Además de la alegría, a pesar de todo, que nos produce el número 1 de ‘Get Lucky’ de Daft Punk en España, esta tarde se ha conocido la noticia de que ‘Modern Vampires of the City‘, el excelente tercer álbum de Vampire Weekend, se ha convertido en su segundo número 1 en Estados Unidos. El grupo ha conseguido vender 134.000 copias de este lanzamiento en siete días, lo que supone 10.000 más de lo que logró ‘Contra’ en su primera semana (también top 1). ¿No había crisis y piratería?
Como en el caso de Daft Punk, la cuestión no es baladí: Billboard asegura que es sólo el 19º disco distribuido de manera independiente desde 1991 -cuando se empezó a utilizar el sistema de medición Soundscan-, que logra el número 1. La lista de bandas alternativas (indies o no) que jamás lograron alcanzar la cima en Estados Unidos es interminable, comenzando por supuesto por las británicas, desde los mismísimos Smiths hasta Oasis o Franz Ferdinand pasando por un sinfín de grupos que ni siquiera lograron un top 50, como Blur o Pulp; pero llegando también a los últimos americanos de moda y de hecho bastante superventas, como The National, Bon Iver o Yeah Yeah Yeahs. Tirando de hemeroteca, ni siquiera Blondie lograron jamás un sólo número 1 en la lista de álbumes de su propio país.
Vampire Weekend superan con este mérito el único número 1 de Arcade Fire logrado con ‘The Suburbs‘ -aunque apuesto a que su siguiente entrega correrá la misma suerte- e iguala -atención- los 2 números 1 de los británicos Radiohead, que «sólo» han logrado situar ‘Kid A’ e ‘In Rainbows‘ en la cima del Billboard; y los 2 de R.E.M.,’Out of Time’ y ‘Monster’ (sí, una vergüenza, jugando en casa). Que tiemblen Coldplay, que tienen 3 (los tres últimos) y U2, que llevan 7.
¿Por qué todo esto es importante? En primer lugar, para celebrar el buen gusto del pueblo y el espléndido momento que sigue viviendo la música independiente, incluso en nuestro país, donde el tercer disco de Vampire Weekend entra al top 13, diecisiete puestos por encima de lo que lograba Angy la semana pasada. Y en segundo, para consolidar a un grupo que se acerca cada vez más, gracias a su calidad en el estudio, a la de sus directos o habitualmente a la de sus vídeos, a los grandes.
Después de un primer disco de temas tan vibrantes como ‘Mansard Roof’, ‘A-Punk’ y ‘Oxford Comma’, junto a otros tan épicos y aptos para todo el mundo como el emocionante ‘Walcott’, hemos llegado a la renovación de su sonido en temas como ‘Diane Young’ o ‘Ya Hey’, dejando en medio el disco ‘Contra’, que recientemente empataba en una encuesta entre nuestros lectores con el debut como la mejor entrega del grupo (quizá por lo que molaban ‘Cousins’, ‘Holiday’ o ‘Giving Up The Gun’).
Pasto de universitarios gracias a sus letras inteligentes llenas de historias en las que profundizar, el grupo ha conseguido lo que pocas bandas: hacer un excelente tercer disco tras dos álbumes notables. Festejemos la llegada de la banda al Olimpo, pero mejor aún, la de un grupo que desata nuestro espíritu adolescente como pocos: con ellos y no con otros el debate sobre cuál es su mejor álbum tiene cabida, con ellos y no con muchos otros cabe hacer un top de canciones favoritas como si tuviéramos 16 años, con ellos y no con otros es interesante hacer entrevistas. Ha sucedido el milagro: entre la masa de millones y millones de bandas luchando por un puesto en el mundo musical de hoy, Vampire Weekend han conseguido diferenciarse gracias a la constancia, al trabajo y a la originalidad.