Resulta tranquilizador que sigan emergiendo jóvenes bandas de guitarras –como Anteros, Snail Mail o Wallows, por citar algunas de las últimas que hemos destacado en nuestro site– que logren arrojar excitación al pop rock. Incluso a pesar de que sus patrones musicales no disten mucho de los mismos que triunfan desde los años 70. Es el caso del quinteto australiano Rolling Blackouts Coastal Fever (a menudo se les cita como Rolling Blackouts, por razones evidentes), cuyas canciones se nutren de influencias tan variopintas como Velvet Underground, The Soft Boys, The Fall (en su vena más pop), The Feelies o el jangle pop de Aztec Camera, lo cual les hermana con bandas como Real Estate o los grupos de Captured Tracks.
Formados en Melbourne en 2013, hasta la fecha han publicado apenas dos EPs: ‘Talk Tight’ (2016), en el sello indie Ivy League, y, ya en el poderoso Sub Pop, ‘The French Press’ (2017), que logró grandes críticas y ha visto como su tema titular se convertía en un pequeño hit (la vibrante ‘Julie’s Place’ le va a la zaga). Pero su gran salto llegará dentro de muy poco con ‘Hope Downs’, el álbum debut que en breve, el 15 de junio, publicará el ya mítico sello norteamericano.
Y podría hacerlo si nos fiamos de los dos adelantos del disco presentados hasta el momento, la indie-rockera ‘Mainland’ –que confirma que sus juegos de guitarras son una de sus grandes bazas– y, sobre todo, la que hoy etiquetamos como nuestra Canción del día, ‘Talking Straight’. Y es que esta última tiene ese encanto especial que nos hizo comenzar a adorar en su día a grupos como The Drums, si bien su estilo vocal tiene como referentes más próximo a Lou Reed que a Morrissey, y su letra no parece, desde luego, un tontorrón himno playero que invita a surfear. Al contrario, su letra parece algo sombría, invitando a pensar que habla sobre la depresión. Cualquiera lo pensaría a priori, con esa melodía tan pegadiza y luminosa.