Sam Smith, que acaba de ganar un Oscar por ‘Writing’s On the Wall’, su canción para la última película de la saga James Bond, ha concedido una entrevista a Billboard en la que ha hablado sobre el desarrollo de su segundo álbum, que saldrá en algún momento de este año, probablemente a finales. Una de las cosas que ha dicho es que se está presionando a sí mismo a explorar nuevos territorios musicales.

Un territorio musical al que Smith seguramente no volverá ni aunque le paguen un millón de euros es el dance, pues ha dicho que odia ‘Money On My Mind’, su primer single, porque lo suyo es lo clásico. «Hay algunas canciones [en ‘In the Lonely Hour‘] que odio», ha dicho, «pero estoy muy orgulloso del núcleo del álbum, el que conforman canciones tipo ‘Stay with Me’ o ‘I’m Not the Only One’; en realidad, de todas las canciones que no son ‘Money On My Mind’, que son las que me siguen encantando a día de hoy».

‘Money On My Mind’ no es, por supuesto, el primer single dance de Smith. Su primera colaboración con Disclosure, ‘Latch’, le abrió las puertas del éxito, y el cantante regresó a los estudios del dúo británico para grabar ‘Omen’, uno de los fantásticos singles incluidos en el segundo álbum del grupo, ‘Caracal‘. ¿Ignora Smith lo bien que suena su voz a través de los ritmos house de Disclosure? Una pena de ser así, con lo que mola ‘Latch’. Smith, sé todo lo clasicote que quieras, ¡pero jamás abandones la pista!