Hemos hablado de las candidatas favoritas a ganar en el Festival de Eurovisión 2018, de las propuestas más infravaloradas pero, ¿qué pasa con las canciones con menos posibilidades? Esas que a lo largo del tiempo no perduran y cuyas actuaciones en muchas ocasiones aprovechamos para ir al baño, hablar con amigos o simplemente tuitear que ya llevas dos chupitos porque te han liado para jugar al Bingo de Eurovisión y han aparecido dos divas de pelazo y ventilador de frente y te toca beber. Este año sorprende ver a países tan típicos como Rusia o Rumanía con tan pocos apoyos pero en esto de Eurovisión ya se sabe que un día puedes estar arriba y al siguiente en lo más bajo.
Europa del Este
Llama la atención que uno de los tópicos más repetidos por aquellos que detestan el Festival de Eurovisión es que los países del este siempre ganan porque se votan entre ellos. Las cifras demuestran lo contrario. En los últimos 12 años, solamente podríamos considerar a 3 países “del este” como ganadores (Rusia, Azerbaiyán y Ucrania) por lo que dicho tópico, como era de esperar, no tiene ni pies ni cabeza.
Otra prueba de peso se encuentra en la edición de este año, donde muy pocos países de esa zona geográfica se encuentran con posibilidades reales de llegar a la parte alta de la tabla. El caso más sorprendente es el de Rusia, eterna favorita y siempre en cabeza de los países soviéticos, que este año puede llegar a quedarse en semifinales. Rusia viene representada por Yulia Samóilova, una artista discapacitada que por razones políticas no participó en la edición anterior celebrada en Ucrania. Su tema ‘I Won’t Break’ ha pasado sin pena ni gloria, sus actuaciones dejan mucho que desear al oído y, atención, la puesta en escena consiste en ella sobre una montaña de papel maché (literal) ocultando su silla de ruedas.
Con este panorama, algunos prefieren mirar a otros países como Letonia, Armenia o Georgia. El país báltico lleva un tema llamado ‘Funny Girl’ interpretado por Laura Rizzotto, artista de origen brasileño que tiene todas las papeletas para ser la peor clasificada de las tres intérpretes bálticas del concurso. Por su parte, Armenia lleva lo que viene siendo una armeniada que hace 10 años habría sorprendido pero a estas alturas de la vida, no. ‘Qami’ de Sevak Khanagyan es la típica canción con elementos folk que la mitad del continente cree que ya ha participado dos o tres veces en el concurso. Por otro lado, Georgia presenta ‘For You’ de la mano del grupo Iriao de corte bastante similar, pero es la candidata más probable a ocupar el farolillo rojo en su semi: no destaca, no tiene a ningún país de cultura similar del que pueda recibir apoyos y actuaría después de los anuncios, algo bastante mortal para cualquier país en Eurovisión. Aun así, hay quien asegura que se salvará de la quema gracias al jurado.
Ni siquiera Rumanía se encuentra como las favoritas en Eurovisión 2018. The Humans cantarán ‘Goodbye’ en el escenario del Altice Arena de Lisboa, un tema pop rock que no destaca demasiado y que ni llenando el escenario de maniquíes (como lo leéis) se salvará de la maldición de actuar en segundo lugar. Muy distinta puede ser la suerte de sus vecinos de Moldavia con ‘My Lucky Day’ de DoReDos. Hablando mal y pronto, su representación es un cuadro mamarracho: la canción suena a verbena y la actuación promete recordar a los sketches de ‘Noche de Fiesta’, por lo que no ha dejado indiferente a nadie. No llegarán al tercer puesto de SunStroke Project el pasado año pero las apuestas ya les están aupando y en estos momentos se encuentran rozando el top 10. No podemos evitar preguntarnos qué suerte hubiera corrido la candidata ‘La esencia del sur’ de haber llegado a Lisboa.
La “vieja” Europa
Que el festival haya girado los últimos años hacia los países clásicos de Eurovisión no asegura nada. Países como Irlanda o Suiza no se encuentran entre los favoritos de esta edición y la semana de ensayos tampoco augura nada bueno para ellos. Lo cierto es que Alemania, con Michael Schulte y ‘You Let Me Walk Alone’ es el mejor posicionado de los países incluidos aquí (incluso Reino Unido o los Países Bajos parecen contar con menos apoyos), quizás por tratarse de una balada con clara intención lacrimógena cantada a piano y dedicada al padre del intérprete. Es probable que consiga una posición bastante decente pero no cambiará la historia del festival. Al menos este año Alemania no ha copiado descaradamente un hit pop como ha hecho los dos últimos años.
Igual suerte puede correr Irlanda, el país que más veces ha ganado Eurovisión en toda la Historia. Ryan O’Shaughnessy, actor y concursante de ‘Britain’s Got Talent’ y ‘The Voice’, representará a dicho país con ‘Together’, una balada (la tercera en cuatro años) sobre una ruptura cuya letra te dará ganas de cortarte las venas si te han dejado hace poco. Como dato a tener en cuenta, su videoclip muestra a una pareja gay de manera totalmente natural, algo no muy común a pesar del público que siempre ha seguido Eurovisión.
Polonia buscará lograr su quinta final consecutiva con ‘Light Me Up’, donde el dance y la electrónica se juntan en una canción que puede sonar tanto en un Bershka como en un bar de Chamberí. Interpretada por Gromee ft. Lukas Meijer y con un videoclip rodado en Barcelona, transmite mucho buen rollo pero por ahora Europa no está “living a celebration” (perdón por el chiste malo). ¿Ganará en directo una canción de este estilo de música?
Por su parte, Islandia parece haberse hartado de llevar propuestas interesantes como en 2016 y 2017 y esta vez apuesta por Ari Ólafsson y ‘Our Choice’, una canción que deja bastante claro las pocas ganas que tiene el país helado de intentarlo este año. Suiza, por último, nos presenta a Zibbz y ‘Stones’, un corte de pop rock que desgraciadamente no correrá mejor suerte que el resto de candidatas suizas de los últimos años.
La antigua Yugoslavia y el Mediterráneo
Algo similar a lo ocurrido con la Europa del Este se está produciendo en la zona de los Balcanes. Mientras que hace años era habitual ver propuestas interesantes en buenos puestos de la tabla final, en las últimas ediciones no más de dos países han logrado una clasificación y ni siquiera con resultados esperados (lo más “exitoso” podrían ser los puestos 10 y 13 de Serbia 2015 y Croacia 2017 respectivamente). Es precisamente Croacia el país que presenta el corte más interesante de la edición con ‘Crazy’ de Franka Batelic, una propuesta soul.
Eslovenia, Montenegro, Serbia y Albania son los países que completan la lista. El primero (actualmente último en las casas de apuestas por debajo de San Marino) está representado por Lea Sirk y ‘Hvala, ne!’, una canción de electropop que en su país mostró con una realización muy interesante. Mientras, Serbia actuará con la balada algo insulsa ‘Nova Deca’ de Sanja Illic y Balkanika. Montenegro (con ‘Inje’ de Vanja Radovanovic) y Albania (con ‘Mall’ de Eugent Bushpepa) presentarán sobre el escenario sendas “balcanadas” aunque la segunda con un toque mucho más comercial y llamativo.
Por último tenemos los casos de Malta y San Marino. La isla mediterránea llevará a Lisboa ‘Taboo’ de Christabelle, una mezcla de Demi Lovato y Ariana Grande pero no tan bien como suena. San Marino no estará representada por Valentina Monetta, la única habitante del microestado, sino por el dúo formado por Jessika y Jenifer Brening con ‘Who We Are’. La canción suena sospechosamente parecida a ‘Heroes’ de Mans Zelmerlow y contará con varios robots emitiendo mensajitos. Es todo tan surrealista que a lo mejor al final termina triunfando.