcado un «speech» larguísimo y gratuito propio de la peor Lady Gaga hablando de las libertades y la revolución, que ha podido ocupar fácilmente un 20% del show. Ha querido recordar que los artistas siempre han sido franceses o han acudido a Francia por su poder reivindicativo, pero se ha hecho un poco de lío mezclando a Napoleón con revolución y con libertades del pueblo negro en Estados Unidos; a artistas franceses con los que no lo son («todo el mundo vino a Francia: Hemingway, Van Gogh, Gauguin, Picasso…»), y todo ello para terminar refiriéndose indirectamente a Marine Le Pen, recordando que ella no hace las cosas para «hacer enemigos, sino para promover la tolerancia».

Después de una correcta ‘Masterpiece’, Madonna ha dado paso a la siguiente parte de su set normal, que ha resultado la última, la encabezada por una ‘Vogue’ impecable sucedida por la elegante ‘Candy Shop’ y la infalible y divertidísima ‘Human Nature’. Al final de la misma, han llegado las sorpresas (rumoreadas entre los hardcore fans): un medley entre la música de ‘Die Another Day’ con la letra del bonus track de ‘MDNA‘ ‘Beautiful Killer’, dedicado a Alain Delon y aprovechando el set de pistolas de ‘Gang Bang’, que instantáneamente se ha transformado en «trending topic» mundial (de lo más apañado, sesentero y cool para ser medio improvisado); y una versión de ‘Je t’aime moi… non plus’ de Serge Gainsbourg en la que ha atado y matado a uno de sus bailarines. Un número pizpireto e irrepetible que servirá de consuelo a aquellos que no recordaban que este tipo de sets especiales de Madonna (Coachella, MTV, promo tour, etcétera) no suelen llegar a la hora de duración.