‘Lionsong’ de Björk es el top 1 esta semana de JENESAISPOP, pero antes lo fue ‘Stonemilker’, lo que se consideró el primer single de ‘Vulnicura‘. No obstante, parece que lo de ver el vídeo de ‘Stonemilker’ va a estar un poco difícil, pues no se trata de un vídeo convencional sino de una experiencia de realidad virtual de 360º que requiere de tecnología especial y sólo puede disfrutarse desde hoy en el MOMA de Nueva York, donde se celebra una retrospectiva de la artista, no exenta de polémica, y en un par de tiendas Rough Trade de Brooklyn y Londres.
El vídeo ha sido rodado en una playa al noroeste de la capital de Islandia y ha sido dirigido por Björk y Andrew Thomas Huang. «Hablamos del potencial de la cámara de 360º para crear una sensación de intimidad y Andrew sugirió que la lleváramos a la playa donde la canción fue escrita. Enseguida me pareció bien porque ese lugar tiene unas vistas preciosas en sus 360º, lo que pega con la fuga de la canción. Si la canción tiene una forma tiene que ser una especie de círculo que dura para siempre. Grabé las cuerdas con un micrófono enganchado a cada instrumento. Hemos hecho una mezcla diferente en la que creamos un círculo íntimo alrededor del oyente, así que si ves el vídeo como realidad virtual es como si estuvieras en la playa con 30 músicos sentándose en un círculo a tu alrededor», explica Björk en una nota de prensa.
Debido a la marea, el vídeo sólo se pudo rodar durante 2 horas y casi no hay tomas alternativas. Andrew cuenta que, debido a la naturaleza del vídeo, no hubo más remedio que dejar sola a Björk con la cámara, sin saber lo que estaba rodando. «Todo lo que recuerdo es mirar a las conchas marinas púrpuras bajo mis pies mientras escuchaba las cuerdas resonando contra las rocas mojadas, levantando mi cabeza ocasionalmente para echar un ojo a Björk en su dueto con la cámara», indica el co-director, además de revelar que toda esta espontaneidad contrasta con los meses que ha llevado planear y diseñar ‘Black Lake’, vídeo aún no estrenado, pero rodado en Islandia nada menos que en agosto. «La mujer que nos encontramos en noviembre fue muy diferente (…) y esa es la nueva Björk que hemos capturado en ‘Stonemilker'».
Acompañada por una imponente orquesta de cuerdas, Björk abría ‘Vulnicura’ con esta canción, una de sus melodías más bellas, en la que la cantante repasa los nueve meses previos a la desgracia que ha inspirado este disco, su separación de Matthew Barney. Las programaciones son por supuesto obra de Björk en colaboración con Arca y The Haxan Cloak y la producción del tema ha corrido a cargo también de Björk, con mezcla de Chris Elms y The Haxan Cloak.
En sintonía con el vídeo que no podemos ver, desde los primeros segundos de ‘Stonemilker’ el nuevo álbum de Björk deja claras sus intenciones de disco «de autora», como bien ha expresado la islandesa en su emotiva entrevista con Pitchfork de hace unas semanas. «Este disco es más tradicional y de autor», explicaba. «Cuando empecé a escribirlo, luché contra ello, me parecía demasiado aburrido y predecible. Pero, la mayor parte del tiempo, simplemente ocurre y no hay nada que puedas hacer al respecto. Tienes que dejar que sea lo que tenga que ser».
Y lo que es ‘Stonemilker’ es una pieza de sonido cristalino, claro como el diurno cielo islandés, pero de un peso emocional, para muchos, sencillamente insoportable. ‘Stonemilker’ es la expresión de una Björk a punto de romperse en mil pedazos y la de una conexión al borde del colapso. Björk exige «respeto emocional» y se siente «como ordeñando una piedra» tratando de extraer una explicación a Barney sobre su cambio de actitud. ‘Stonemilker’ es Björk asumiendo con la cabeza alta, pero totalmente destrozada, que se ha acabado.
El tema por supuesto está abierto a interpretaciones, pero como la obra de autor que es, ‘Vulnicura’ no destaca por su sutil lírica sino que hace de la inmediatez uno de sus puntos fuertes. Así, Björk habla de un «destino en yuxtaposición» y de «raros momentos de claridad» que le hacen ver las cosas como son. La cantante se pregunta «quién abre su pecho» y «quién está dispuesto a compartir», deseando «sincronizar» sus sentimientos con Barney, pero consciente de que el final es inminente. «Será mejor que documente esto». El resultado, claro, es ‘Vulnicura’.