Ingredientes para cuatro personas:

2 berenjenas
10 lonchas de queso
medio kilo de carne picada
6 cucharadas de tomate frito
queso rallado
bechamel
sal
aceite de oliva

Partid las berenjenas en rodajas finas y ponedlas en agua con sal durante 30 minutos para que así no amarguen (la verdad es que no sé en qué consiste este truco pero lo he visto ya en varias páginas de internet). Cuando haya pasado el tiempo, echad un chorro de aceite y freíd la berenjena; es algo rápido, vuelta y vuelta hasta que se pongan un poco doradas. ¡Mirad cómo chupan el aceite, vaya tela tíos! Un consejo muy importante que os voy a dar es que pongáis en marcha el extractor de la cocina que si no, se os llenará la casita de humos. Poned las rodajas sobre papel de cocina para que no queden tan grasientas. Ahora, freíd la carne picada y añadid el tomate frito, sal y un poco de queso rallado, y lo movéis todo bien. Colocad la rodajas de berenjena en una fuente para horno como si fuera una capa, encima echad el mejunje de la carne picada, sobre ésta, poned otra capa de berenjena y ya por arriba las lonchas de queso. Ahora, vais a hacer la bechamel. Ya sabéis: mantequilla, harina, leche y remover sin parar para que no salgan grumos. Intentad que no os quede muy líquida esta vez. Esparcidla por encima de la musaka y espolvorear también queso rallado. Ahora ya sólo queda meterla en el horno-grill a unos 200º durante 10 minutitos, y ¡a comer!