Miley Cyrus ya no es Hannah Montana… pero tampoco la chica con la lengua fuera que perreaba con Robin Thicke, hablaba sin tapujos sobre las drogas en las entrevistas, se rodeaba de raperos y lujo en los videoclips, posaba semi desnuda o lamiendo penes de goma para Terry Richardson o hacía un disco de rock psicodélico con The Flaming Lips hasta arriba de marihuana.
O puede que sí lo sea… pero esté bien escondida. La nueva imagen de Cyrus no podría distar más de aquella: casi parece que vuelva a ser Hannah Montana otra vez. Y su música transmite lo mismo. ‘Malibu’ era un número bailable y ligerito, de digna melodía aunque completamente inofensivo, sobre encontrar la paz en el hogar y cuyo videoclip rodado en una playa parecía igualar «blanco» con «bondad» como si la Cyrus de antaño nunca hubiera existido.
Hoy Cyrus estrena un nuevo tema y es todavía más inofensivo que aquel. ‘Inspired’ es una balada country tradicional sobre la belleza de las pequeñas cosas… que de nuevo presenta una buena melodía e interpretación por parte de Miley, pero que es poco destacable en general, por no decir completamente insípida. Además incluye un violín irlandés, ese instrumento que preferiríamos no volver a oír hasta que se pase la fiebre ‘Galway Girl’.
Claramente Cyrus se ha cansado de arriesgarse y ha optado por acomodarse en un sonido pulcro que por supuesto la reconciliará con el público que la abandonó en ‘Bangerz’. Pero su música se está resintiendo por ello. Hay un punto medio entre buscar la aprobación popular y sonar a pan mojado y Cyrus se ha pasado tanto con el suavizante que su nueva música apesta a Mimosín. ¿Para esto no teníamos ya a Jason Mraz?