Hemos visto a Chris Martin desnudarse por completo en un disco tan íntimo como ‘Ghost Stories‘, no emprendiendo una carrera en solitario sino junto a todo su grupo, Coldplay. Sin embargo, Brandon Flowers es de los artistas que tiene la inquietud de mantener una carrera aparte de manera paralela a la que lidera en los «infravalorados, pero no tanto» The Killers, donde aparte de ser el compositor principal, tiene todo el protagonismo en fotos y vídeos. Su debut solo, ‘Flamingo‘, fue un álbum que podrían haber editado los Killers, pues se abría nada menos que con un tema llamado ‘Welcome to Fabulous Las Vegas’ y repetía en parte con Stuart Price, que acababa de producir ‘Day & Age’ y por tanto sus hits ‘Human’ y ‘Spaceman’, dos canciones que en realidad parecían singles en solitario de Brandon: hasta es fácil imaginar incómodo al resto de la banda viendo las pintas que el cantante gastaba en la época.
Así, es fácil que mezclemos en nuestra memoria algún tema de ‘Day & Age’ con alguno de ‘Battle Born’ y alguno de ‘Flamingo’, un disco también co-producido con Daniel Lanois y Brendan O’Brien y por tanto de sonido disperso. Pero ‘The Desired Effect’ es un álbum mucho más enfocado de lo que muestra su portada, más decidido y con más personalidad. Ariel Rechtshaid ejerce de co-productor junto al propio Brandon y no hace falta que recurramos a los créditos del álbum para ver lo que ha querido conseguir. En una época en que los 80s de Fleetwood Mac y la música de las pelis de John Hughes marcan tendencia, un sonido imitado últimamente por cientos de artistas, desde Ladyhawke a Italians do It Better pasando por Summer Camp, Brandon ha querido rendir un homenaje a la década que le vio nacer, algo plasmado muy claramente en ‘Lonely Town’, donde si no fuera por el Autotune es como si estuviéramos oyendo la radio de hace treinta años, o el single ‘Can’t Deny My Love‘.
Los mencionados créditos confirman esta tendencia. Danielle de Haim y amiga de Ariel es baterista invitada y Neil Tennant de Pet Shop Boys hace coros en algún lugar de ‘I Can Change’, un tema que cuenta con un sample de Jimmy Somerville. Intenta captar todo el ánimo que contenían muchas de las canciones de Bronski Beat, Communards o luego el mismo cantante en solitario, y teniendo en cuenta que el otro Communard Richard Coles terminó siendo más religioso que Brandon (se hizo cura, tiene marido pero es célibe), hasta puede que ‘I Can Change’ cierre un círculo.
Y es que el hecho de que Brandon se haya empapado de sintetizadores no implica que haya renunciado a su espiritualidad. La imaginería religiosa impregna ya el primer tema del álbum, un ‘Dreams Come True’ triunfal gracias a sus vientos que recuerda los días en que el artista no era famoso, mientras que la esperanza por encontrar nuestro sitio en el mundo y el amor son los protagonistas de un disco elegante que va alternando el llenaestadios apabullante (‘Untangled Love’) con la balada (‘The Way It’s Always Been’), con algún tema incluso en medio de ambos extremos: ‘Between Me and You’, como casi indica su nombre.
Una pena que, como en los discos de los 80, la segunda parte del álbum, su cara B, vaya perdiendo fuelle poco a poco, además de que ‘I Can Change’ nunca llega a ser el macrohit al que apunta en sus primeros segundos, quedándose en anécdota. Pero entre los coros de Angel Deradoorian, la colaboración de Tony Levin (Peter Gabriel) y el punto exótico de la producción, podemos certificar que la línea artística seguida por Brandon difícilmente podría haber sido más acertada. Para muestra el giro dado al rock’n roll clásico de ‘Diggin’ Up The Heart’, muy bien encajado.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Can’t Deny My Love’, ‘Still Want You’, ‘Dreams Come True’, ‘Diggin’ Up The Heart’
Te gustará si te gusta: Peter Gabriel, Haim
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