Cuando empezamos a hablar de SOHN como artista a tener en cuenta en 2013, mencionábamos posibles influencias de Matthew Herbert y Jamie Lidell. Pero con cada nuevo sencillo -y han sido muchos- los caminos que ha ido abriendo este artista han sido tan variados como imprevisibles. Es definitivamente una lástima que en última instancia el único nombre que suela asociársele sea el de James Blake. Es cierto que canciones como ‘Bloodflows’ o cierto pasaje de ‘Lessons’ le emparentan con su colega británico, pero es injusto quedarse estancado en esa similitud y no adentrarse en lo que ha ofrecido el debut de este artista.
La gran cantidad de singles que precedieron a la publicación de su disco nos hizo estar en alerta y rebajar el hype, después de algún debut reciente convertido en decepción. Pero no. Este ‘Tremors’ cumple mejor con su cometido y además supone una fantástica colección de canciones de pop electrónico en las que el artista se revela como un vocalista a la altura de unas letras que hablan de cosas mundanas, de amores perdidos y rupturas. No hay historias turbias, oscuros secretos ni vidas ajenas. No hay drogas, sexo y descontrol. El disco puede ir desde la tristeza de baladas como ‘Paralyzed’ hasta la efervescencia luminosa de ‘Artifice’ sin despeinarse. Se trata de canciones que apenas llegan a los 4 minutos, lo que por otro lado deja clara su vocación. La producción puede pecar de excesiva con capas de sonidos que se van superponiendo y terminan en clímax imposibles, pero al final lo que cuenta es su acabado, y el resultado es casi siempre, ante todo, pop.
Ese temblor lejano al que hace referencia el tema que da título al disco, probablemente el tema clave, está colocado estratégicamente para cerrar y dejarnos con ese sentimiento de haber asistido a algo que nos ha sacudido por dentro. No cuenta SOHN con el lado oscuro y deliberadamente triste de contemporáneos como Blake o Abel Tesfaye, tal vez sea su sonido más frío y hermético, pero detrás de ‘Tremors’ hay una buena colección de canciones que habrían funcionado de igual manera con otra producción alejada de la electrónica, y eso lo dice todo sobre lo que queda en el interior.
De que no es este un disco que vaya a revolucionar la música somos conscientes, pero sí tiene todos los ingredientes para convertirse en una pequeña joya para los que amamos la electrónica con buenas melodías. Despertará pasiones, odios o indiferencia, pero este artista no ha hecho más que abrir la boca y aún le quedan muchas cosas que decir, ya sea con su trabajo propio o produciendo a otros. Esperemos que no se quede en «otro Jamie Woon«.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Artifice’, ‘The Wheel’, ‘Tremors’
Te gustará si te gustan: James Blake, Jamie Woon
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