‘Brooklyn Follies’ es el título de la última novela de Paul Auster, una obra que podría pasar bastante desapercibida pero que a mí me ha resultado chocante en dos aspectos:
1. ¿Paul Auster se repite o es fiel a su estilo? Para esta novela recupera la fórmula de gran parte de sus novelas al estilo «muñecas rusas»: una historia dentro de otra y dentro de otra y dentro de otra… Es innegable que mantiene su capacidad de envolvernos dentro de todas y cada una de esas historias, pero lo cierto es que la fórmula ya la tiene algo sobada. Además, continúa con el mismo esquema en sus personajes, con existencias increíblemente intensas que cambian de rumbo y empiezan desde cero cada dos por tres.
Los muy fans de Auster lo defenderán diciendo que es fiel a su estilo, pero un lector más objetivo quizás vea un agotamiento en el estilo. Lo que sí puedo decir intentando sacar esta novela del conjunto de la obra del autor, es que leerla ha sido un placer.
2. ¿Paul Auster se ha edulcorado? Ya sabemos que este autor es bastante proclive a los finales felices, pero en ‘Brooklyn Follies’ bate todos los récords solucionando la vida de los protagonistas hasta el punto de que recuerda un poco a los desenlaces de las telenovelas, en los que todo el mundo termina casado y con un hijo en camino. Este final lo podríamos calificar incluso de lacrimógeno.
¿Será la edad la que ha acentuado esta sensibilidad en Paul Auster? ¿O será que me he acostumbrado a los finales terribles de Michel Houellebecq? Quizá una mezcla de los dos. 6