Fue llegar y besar el santo. Con menos de diez minutos de retraso y un público completamente enloquecido que intentaba por todos los medios bajar de las gradas a la arena -infructuosamente, había tanta gente que terminaron cerrando los accesos-, irrumpieron The Killers al ritmo de ¿’Human’? Pues sí, sobre un escenario que recordaba poderosamente a las antiguas Cafeterías Manila de Madrid, cuajado de palmeritas y temas tropicales, los de Las Vegas arrancaron con su canción más popular ever para sorpresa de algunos y regocijo de la mayoría. Desde luego que no se podía empezar más fuerte, aunque este hecho dejó una ligera sensación de vacío durante el resto del concierto, ya que no parábamos de preguntarnos cuál sería el trallazo final, que nunca llegó.
A lo largo de la primera parte fueron desgranando todos sus hits (‘Somebody Told Me’, ‘Spaceman‘ y hasta ‘Mr Brightside’) mientras nos preguntábamos qué dejarían para el cierre. ¿Una versión de algo? Pues sí, a punto de terminar, tras una muy poco celebrada ‘Jenny Was A Friend Of Mine’, hicieron un divertido cover de ‘Buffalo Soldiers’ que tampoco pareció emocionar mucho a la abundancia de quinceañeras fans de Brandon Flowers. Y es que daba la impresión de que habían elegido el setlist para que estas neofans que aún no tenían ni la edad de estar despiertas a esas horas escucharan sus dos canciones preferidas y se fueran prontito a la cama.
Aun así, The Killers se entregaron totalmente a lo que estaban haciendo: entretener a su público. Por supuesto, Brandon Flowers fue el absoluto protagonista, relegando a los demás miembros un tanto sosones a adornar el escenario tropical. Él trotaba de un lado a otro del escenario, de vez en cuando tocaba un tecladito con forma de K o el bajo, se arrodillaba (muy mormón, todo), gesticulaba, hacía algún bailecito… En fin, nos dio lo que queríamos. Cabe destacar que este chico, fastuosas hombreras y pitillos pegados a la piel aparte, canta como los ángeles. En un mundo en el cual el lipsynch o directamente cantar mal son la norma, que de repente alguien saque todo ese chorro de voz sin desafinar y sin dejar de saltar, es de agradecer. Además es simpático: nada más terminar ‘Human’ se presentó a su entregado público y dijo: «Somos The Killers, para serviros», muy al estilo Marcial Ruiz Escribano. Y encima pronunció la palabra Madrid, con lo cual dio la impresión de saber dónde estaba a pesar de que la noche anterior estaba haciendo exactamente lo mismo en Barcelona. Esto parecerá una tontería, pero acostumbrados a divos que ni siquiera saludan al entrar y salir del escenario, este pequeño detalle siempre es must. Lo que a lo mejor sobró fue la bandera de España final ocupando toda la pantalla; aunque tuvo gracia que hicieran lo mismo con la bandera catalana en Barcelona.
En resumen, un concierto divertido, de los de no parar de bailar y sudar, efectivo y sin complicaciones. Ahora, miedo me da pensar en cómo será su actuación en el FIB… Yo me iría a coger sitio hoy mismo si quiero ver algo. 7.
Foto: Lalitaporfavor en Flickr.