Corría el año 2011 cuando Jamie Woon publicaba su primer disco después de varios EP’s. A pesar de que contaba con la producción, en al menos tres de sus temas, del incontestable Burial, el debut de Woon se veía de alguna manera ensombrecido por la salida al mercado dos meses antes del primer trabajo de James Blake. El debut homónimo de Blake era tomado como vara de medida para todos los sucedáneos que aparecían imitando el estilo y la manera de construir canciones del británico. En ese entorno, ‘Mirrorwriting’ se antojaba un poco comercial y convencional, demasiado pop, pero no por ello se libraba de ser una excelente carta de presentación para un músico con una sensibilidad especial y del que ansiábamos ver hacia dónde evolucionaba.
Pero Jamie Woon terminaba esa era desapareciendo del mapa: sólo una colaboración en ‘Settle’ de Disclosure nos dejaba constancia de que seguía vivo. Y justo cuando nos estábamos preguntando en qué McDonalds del Reino Unido habría terminado sirviendo hamburguesas, el artista nos sorprendía de nuevo con un primer single y el anuncio de un segundo trabajo que por fin ha salido a la venta.
Y qué primer single. ‘Sharpness’ puso un par de cosas sobre la mesa: la primera un cambio en su sonido, mucho más orgánico, y segundo, una madurez más evidente. Las influencias del artista dejaban de ser la electrónica británica y pasaba a ser el r&b y el soul norteamericanos. Aún recuerdo a Pharrell Williams y Justin Timberlake presentando la canción por primera vez y afirmando que esto era algo que podría haber cantado Marvin Gaye. Pero no solo Gaye, también Bill Withers o Al Green.
‘Making Time’ es el título de ese nuevo trabajo. Y es un título perfecto para describir los 10 temas que incluye. Desde el primer corte, ‘Message‘, que asienta el tono para el resto del álbum, hasta ‘Dedication’, que es un broche de oro, la única petición que nos hace el músico es que nos tomemos nuestro tiempo para disfrutarlo. Porque no es este un largo de sencillos. A pesar de la excelencia de ‘Sharpness’, se disfruta de principio a fin, sin tropiezos, sin parones, y con calma.
Hablaba el propio Jamie de la influencia de D’Angelo y su ‘Voodoo’ en su nuevo trabajo. Y ahí está. En la construcción de atmósferas, en ese sentimiento soul, en ese poso clásico que se respira en cada una de las canciones. Por supuesto que tiene sus puntadas de electrónica, pero son tan sutiles que prevalece la sensación de disco cocinado a fuego lento, estudiado durante años. Y así, después de tomarse su tiempo para encontrar su sonido, el resultado se siente vivo, con esos ramalazos jazz en temas como ‘Thunder’, ‘Lament’ o ‘Little Wonder’, construidos para ser consumidos tranquilamente, sin contaminaciones externas.
Los otros dos puntos destacables de ‘Making Time’ los reserva para ‘Celebration’, con la voz de Willy Mason, y la pista que cierra, una ‘Dedication’ de casi 7 minutos que es la guinda perfecta. Es en esta última donde el músico se permite experimentar un poco más con el uso de capas y sonidos, tan sutil como hipnótico con ese estribillo repetido hasta el infinito.
No podríamos haber esperado un mejor disco como regreso de Jamie Woon. Este ‘Making Time’ ha roto con nuestras expectativas para mejorarlas. Es una joya, no tan ambiciosa en contenido como lo han sido los últimos trabajos de D’Angelo y Kendrick Lamar, pero con un acabado que debería valerle al británico todos los halagos y reconocimientos del mundo.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Sharpness’, ‘Dedication’, ‘Celebration’
Te gustará si te gusta: Marvin Gaye, D’Angelo, Al Green, Bill Withers
Escúchalo: Spotify