En alguna entrevista, Fuel Fandango hablan de ‘Aurora‘ como una especie de nuevo comienzo, como esa primera luz del día a la que alude su título. Escuchándolo y puesto en balanza con sus dos predecesores, tiene todo el sentido del mundo. Sigue ahí el crossover de electrónica, rock, soul y folclore andaluz que les dio a conocer en 2009, y que les ha procurado no poco éxito en estos 7 años de andanzas. Y aunque es, sobre todo, una prolongación de los hallazgos de ‘Trece lunas’, es palpable que en este ‘Aurora’ algo ha cambiado. En discos precedentes, pese al indudable ingenio y talento desplegado por la cordobesa Nita y el ex Mojo Project Ale Acosta, había siempre algo que incomodaba, algo que sonaba bisoño y forzado, por momentos trasnochado (su uso del funk era muy a la manera de los 90).
Pero ahora, como por arte de magia (una magia que debe conjurarse con trabajo y esfuerzo) su propuesta suena madura, medida, rocosa, contemporánea y atractiva, distante casi siempre del aura post-Chambao que tenían en sus inicios. Es evidente que el dúo ha dado con los mecanismos que hacen funcionar sus canciones más allá del estilo, si bien el propio Ale confesaba que la mano como co-productor de Steve Dub (ingeniero y productor que ha trabajado con New Order, The Chemical Brothers, Clean Bandit, Tinie Tempah, Ocean Colour Scene o Primal Scream, por citar algunos) ha sido fundamental para dotar a las canciones del acabado y la pegada de la que carecían en sus anteriores lanzamientos. Y para comprobarlo no hay más que atender a los singles que precedieron el lanzamiento de este disco.
‘Salvaje‘, el primero, es sin duda el más rotundo. El riff de guitarra que lo guía es ya una baza ganadora, pero el desarrollo de la canción está a la altura, con todos los trucos básicos del EDM fantásticamente empleados y, sobre todo, una Nita excelsa (como en todo el álbum). Mención aparte merece su letra que, sin cagarla en el intento, alberga con loable calado poético la rabia ante la situación políticosocial y, a la vez, cierto halo de esperanza. Y ‘La Primavera‘, un corte de house ensoñador con un crescendo de manual pero eficacísimo, y el electrosoulrock de ‘Toda la vida‘ no le van nada la zaga.
Pero aquí viene la clave: ¿se acaban en sus singles las virtudes de ‘Aurora’? Ni mucho menos. Con un acabado sonoro de altura, digno de una gran producción internacional, Fuel Fandango despliegan Gran Pop ante el que solo cabe rendirse. Por tentador que sea adquirir ante ellos una pose de crítico estiradillo y tirar de prejuicios para ponerles a caer de un burro, números tan feroces como el flamenco-house ‘Burning’, una ‘Not True’ de arranque delicado que se va creciendo hacia un estribillo fantástico y clásico (no estáis locos: suena a Fleetwood Mac), el baladón soul con final drum ‘n bass de ‘Today’ o el funkazo de ‘El viento’ (situémonos: Haim meets Soleá Morente) son rematadamente convincentes y seductores, temas que apetece escuchar y bailar. Por si a estas alturas alguien se lo pregunta, los textos que acompañan las canciones no solo no sonrojan, un mal que antaño les acuciaba, sino que además han ganado mucho al equilibrar el uso del castellano y el inglés, con resultados bastante bonitos (como ese «You’ve always been the one, but I’m learning from the past» de ‘Toda la vida’ o ese casi lorquiano «En el mismo escalofrío volveremos a temblar (…), donde el todo y la nada se unen» de ‘El todo y la nada’).
No nos podemos olvidar de las dos colaboraciones estelares del álbum, con dos talentos que gustan de llevar el cante jondo a sus límites, si bien funcionan más como golpe de efecto que por su impacto real. Niño de Elche colabora en una jazzy y espacial ‘El todo y la nada’, que se aproxima claramente a los Moloko de ‘Statues’ con el contrapunto grave del quejío del cantaor. Y Estrella Morente hace lo propio en ‘Medina‘ con un sandunguero sample vocal que allana el terreno para una de sus impresionantes interpretaciones vocales, aunque la canción no acabe de ser todo lo pirotécnica que podría. Estos dos cortes apuntalan de modo simbólico un conjunto más que consistente y medido, en el que apenas se puede poner pegas a los vientos y coros de ‘Corazón’, por manidos y exagerados (una pena, con lo contenido que es todo el resto del disco). Estas canciones bien merecen vertebrar unos directos que, junto a antiguos temas como ‘Read My Lips’ o ‘New Life’, prometen convertirse (aún más) en verdaderas celebraciones vitales. Y nosotros deberíamos ya celebrar que Fuel Fandango hayan dado el gran salto que supone ‘Aurora’ para convertirse en un nuevo referente del pop internacional. Digo bien: no veo por qué no pueden codearse en un Glastonbury o un Coachella con propuestas de pop ecléctico y poderoso como las de Clean Bandit o Crystal Fighters, por poner dos ejemplos mejor mirados.
Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Salvaje’, ‘Burning’, ‘La primavera’, ‘Toda la vida’, ‘El viento’
Te gustará si te gusta: Clean Bandit, Soleá Morente, Crystal Fighters
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