Vampire Weekend se ha convertido en uno de los grupos más mencionados de la corriente del indie-rock que se mezcla con el africanismo, tan de moda últimamente. Y lo cierto es que tras el más que notable primer LP de la banda estadounidense, el pasado 2008, todos hemos esperado con cierto temor el segundo álbum de la banda, que sale hoy mismo a la venta, aunque ya lleva un par de días colgado en su MySpace.
‘Contra’ es el título de un nuevo largo que, por suerte, no decepciona. Tiene algunos peros -o algunos contras, si es que se me permite semejante gracieta chusca-. El fundamental es que se las ha ido totalmente la urgencia y la inmediatez de su debut, que contenía rabiosas canciones como ‘A-Punk’ o ‘Walcott’. En detrimento de estas, encontramos canciones que enganchan, sí, pero que son mucho menos espontáneas. El trabajo del grupo parece haberse centrado en las letras, dejando que la primera escucha de ‘Contra’ resulte un tanto fría. Al final de los poco más de 35 minutos que dura el disco, uno se da cuenta de que carece de singles claros, de canciones que te hagan levantarte de la silla para bailar, como sucediera con anterioridad. Y eso que el disco se ha inspirado en la calidez de California.
Sin embargo, Vampire Weekend siguen manteniendo la perfección de unas melodías capaces de aunar baterías con violines, e incluso con unos interesantísimos coros que crecen en intensidad, como sucede en ‘California English’, por ejemplo. Asimismo, han concedido muchísima más importancia a la voz de su cantante, tal y como muestra ‘Taxi Cab’, donde Ezra Koenig desgrana una historia bien melodramática, parece que inspirada en Joe Strummer, cantante de The Clash.
Aun así, no es hasta la segunda mitad del disco cuando nos encontramos con ‘Cousins’, el primer single. Muchos concedíamos semejante honor a ‘Horchata’, una canción muy animalcollectiviana, pero los neoyorquinos han tenido buen ojo cambiando un poco las tornas y eligiendo un tema que -aunque no sea especialmente representativo- estamos seguros de que va a tener cierto éxito aun sin entender los anglosajones la letra. Eso sí, el vídeo les ha quedado de lo más aparente y molón, las cosas como son.
Y la verdad, es que es a partir de ahí donde empieza lo bueno. ‘Giving Up The Gun’ es la típica canción que tiene algo que se te pega de mala manera, especialmente en su melodía (¿serán esas campanillas de la estrofa? ¿Serán los elegantes arreglos que encajan perfectamente?). Y lo mismo pasa con ‘Diplomat’s Son’, aunque el truco de la novena pista del disco es que el sample de M.I.A. nos resulta adorable y familiar a la vez.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Cousins’, ‘Giving Up The Gun’, ‘Horchata’
Te gustará si te gusta: una mezcla entre Animal Collective y Franz Ferdinand.
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