‘Homeland’ terminó su tercera temporada cerrando un círculo: su desenlace parecía el desenlace de toda la serie. Aprovechando que la última edición de los premios Emmy había dado esquinazo a la que había sido su niña mimada desde el principio, lo lógico parecía dar por acabada la serie que, valientemente, tanto había hecho reflexionar al público sobre los acontecimientos post 11-S. Sin embargo, el inquietante personaje de la agente bipolar de la CIA Carrie Mathison (Claire Danes) era demasiado atractivo como para obviarlo sólo dos años después de su nacimiento, y los productores han decidido estirar la trama.
La serie, que llega hoy a FOX España tras su estreno el domingo en Estados Unidos, se centra ahora en Kabul e Islamabad con nuevas tramas y un personaje nuevo tan suculento como el interpretado por Suraj Sharma (‘La vida de Pi‘). Aayan es el sobrino de un terrorista muy buscado por la CIA que verá asesinada a su familia en mitad de una boda por un ¿error humano? Al margen de las intrigas de este «fallo», como universitario estudiante de medicina, la visión política de Aayan será crítica y ambigua, y su posible evolución entre extremos, à la Brody, parece el principal gancho de esta cuarta temporada.
Porque la serie interesa mucho menos cuando mira atrás. Sucede con casi todas las escenas desarrolladas en Estados Unidos: las divergencias entre Saul y su esposa aburren; el actor que interpreta al padre de Carrie en la vida real falleció hace unos meses, propiciando que las escenas familiares resulten incómodas; y el mundo que rodeaba a Brody había empezado a resultar demasiado repetitivo. Es cierto que cuando vemos a Carrie enfrentándose a su indeseada maternidad, presenciamos una de las escenas más crudas de la historia de la serie, lo cual es mucho decir teniendo en cuenta todas las muertes generadas por drones estadounidenses que se suponen en este guión. Pero a pesar de las habilidades de Claire Danes para interpretar a esta adicta al trabajo que huye de sí misma hasta la náusea (literal), el segundo episodio termina resultando de transición.
El tercero probablemente devolverá la acción a Oriente Medio. Porque puede que la audiencia abandone y que ‘Homeland’ ya no sea lo que era. De hecho, estos dos nuevos episodios han cosechado en Estados Unidos los peores datos de audiencia para la serie desde octubre de 2012. Pero hay algo que sí se mantiene y que no es mejor ni peor en esta cuarta temporada, como podemos comprobar en los últimos minutos del primero de estos dos capítulos: el retrato de un mundo que está ahí fuera, del que vemos indistintamente las vergüenzas de los dos bandos y que da verdadero asco. 7.