Coincidiendo con su nominación al Mercury Prize, ‘In Colour‘ de Jamie xx ha vuelto a la zona baja del top 100 en Reino Unido. Parte como favorito y con toda seguridad tendrá una nueva vida si gana. Pero aunque al final pierda, los resultados de lo que se considera su debut pueden considerarse bastante buenos. Siempre que alguien no hubiera dado por hecho que ‘I Know There’s Gonna Be (Good Times)’ iba a petarlo a lo grande.
El disco era top 3 en su semana de salida en Reino Unido, además de alcanzar el top 21 en Estados Unidos (para ser británico no está mal). Según Mediatraffic, vendía 140.000 unidades durante el primer mes, que probablemente ya serán más de 200.000. El álbum aguantaba cuatro meses en el top 100 de Reino Unido, Bélgica u Holanda, lo cual teniendo en cuenta su género musical, con singles incluso instrumentales o casi, es todo un logro. Sobre todo porque ‘Coexist’ de The xx debió de vender medio millón de unidades en todo el mundo. Jamie xx no ha ganado fans respecto a su banda principal, pero realizando un disco más experimental, y teniendo en cuenta lo que ha cambiado el mercado en tres años, ha aguantado bastante bien.
Su streaming además es bastante potente, con dos canciones superando los 20 millones de reproducciones en Spotify, ‘Loud Places’ con Romy a las voces, y «Good Times» sin ella. Jamie xx podría haberlo petado más, pero difícilmente puede considerarse el disco un fracaso, sobre todo porque la nominación al Mercury le ha dado nueva vida, y se entrega, estratégicamente, una semana antes del Black Friday y un mes antes de Navidad…
Las cifras de Brandon Flowers no son mucho más bajas que las de Jamie xx. ‘The Desired Effect‘ vendió 100.000 unidades en todo el mundo en sus dos primeras semanas y después desapareció del top 40 de Mediatraffic. El álbum llegó a ser top 1 en Reino Unido, pero sólo top 17 en su propio país, Estados Unidos. Y luego no hubo regresos a listas significativos ni sorpresas. Más bien Brandon Flowers parece haber abandonado el proyecto más allá de una gira veraniega por salas de Estados Unidos.
Después de haber mimado la producción del álbum junto a Ariel Rechtshaid, Brandon no ha sabido idear manera de relanzar este notable disco que contenía singles tan llamativos como ‘Can’t Deny My Love’, ‘Lonely Town’ o ‘I Can Change’ (con el sample de Bronski Beat). Ninguno de ellos supera siquiera los 10 millones de reproducciones en Spotify: su streaming es mucho más bajo que el de Jamie xx a pesar de ser Brandon mucho más famoso.
No en lo artístico, pero en lo comercial ‘The Desired Effect’ sí ha sido un considerable descalabro. ‘Flamingo’, el debut de Brandon Flowers, había sido disco de oro en UK (de hecho se quedó a las puertas del platino, confirmando las islas como su principal bastión) y el nuevo ha tenido que conformarse con el de plata. Si hablamos de la visibilidad y los millones de copias que han vendido The Killers, la decepción se eleva al cubo. Hasta ‘Battle Born’, su mayor fracaso, se acercaba al millón de copias global. Flowers ha dividido su público entre cinco aproximadamente.