Aunque parezca que el mundo está dominado por chicos guapos, bros que se emocionan con The Chainsmokers, figuras como Ariel Pink, Mac DeMarco o Conna Mockasin han contribuido enormemente a normalizar la estética más freak y a contracorriente, abrazada por una modernidad no necesariamente underground. Estos fieles de lo nerd tienen un nuevo icono en un joven de la ciudad de Warwick, Nueva York, llamado Gus Dapperton y que hoy presentamos de la mano de Jägermusic.
Con tan solo 20 años, Gus ya demuestra que tiene algo que muchos persiguen durante toda su carrera, a veces sin éxito: una personalidad incontestable. Más allá de su corte de pelo estilo “casco” y sus gafotas de pasta, basta escuchar alguna canción de su repertorio para percibir que su manera de entonar las melodías, con cadencia soul y un desgarro jamaicano –a lo King Krule–, ya le hace casi inconfundible. Además, ese sello vocal encaja a la perfección con un pop de querencia ochentera y espíritu reposado que le sitúa en una órbita similar a la de Homeshake, Sean Nicholas Savage, o los ya mencionados DeMarco y Pink, aunque personalmente veo también conexiones con Jens Lekman.
Sus canciones, además, poseen una singular mezcla de nostalgia y frescura, matizada por estribillos certeros. Tras presentar en 2016 temas como ‘Moodna, Once with Grace’ y ‘Ditch’, en los últimos meses ha sorprendido gratamente con ‘I’m Just Snacking’, predecesor de ‘Yellow and Such’, su EP de debut. El vídeo de su tema estrella, además, muestra el encanto que Gus desprende ante la cámara, tanto por sus looks (¡vuelve el Discman!) como por sus bailes. De hecho, no choca que el clip, de gran factura, cuente la historia de una chica que se queda enganchada por él.
Sorprende, por todo esto, que Dapperton siga autoeditando su material y no cuente ya con un buen sello independiente detrás que potencie su prometedor futuro. Suponemos que es solo cuestión de tiempo que se convierta en una estrella.