Como las mismísimas estrellas internacionales del pop (lo que cada vez es más, habida cuenta de su repercusión). Así ha revelado Rosalía los esperados detalles del lanzamiento de su nuevo disco, ‘El mal querer‘, con un anuncio en una enorme pantalla de Times Square, uno de los espacios de Nueva York más populares y visitados por los turistas.
Desde allí la propia artista catalana ha subido esta noche a Twitter un vídeo en el que se veía la imagen de su portada –una imagen de ella misma con los brazos en cruz y con una especie de túnica blanca, con toda la pinta de ser obra de Filip Custic, el artista que creó las cubiertas de ‘Malamente‘ y ‘Pienso en tu mirá‘.
En la imagen en rotación también se desvela la fecha de publicación del disco, que será el próximo 2 de noviembre. Como previniendo que pudiera parecer un montaje muy logrado, más tarde Rosalía subía otro vídeo en el que esta vez aparecía ella misma grabándose con el móvil, emocionada al poder revelar la noticia. Por si alguien se pregunta qué hace Rosalía en Nueva York, ya se lo contamos nosotros: está allí por la próxima gala de los Grammy Latinos 2018, donde ayer actuaba junto a Juanes en las actividades preliminares del evento.
“El Mal Querer” sale el 2 de noviembre 😱😱😱😱
Droppin my new album on nov 2nd ♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️♥️ pic.twitter.com/cUkMSw8V44— R O S A L Í A (@rosaliavt) September 13, 2018
— R O S A L Í A (@rosaliavt) September 13, 2018
Me siento agradecida de poder llevar la música q amo por el mundo🙏🏻🙏🏻🙏🏻 la verdad q emprender esto no es nada fácil pero un esfuerzo tan grande merece la pena… Ayer actuando en MIAMI con toda mi gente xa @LatinGRAMMYs estuve tan feliz!!! gracias ❤️❤️❤️
📸 @pyromahn pic.twitter.com/gj7kyuGkDt— R O S A L Í A (@rosaliavt) September 12, 2018
Actualización 14/9: Sony Music, sello que edita ‘El mal querer’, ha oficializado esta mañana la noticia del lanzamiento del nuevo disco de Rosalía el día 2 de noviembre, revelando en detalle su portada. Como decíamos, es obra de Filip Custic y en ella vemos a una Rosalía icónica, flotando sobre unas nubes desnuda y con los brazos en cruz, de los que pende una capa blanca, y toda ella enmarcada por una corona dorada. Una iconografía claramente religiosa, hasta el punto de parecer inspirada en las estampitas de santas.