La resaca del éxito de ‘Only By The Night‘ les ha durado a Kings Of Leon varios años. Aunque ‘Come Around Sundown‘ (2010), el sucesor de aquel álbum de 2008, tenía los suficientes temas competentes (y algún hit como ‘Radioactive’ o ‘Pyro’) como para no considerarse un batacazo creativo (comercial desde luego no lo fue), daba la sensación de andar a la sombra de su antecesor, intentando imitarlo a veces (el dilatado primer tema ‘The End’ tiene bastantes similitudes con ‘Closer’, sin ir más lejos), y en general de ser un álbum con cierta falta de unidad y gancho, con temas tomados de aquí y allá sin demasiado criterio. No solo parecían un tanto perdidos en el estudio, sino también en el escenario, siendo el colofón de sus males la actitud errante de Caleb, su frontman, al marcharse sin terminar un concierto en julio de 2011. La banda decidió tomarse un descanso que les ha venido bastante bien, pues ahora los Followill regresan con ‘Mechanical Bull’, un álbum que los ve recuperados de las vicisitudes del éxito masivo.
Tampoco parece que a estas alturas vayan a convencer a quienes los detestaron en un principio, pero quienes disfrutaron de su versión contemporánea del rock and roll sureño, fórmula que perfeccionaron en álbumes como ‘A-ha Shake Heartbreak’ (2005), deberían estar de enhorabuena, pues los de Nashville han vuelto por aquellas lindes (ya había ciertos indicios de este retorno en el citado ‘Come Around Sundown’), facturando un álbum más rockero, recuperando un poco el sonido de sus primeros años. Temas como ‘Don’t Matter’, ‘Temple’, ‘Family Tree’ o el mismo single ‘Supersoaker‘ tienen una garra que parecía ausente y que es muy bienvenida. Por otro lado, persisten en su querencia por convertirse en la banda de rock de estadio del momento, pero al menos los resultados son aceptables y no parece extraño imaginarse coreando al son de canciones como ‘Wait For Me’ o ‘Tonight’, que aunque no suponen revelación alguna, no parecen intentos forzados de sonar grandes y son buenos temas sin más, en los que destaca la destreza a las seis cuerdas de Matthew, con unos solos bastante decentes.
Los seguidores de Kings of Leon ya deben haber aceptado que son una banda de discografía irregular y en la que hasta sus mejores discos tienen momentos flojos. Aunque ‘Mechanical Bull’ supone una clara tendencia al alza en su carrera, no se libra de la norma y tiene temas como ‘Rock City’ o ‘Comeback Story’ donde ni la música ni las letras parecen muy inspiradas (el ramalazo misógino de algunos textos de Caleb está desgraciadamente presente en la primera y la letra de la segunda es tonta a más no poder: «I’ve walked a mile in your shoes / now I’m a mile away / and I’ve got your shoes» es un estribillo cantado como si propusiera una idea profundísima e ingeniosa y el efecto logrado es justo lo contrario). Sin embargo, el sexto álbum de Kings Of Leon muestra a una banda que parece definitivamente en camino de encontrarse a sí misma estilísticamente hablando y que sobre todo es mucho más que una excusa para salir de gira y volver a llenar estadios.
Calificación: 6,8/10
Lo mejor: ‘Temple’, ‘Wait For Me’, ‘Tonight’, ‘Supersoaker’.
Te gustará si te gustan: sus primeros discos pero con el sonido de los últimos
Escúchalo: Deezer