El lanzamiento de la música pop más importante de la semana pasada fue el de Bruno Mars. El lanzamiento de la música pop más importante esta semana es el de The Weeknd. Ambos tienen en común presentar, entre otras cosas, una mímesis bastante descarada del sonido de Michael Jackson, tanto en cuanto a timbre como en cuanto a producción, en varias de sus canciones. Para redondear la jugada, sólo faltaría que mañana saliera un disco sorpresa de Justin Timberlake (que tampoco sería una sorpresa total tras el pelotazo comercial de ‘Can’t Stop the Feeling’) y así ya podríamos celebrar oficialmente la Semana de Homenaje / Apropiación del catálogo de Michael Jackson.
En los años inmediatamente anteriores a la muerte del Rey del Pop, no era tan habitual que sus hits fueran pinchados o que lloviesen las reivindicaciones de su discografía. Al margen de lo que lógicamente afectaron a su imagen los juicios por abuso de menores, en los 2000 únicamente publicaba un álbum, ‘Invincible’ (2001), que no presentaba con ninguna gira. Sí realizaba alguna brevísima actuación suelta durante nuestro siglo, pero su última gira propiamente dicha frente a millones de seguidores tenía lugar en 1997, doce años antes de su muerte. Los titulares que ocupó en los últimos tiempos eran más bien del tipo «Michael Jackson, pillado vestido de mujer árabe en un baño de Dubai». Pero algo cambió a su muerte. El público fue más consciente de su condición de juguete roto, de cómo le había podido afectar el hecho de no haber tenido infancia, y especialmente de lo importante que habían sido sus producciones para el mundo del pop. Siete años después, las listas de éxito parecen una competición por averiguar quién le copia más y mejor.
Da curiosidad pensar cómo habría podido sonar un nuevo disco de Michael Jackson en 2016. Baladas y números acaramelados siempre hubo en sus discos, así que no es tan difícil pensar que se hubiera sentido confortable en un single tan repipi como ‘Can’t Stop the Feeling’. De hecho fue Justin Timberlake el elegido para cantar en el single póstumo de Michael que mayor éxito ha alcanzado, ‘Love Never Felt So Good’, que de hecho hasta gustó más con Justin que sin Justin, a diferencia de lo que había pasado con el disco póstumo anterior, ‘Michael’, aquel que se dice que contó con las voces de imitadores. Seguro que Jackson no se habría atrevido a radicalizarse con un ‘Yeezus‘, pero no es difícil imaginarle trabajando con Daft Punk: ‘I Feel It Coming’, la canción que cierra el nuevo álbum de The Weeknd, viene a ser básicamente «Michael Jackson producido por Daft Punk».
The Weeknd nunca ha ocultado su admiración por Michael Jackson. Una de sus primeras mixtapes se abría adaptando ‘Dirty Diana’ y, cuando decidió dejar de renovar el R&B para hacerse comercial, Abel Tesfaye se hacía de oro con un tema llamado ‘Can’t Feel My Face’, básicamente el llenapistas que habríamos querido para Michael en nuestra década. Las declaraciones de The Weeknd sobre Michael Jackson son claras: «Michael era la estrella. Inventó ser una estrella. Nunca habrá otro Michael. Quiero dejar claro que no estoy intentando ser el nuevo Michael. Lo es todo para mí, así que es lo que oís en mi música. ‘Off the Wall’ fue el disco que me llevó a cantar».
Exactamente lo mismo dice Bruno Mars cuando le preguntan si es el nuevo Michael Jackson. «No es cierto, es un honor, pero solo hay un Michael Jackson. Soy el primero que lo dice. Nadie puede ocupar su lugar. Es obvio que ha sido una gran influencia para mí y es una de las razones por las que estoy aquí». Y que lo diga. Si su último single ‘Versace on the Floor’ parece una de las melosas baladas de Michael, ‘Finesse’ imita descaradamente el sonido new jack swing que el Rey del Pop adaptó en ‘Dangerous’ y, como decía mi compañero JB en la crítica de ’24K Magic’, «‘Straight Up & Down’ es tan Michael Jackson circa 1982 que pide a gritos un verso de Paul McCartney».
Todo esto es muy bonito y solo medio saludable (a veces la mímesis sobre todo en voz suena algo enfermiza), pero se va echando de menos entre Brunos, Abeles y Justinos que alguno dé un paso adelante y ofrezca algo realmente innovador que no se quede en la mera copia, como sobre todo a finales de los 70 y a principios de los 80 lograba Michael Jackson tanto dentro como fuera del escenario. Hemos escuchado buenos discos de todos, de ‘Trilogy’ a ‘Futuresex/Love Sounds’ pasando por ‘Unorthodox Jukebox’, pero ninguno de ellos ha sido la mitad de revolucionario de lo que fue ‘Off the Wall’, ni tampoco en cuanto a escenografía y videoclips alguno de los tres ha terminado de dar ese salto.
Mientras en el pop femenino, parece fuera de toda cuestión que Beyoncé sí ha dado ese paso más allá con sus dos últimos discos (‘Lemonade’ es el 2º mejor disco del año para el site de críticas Metacritic, sus vídeos y giras también cuentan con críticas excelentes), en el pop masculino no hay quien termine de despuntar por encima de los demás. En el enlazado vídeo de entrevista con la televisión polaca, Bruno Mars se muestra modesto cuando le preguntan si es el nuevo Michael Jackson, pero lo primero que hace cuando oye la pregunta es reírse, dando la imagen de que, aunque tiene que decir lo que tiene que decir porque otra respuesta no es posible, en su fuero interno sí se sabe el nuevo Michael Jackson. Desde luego, la rapidez con que llena estadios de 20.000 personas (Justin Timberlake y The Weeknd han de atreverse aún con una macrogira realmente mundial) puede ser un paso, pero en cuanto a discos de estudio, menos risas, Bruno, y más dedicación.
Bruno Mars : "I'm Not The New Michael Jackson" from bmars-news on Vimeo.