Ayer se inició la octava temporada de Gran Hermano en Telecinco. Lo cierto es que, según el periódico de ayer, España es el único país del mundo que ha llegado a la octava edición. ¿Por qué será? La cosa es que Telecinco parece no desmarcarse del tema reality, porque el miércoles estrenará ‘Desafío bajo cero’ (un ‘Mira quién baila’ sobre hielo, básicamente) y dentro de muy poco, una nueva edición de OT. ¡Nos estáis martilleando!

Después de ver la gala de presentación de anoche, nos preguntamos si es que en Gran Hermano sólo entra gente paleta y hortera. Y no nos referimos a los concursantes -que también- nos referimos un poco a las cabezas pensantes del programa. ¿A quién se le ocurrió plantar esa vaquilla ahí en medio? Fue deprimente, una verdadera horterada y una paletada.

Uno de los mejores momentos de la noche fue lo del sorteo, con miles de personas ahí pegándose por entrar en la casa. Qué bajeza. Por cierto, ¿no había salido un siete y no un uno? Porque luego pudimos ver el uno y la verdad es que era bastante diferente… En fin, tongazo como siempre y además en directo. ¿Dónde están los notarios cuando se les necesita? El pobre que tuviese el número 733 se debe estar dando de cabezazos contra la pared. Pero lo mejor, como siempre, los concursantes; así que los analizaremos uno a uno…

Miriam, la friki: es más pava que las chicas de Supermodelo 2006, así que la habrán puesto para hacer competencia. Tiene pinta de ir de buenrollera, por lo que nos tememos que va a dar cero de juego. Ayer demostró que podía llegar a ser especialmente cargante, de las típicas que terminas odiando.

Daniel, el metrosexual: le falta un hervor, definitivamente. Lo peor de todo es que la moda de metrosexual está pasadísima. Eso sí, tiene pinta de ser de los mejores concursantes, rollo pacificador – metebulla. Promete. Además, pese a ese tatuaje imposible en el pezón, tiene un cuerpo que no está del todo mal.

Gemma, el zorrupio: es la nueva Sonia Arenas, aunque muchísimo más guapa. Promete una barbaridad, porque tiene un poco pinta de zorrupio mojigato, aunque igual nos confundimos. Creemos que se va a liar con el metrosexual.

El Pulpi: ¿este no es El Gañán de La Hora Chanante traído a Gran Hermano?

Marusky, la pesada: Qué pesada con el tema de que los canarios son lo mejor del mundo. Le mola el cotilleo, así que promete largas sesiones de marujeo con El Pulpi, que dijo que le encantaban «los dires, diretes y chascarrillos». Por cierto, ¿a qué venía ese posado en el mar en plan a gatas por la orilla al mejor estilo de Ana Obregón? Lo que más nos gusta es que puede generar peleas de gatas por la propiedad del metrosexual con Gemma.

Kiran, el extranjero: es irlandés, así que viva la cerveza y viva Irlanda. El más tranquilo con la vaquilla, lo cual le benefició porque ni se inmutó ante su presencia. Es el típico irlandés de manual y vende aparatos para el alargamiento del pene (!). Además es francamente gracioso y habla cientos de idiomas, así que lo mismo termina insultando a la gente en holandés. Por si no lo habéis notado, es un poco uno de nuestros favoritos.

Laura, la madre coraje: pues la verdad es que también nos gusta un poco porque es como la Esteban pero con cabeza. Lo que pasa es que va como de madre coraje, y eso no mola, sobre todo si se empeña en ponerse a lloriquear frente a la cámara diciendo cuánto echa de menos a sus retoños, convirtiéndose en Maria José Galera II. Esperemos que no, porque como ya hemos dicho, también es una de nuestras favoritas, pese a lo regulero de su tatuaje en la espalda.

Daniel, el pluriempleado: Y luego tenéis la desfachatez de llamarnos pedantes a nosotros. Qué valor tenéis, qué valor.

Romina, la concursante tongo: porque en realidad, era un siete. Y el que diga que no, sabe que miente. Esto va a ser la revolución de las chonis, estamos deseando ver esos SMS de ánimo y esas declaraciones de amor impagables que llevan adheridas en plan “Romina ers la mjor. Jenni t kiero mogoyon” o “Animo Romina q Parla sta cntigo. Christian ers lo mjr q m a pasao nunk”.

Naiala, el cuerpo: ¿quién no quiere ser una chica «Uuuh baby» desde este mismo momento? Bastante insulsa. A nuestro juicio, han metido a un cuerpo en la casa y ya está.

Javier, el dandy: tiene un extraño parecido con Quentin Tarantino algunas veces. Como personaje le vemos poco interesante, pero ya iremos viendo cómo se comporta. Eso sí, tiene pinta que le gustan más unas faldas que a un tonto un lápiz, así que lo mismo por ahí nos echamos unas buenas risas.

Mahme, la individualista: Se ha confesado muy individualista e incluso un poco mandona. No sabe guardar secretos, así que seguro que por ese lado, da mucho juego junto con Marusky y El Pulpi, que se han declarado los cotillas oficiales de la casa.

Greta, la bruja: está fenomenal, la verdad, porque es a GH 8 lo que Mayte a Supermodelo 2006. Aunque hubiésemos preferido que entrase la madre al concurso, sinceramente. ¡Arriba esa Malú!

Kiko, el mafias: nos caían lágrimas como puños al ver su vídeo de presentación. Esos coches, esos trajes y esos barcos. Y lo de los dos relojes era muy grande. Siempre nos han fascinado los zapatos de piel de serpiente o cocodrilo y las gafas de sol en interiores. «Medito en mi barco» fue la gran frase de la noche.