La única protagonista en positivo posible de la semana (y quizá de las venideras) de nuestra columna «Hits & Flops» es Adele. Hubo un momento en que pensamos que nunca más un disco vendería 10 millones de copias a nivel global. Fue cuando Amy Winehouse sudó tinta para lograrlo con ‘Back to Black‘ después de dos años (¡dos años!) de boca oreja. Adele en principio parecía una discípula que quiso aprovecharse del tirón con ’19’, aquel debut que quedó ensombrecido por el éxito millonario de ‘Rockferry’ de Duffy, que terminó alzándose como uno de los mayores éxitos de 2008.
Siete años después y tras la millonada vendida por ’21’ (30 millones o casi en todo el mundo), Adele está consolidada como artífice de un éxito monstruoso, inimaginable hace unos años, que nos hace pensar si la industria se hundió por la piratería o porque nadie fue capaz de hallar artistas válidos para todos los públicos, como en otro estilo lo fueron Fleetwood Mac o Michael Jackson, desde el underground (Adele edita en XL en Europa) hasta la tercera edad pasando por los adolescentes. En resumen, el target de Adele va de los 5 a los 99 años: le puede gustar a tu hijo, le puede gustar a tu abuelo.
’25’ ha batido una lista interminable de récords. El más significativo es el logrado en Estados Unidos (Adele es británica), donde ha despachado 3,4 millones de unidades en sólo una semana, superando el récord de discos vendidos en una semana que tenían los locales NSYNC (2,4 millones). En Reino Unido es el disco que más rápido ha vendido 1 millón de unidades de la historia, tras lograrlo en diez días. Las cifras de la primera semana son estratosféricas en otros países: 306.000 unidades en Canadá, 263.000 unidades en Alemania, 170.000 en Francia, 126.000 en Australia, 46.000 en Italia y así un sinfín de números 1 más… hasta completar los casi 6 millones de copias vendidos en todo el mundo en sólo una semana según Mediatraffic. Como curiosidad, sólo se ha resistido el mercado nipón: ’25’ es allí top 7 y difícilmente llegará más alto si Adele no se pasa de promoción. Como España, Japón tira bastante para lo local.
Cuesta recordar el día que se decía que Adele no fidelizaba público, pero no es tan lejano. Sucedió cuando ‘Skyfall’ no fue top 1 en ninguno de los grandes mercados. Hoy la cantante ha pulverizado todas las previsiones. Primero se decía que no superaría siquiera el millón de unidades en Estados Unidos de lanzamientos de Britney o Taylor Swift, a quienes casi ha triplicado; después que no ganaría a NSYNC; después que este año no se llegaría a 10 millones a nivel global…
Lo único que queda por descubrir es adónde puede llegar esto. ¿Puede superar ‘25‘ el éxito de ’21’? ¿Cómo resistirá el disco en 2016? ¿Habrá, esta vez sí, vídeos a la altura que se vayan estrenando conforme se van liberando singles en las redes de streaming? Tras los especiales televisivos navideños ya grabados, ¿será su estrategia la discreción para no cansar, como hicieron en la etapa anterior? ¿Será capaz su sello de mantener el álbum hasta que lleguen los Grammy de 2017? ¿Quedará para entonces alguien que no tenga el disco?
Adele logra que parezca fácil lo difícil, y si para tantos artistas es todo un mérito llegar al medio millón de unidades o el millón de copias («¡¡es que la piratería!!», «¡¡es que el streaming!!»), ella vende eso en medio día. Incluso monstruos de la industria de hoy como Ed Sheeran o Taylor Swift se han visto superados de largo en tan sólo una semana.
‘1989’ y ‘x’ (por cierto, vaya títulos los tres) eran los discos más vendidos de 2015 en el mundo hasta ahora, tras despachar casi 4 millones durante todo 2015 (8,5 y 7 millones en total, pues ambos fueron editados en 2014). Adele ha multiplicado esa cifra por 1,5… ¡en tan sólo una semana!
Todo es un flop, hasta Taylor Swift y Ed Sheeran, comparado con Adele…