Aconsejado por nuestros lectores, en un arrebato de consumo compulsivo me he comprado el disco de Rihanna y no está mal. El segundo single, ‘Shut up and drive’, por muchas ideas que haya cogido del ‘Blue Monday’ de New Order, a mí me suena a Shania Twain y no me va; pero sólo por el trío de ases que abre el disco, ‘Good girl gone bad’ merece la pena.
La chica, que con 19 años va por su tercer álbum, ya apuntaba maneras cuando llevó al número 1 en Estados Unidos un sample de Soft Cell en ‘SOS‘. Ahora ‘Umbrella’ tiene una plaza asegurada en las nominaciones a los Grammy y el respeto de las revistas indies. Aparte del pegajoso estribillo (cómo nos gusta un «eh-eh», «woah-woah», «yeah-yeah» bien puesto), es un acierto que el rap de Jay-Z vaya al principio y no al final, metiéndote en la canción desde el primer momento. Lo de la colección de paraguas a la que ha cedido su nombre, lo dejamos para otro día.
Cuando te cansas de ‘Umbrella’, que el día llega un poco antes de lo que esperas, te queda el consuelo, por ejemplo, de ‘Push up on me’, un tema muy ochentas inspirado en Lionel Richie, o de mi favorita ‘Don’t stop the music’, una pizca de electro-disco que viene a ser como el temazo que lleva Rosa López siete años esperando. Mientras el tercer single, la balada junto a Ne-Yo, busca la ternura del dueto de Nelly Furtado con Juanes y de hecho casi lo consigue, curiosamente, las producciones de Timbaland, o el tema co-escrito por Justin Timberlake (‘Rehab’) no están entre lo mejor del álbum, lo que nos hace pensar en lo catastrófico que puede ser lo nuevo de Madonna. ‘Sell me candy’ tiene su ritmillo exótico pero son los colorines de ‘Say it’ o ‘Breakin dishes’ los que alejan a Rihanna del R&B más conformista que finalmente por desgracia termina campando a sus anchas. Al final, la niña buena no se ha hecho tan mala…
Calificación: 5/10
Temas destacados: ‘Don’t stop the music’, ‘Umbrella’, ‘Push up on me’
Te gustará si te gustan: Nelly Furtado, Beyoncé, Justin Timberlake
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