«¿Te gusta el amor?», preguntaba Miguel a su amante en su magistral single de 2012 ‘Do You…‘. Hoy, con el nuevo disco del músico, ‘Wildheart’, ya en la calle, la pregunta sería más bien «¿te gusta el sexo?». A Miguel, desde luego y por lo que nos canta en este disco, le gusta y mucho y aunque el de ‘Wildheart’ es un título muy inteligente que combina sexo («wild») y amor («heart»), se puede decir que estamos ante algo así como su ‘Let’s Get It On’, solo que dudamos que a Marvin Gaye se le hubiera ocurrido nunca cantar cosas tipo «quiero saborear tu sudor / meter mis dedos en tu boca a la fuerza» o dar con neologismos tipo «masturbabe» como los que ofrece el mismo Miguel en ‘The Valley’, donde de hecho hace referencia, como su propio título indica, a las famosas «chicas del valle» del porno californiano. Sin ir más lejos, uno de los cortes del álbum se llama ‘FLESH‘, así, en mayúsculas.
‘Wildheart’ nos llega después de las varias colaboraciones de Miguel con artistas como Janelle Monáe, Jessie Ware, The Chemical Brothers o más notablemente Mariah Carey, cuyo single conjunto, ‘#beautiful‘, aún recordamos con admiración. Su sonido clasicote y guitarrero encuentra en ‘Wildheart’ un más que digno sucesor, solo que Miguel envuelve estas canciones ahora de arreglos electrónicos más bien alternativos y con un punto orgánico y psicodélico que evidentemente lo conectan con su segundo álbum, el aclamado ‘Kaleidoscope Dream‘. Mucho menos enfocado en el hip-hop que sus contemporáneos Frank Ocean y The Weeknd, Miguel, que produce el disco casi en su totalidad él mismo, opta por conjugar funk, blues, rock ‘n roll y rhythm and blues clásico desde ángulos extraños y con cierto puntito lo-fi, totalmente ajeno a su estatus de superestrella.
Las cuerdas eléctricas pesan tanto en ‘Wildheart’ que de hecho son lo primero que oímos en el álbum. Ellas dan inicio a la formidable ‘A BEAUTIFUL EXIT’, donde las insistentes guitarras sirven de esqueleto para una melodía tan buena que ya le hubiera gustado para sí al último Prince. También están presentes en la efectiva ‘Hollywood Dreams‘, ‘…goingtohell’, ‘leaves’ o la preciosa ‘what’s normal anyway’, donde Miguel se muestra inseguro ante su identidad birracial y, de paso, ofrece una de las melodías más bellas que ha escrito, de nuevo a través de programaciones más propias de un «bedroom producer» que de un músico de su categoría.
Cuando no mira al pasado, Miguel mira a sus sintetizadores y extrae de ellos pasajes exquisitos como los de ‘coffee‘. El sencillo principal del álbum sirve como documento para esos pequeños momentos de romanticismo donde los «dulces sueños se convierten en café por la mañana». La letra es tan tierna que derretiría a cualquiera, sobre todo cuando Miguel entona cosas como «no te quiero despertar / quiero verte dormir / es el aroma de tu cabello / es el modo en que nos sentimos / nunca me he sentido tan cómodo». Los esponjosos, ácidos y punzantes sintetizadores de ‘DEAL’, la más funky del álbum, también son dignos de mención.
Y a través de esta pseudo reinvención orgánica, Miguel ofrece en ‘Wildheart’ varias de las mejores canciones de su carrera como la deliciosa ‘NWA‘ («niggas with attitude»), en la que conjuga amables lametazos guitarreros, melodías vocales muy Michael Jackson y esqueléticas percusiones en evocación del mejor D’Angelo, o la fantástica ‘waves’, todo un chute de euforia y calor solar al servicio del Miguel más sabrosón. Otras destacadas, como ‘coffee’ o ‘what’s normal anyway’, ya las hemos mencionado, y si Miguel no da con canción mejor en ‘FLESH’ (que está muy bien), por lo menos sí ofrece un falsete tan sexy como la portada de ‘coffee’ o más. El disco, aparte de melodías, textura, dimensión e intimismo, está lleno de grandes momentos. R&B de nivel.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘coffee’, ‘waves’, ‘what’s normal anyway’, ‘NWA’
Te gustará si te gusta: Marvin Gaye, Prince, D’Angelo, Frank Ocean
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