Según un interesantísimo artículo de Público de lectura recomendada, algunos de los músicos e intérpretes más comerciales de nuestro país, empiezan a huir de sus casas discográficas como de la pólvora. Esto se debe a que los sellos, en vista de que en nuestro país las cifras de ventas de discos son bajísimas, están intentando introducirse poco a poco en el mercado de los conciertos y actuaciones en vivo, exigiendo a sus representados cambios en los contratos. Ya lo comentamos cuando estuvimos hablando del caso de La Excepción, que se marcharon de Warner porque les exigía un 5% de cada uno de sus conciertos.
Pero ahora no son sólo los de Pan Bendito los que se desligan de las cuatro majors (EMI, Warner, Sony BMG y Universal). Otros artistas bien conocidos en el mainstream español, como por ejemplo Hombres G, Quique González o Jarabe de Palo están abandonando o pensando en abandonar sus respectivos sellos, y comienzan a tirar por el camino de la autoedición o de la búsqueda de otras discográficas o modelos que no les exijan condiciones leoninas. Y es que ejemplos como los de Russian Red o Vetusta Morla, que se han colado en el mainstream español con mucho trabajo y el escaso apoyo que los sellos más modestos pueden ofrecerles, han demostrado que ya no hace falta una enorme multinacional para triunfar en el mundo de la música: hacen falta buenas ideas, buena música y una ingente legión de fieles.
Sin embargo, y como ya hemos dicho muchas veces, si hay unos pioneros en esto, esos son Radiohead, que allá por 2007 se liaron la manta a la cabeza y revolucionaron el mundo de la música siendo el primer grupo masivo que colgó su disco en Internet y decidió dejar que fuese el consumidor el que eligiese cuánto pagar por él, convirtiendo después la edición física de su disco en otro éxito de ventas, tal y como había sucedido con la mayoría de sus anteriores trabajos.
En el artículo, de la misma manera, se destaca a Steve Jobs como otro de los que ha sabido adaptarse a su tiempo frente a las discográficas, anquilosadas en el modelo del formato físico. La tienda online iTunes es líder absoluto en la industria, y ha pasado de vender canciones con DRM y políticas de uso muy restringidas a vender los catálogos de casi todas las majors sin ningún tipo de restricción.
Para adaptarse a los nuevos tiempos, y ante la negativa de la mayoría de los artistas de ceder parte de los ingresos de sus directos a la discográfica, los grandes sellos están o bien creando sus propias promotoras de conciertos o bien comprando otras con una cartera de grupos que ya gestionan. ¿Será ya demasiado tarde?