Machine Gun Kelly / bloom

-

- Publicidad -

Machine Gun Kelly / bloom

mgk-bloomColson Baker lo tiene todo para ser la nueva estrella del pop norteamericano: ha nacido en los 90, está tatuado hasta el tuétano, es guapo y ha sido capaz de empatizar con la cultura negra, pero es blanco (lo cual tristemente implica una mayor tolerancia de parte de la sociedad). Y ‘bloom’, su tercer disco oficial de estudio (aunque ha publicado como el doble de mixtapes), es el álbum que le ha hecho explotar definitivamente. En una línea que recuerda al rap pop comercial de DJ Khaled, Machine Gun Kelly equilibra (o lo intenta, al menos) su faceta como MC puro (y además muy rápido) y la radio-friendly. La primera es, claramente, la que domina y en la que resulta más creíble y personal: al margen de ‘Trap Paris’, su atractivo single con Ty Dolla $ign y Quavo (con base de Sonny Digital –Drake, 2 Chainz–), brillan ‘Moonwalkers’, ‘Golden God’ y ‘Can’t Walk’, en las que se pone en manos de productores poco conocidos pero muy interesantes como DubXX y JP Did This 1 o generalmente en la sombra como H*Money (Ariana Grande, Fifth Harmony o Jennifer Lopez).

En cuanto al lado más pop de ‘bloom’, MGK logra notables aciertos en los que, desde su perspectiva personal, emula al Eminem que arrasaba las listas de éxitos con Rihanna o Dido. Tal es el caso de una ‘Bad Things’ en la que sabiamente deja brillar a Camila Cabello con una fantástica melodía, ‘At My Best’, otro dueto con voz femenina (en este caso la de Hailee Steinfeld) también presto para el éxito, y una ‘Go For Broke’ junto a James Arthur que transita caminos de rap-rock alternativo a lo TwentyOne Pilots. Todo ello, obviando que sus letras son bastante inanes –retratando relaciones chungas cuando no caen en una glorificación del consumo algo infantil–, sería suficiente para certificar que su éxito es comprensible y ajustado a unos logros.

- Publicidad -

Sin embargo, el pretendido equilibrio entre ambas vertientes queda dilapidado en una recta final en la que a Baker y su equipo se le ha ido la mano con el azúcar, pero a lo grande. Ya es entendible que en un disco que pretende triunfar comercialmente, incluya un par de baladitas. Pero, ¿tenían que ir todas juntas al final del disco para echar por tierra lo conseguido en la media hora anterior? Y peor aún, ¿tenían que ser tan melifluas como ‘Rehab’, ‘Let You Go’ y ’27’, todas ellas dignas de Nickelback? Un WTF final que, la verdad, no sabemos bien cómo encajar. En todo caso, auguramos que se tratan concesiones de cara a la galería (o en búsqueda de algún Grammy AOR) que poco reflejo tendrán en los conciertos que ofrece esta semana en España (mañana, 4 de julio, en la sala Arena de Madrid; el miércoles, 5 de julio, en la Razzmatazz de Barcelona) y que posiblemente se centrará en su repertorio más rap.

Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Bad Things’, ‘Trap Paris’, ‘Moonwalkers’, ‘At My Best’, ‘Can’t Walk’
Te gustará si: te enganchaste al rap con Eminem y sus hits con divas pop, y has acabado escuchando trap.
Escúchalo: Spotify

Lo más visto

No te pierdas