Anoche Rufus Wainwright se presentó ante un llenísimo Circo Price para presentar su último disco, ‘All Days Are Nights: Songs For Lulu‘. Es difícil escribir una crónica de un autor como él sin caer en las muy manidas “magia”, “intimismo”, “sensibilidad” y “virtusismo”. Sin embargo, es innegable que Rufus se desnudó ayer completamente, en dos actos, separados por un descanso. Durante el primero, el artista rogaba al público se abstuviera de aplaudir hasta que él no hubiera abandonado el escenario. Durante el segundo, se podía aplaudir libremente.
Acto I. Rufus sale a escena en un vestido de noche negro, con cuello empedrado y plumas (como las de su deseado Brandon Flowers), y se dirige lentamente al piano, cual Gloria Swanson en ‘El crepúsculo de los Dioses’. Esta parte la dedicó a tocar la práctica totalidad de su último trabajo con apenas pausas y un silencio sepulcral por parte del público. Mientras tanto se proyectan unos visuales del artista Douglas Gordon, ojos que se abren y cierran todo el rato. Como para finalizar la performance teatral, la diva se levanta del piano y lentamente, sale del escenario. Aplausos.
Acto II. Mucho más distendido y relajado, sonriente y triunfante, Rufus sale a un escenario repleto de velas, de nuevo solo. Arrancó esta segunda parte con ‘Beauty Mark’ y enseguida se sintió arropado por el público. “Los parisinos son más guapos, pero el público español es el mejor”, se atrevió a decir. Siguieron ‘Grey Gardens’ y la increíble ‘The Art Teacher’, con la que muchos del público nos podíamos sentir identificados. Tras ‘Leaving for Paris’, contó que no era la primera vez que tocaba en un circo, que ya lo había hecho con Brian Wilson. Como siempre, Rufus regala chistes cargados de ironía y sarcasmo. De hecho, pidió a un periodista que cerrara su portátil durante su concierto, entre risas y de forma muy educada.
Cerró con ‘Cigarrettes and Chocolate Milk’, dejándose para el bis hits como ‘Poses’ y ‘Going to a Town’. No sonaron ‘The One You Love’ ni ‘Hallelujah’ aunque muchos las esperaban (la versión vale, pero, ¿qué te pasa con ‘The One You Love’, Rufus?). Finalmente agradeció a los fans su apoyo tras la muerte de su madre, Kate McGarrigle, y se despidió con una canción que ella misma escribió, ‘The Walking Song’, de la que dijo que reflejaba “uno de los pocos momentos felices que vivieron” sus padres. 8,5.
Foto: Heinekenpro