Anoche, y tras casi tres años anunciando su producción (a cargo de Boomerang –‘Mar de plástico’, ‘El secreto de Puenteviejo’, ‘Los misterios de Laura’–), filmación y presentación en sociedad, Antena 3 estrenó contra todo pronóstico ‘El incidente’, una serie que ya parecía condenada –tras descartarse su estreno en la tradicionalmente floja parrilla veraniega de los dos últimos años– a engrosar la lista de proyectos malditos que nunca verían la luz. Las razones de ambos extremos, su no-estreno inicial (quizá pudo estar detrás la descalificación pública de la serie a cargo de su protagonista, Marta Etura) y su repentina presentación en prime-time del arranque del curso televisivo, son incluso más misteriosas que el propio argumento de este thriller con elementos científicos y paranormales.
Máxime cuando, además, parece que será objeto de un curioso experimento de programación (a partir de la semana que viene, pasa a emitirse en La Sexta) y que, en su ostracismo, ha sido objeto de una redistribución el metraje: de 8 capítulos de 50 minutos (episodios cortos, esa utopía) ha pasado a contar con 5 episodios de los 70 (alargados hasta el paroxismo con publi) minutos. Y, para colmo, el planteamiento de la serie en su primer capítulo es bastante bueno, aunque con algún fallo hasta cierto punto justificable.
Situada en el ficticio Valle del Cer (en realidad, los exteriores pertenecen a preciosos parajes de la Sierra de Madrid), la acción comienza, en un estilo muy M. Night Shyamalan, mostrando la extraña aparición de innumerables animales muertos, domésticos y salvajes, en un tranquilo pueblecito de montaña. Una tranquila y campechana agente forestal (interpretada magníficamente por Pepa Aniorte), una suerte de Marge Gunderson madrileña, investiga el caso ante la presión del codicioso alcalde del pueblo (el reciente ganador de un Goya Manolo Solo) y la extrañeza de algunos de los habitantes del pueblo, que padecen consecuencias insólitas.
Un argumento bastante atractivo y bien tratado técnicamente –sus efectos visuales, comandados por el ganador de 9 Goyas Reyes Abades, no están mal, pero podían ser mejores– que, sin embargo, está a punto de irse al traste por un guión no muy compensado. Y es que el episodio inicial emitido anoche lograba enganchar de manera notable en sus últimos 30 minutos, sí, pero antes el espectador hubo de padecer de 40 más en los que la trama no conseguía despegar por un enfoque en mi opinión poco acertado.
Lejos de profundizar en el interesante planteamiento de la trama, largas y melodramáticas escenas daban total protagonismo en definir, con reiteración y poca sutileza, los perfiles de los habitantes del pueblo y sus circunstancias personales con gran detalle, olvidando en cambio ofrecer algún guiño, por ejemplo, sobre el misterioso papel que desempeña Bárbara Lennie. Algo que, para ser un primer episodio, resultaba muy poco dinámico –con esa repetición tan propia de la ficción patria, no vaya a ser que no hayamos entendido algo o que necesitemos hacer un pis– y apartaba el foco de lo que de verdad resultaba excitante. Así, nos encontramos con una excesiva carga melodramática (con alguna escena bastante sobreactuadita de Etura) y uno casi olvidaba de qué iba todo aquello. Sin embargo, como decíamos, la recta final del capítulo remontaba el vuelo de manera notable y lograba enganchar ante los diversos frentes que se abrían. Incluso, el avance del segundo episodio plantea algunas cuestiones que, de tan delirantes que parecen, no tenemos claro que puedan ser resueltas con soltura en solo 4 capítulos más. Como mínimo, apetece ver por dónde van los tiros.
Calificación: 6,8/10.
Destacamos: Pepa Aniorte está estupenda. A ver si le permiten tomar el protagonismo que merece. La música es de Julio de la Rosa.
Te gustará si: consigues superar la primera mitad del piloto sin cambiar de canal, o eres fan de M. Night Shyamalan.
Predictor: sabemos que está sentenciada, pero si han resuelto bien el nuevo montaje, podría ser un hito de la ficción española.