Dos vídeos, dos, ha lanzado Nicki Minaj esta semana, quizá superando ya los 100 clips. Si no, seguro que lo hará en breve. El primero de ellos, que hasta hace unas horas era una exclusiva de Tidal, es el de uno de esos tres singles que lanzó hace unas semanas. Se trata, sucediendo a ‘No Frauds’, del de ‘Regret In Your Tears’, esa canción tan Rihanna que parece haber dirigido a su ex-novio, el rapero Meek Mill.
Su letra dice cosas como “arrepiéntete en lágrimas, ahora que las pruebas / porque ya sabes que yo no persigo [a los hombres], los sustituyo”. Y su vídeo insiste en este asunto de las lágrimas, mostrando habitaciones anegadas por el llanto de un chulazo (que se supone haría las veces de Mill). La cosa se va un poco de madre cuando las supuestas lágrimas ahogan incluso una vieja furgoneta. Las metáforas detrás de su estrujar de pechos envueltos en sogas y el retozar con efebos blancuchos y el pelo teñido de rojo ya se nos escapan.
El otro vídeo que ha presentado Nicki estos días es el de ese single que ha protagonizado, junto a Lil Wayne, para David Guetta. En el clip de ‘Light My Body Up’ ya encontramos a la Minaj a la que estamos acostumbrados: outfits rocambolescos que incluyen lujosas máscaras que evocan el BDSM y mansiones llenas de dorado en las que, esta vez, se adentra un Guetta persiguiendo a una mujer. Pedimos prestar atención a la capacidad interpretativa del DJ francés, cuyos caretos son un poema en todo el vídeo. Se ve que es de un solo registro: el de jalear a las masas con la única ayuda de un pen-drive.