A nadie se le puede escapar que el sábado fue el plato fuerte del festival en Madrid, con Teenage Fanclub, John Grant, Edwyn Collins y Triángulo de Amor Bizarro tocando en distintos escenarios en un plazo de cuatro horas. Corre que corre y llenazo absoluto en el Círculo de Bellas Artes.
El pop inocente y afrancesado de Twin Sister convenció a los asistentes que llenaron la sala Charada, una de las más pequeñas del festival pero también con más encanto. La cantante, Andrea Estella, se pasó descalza todo el concierto y con saltitos y mohínes conquistó al público. Pero cuidado, el aire naíf de todos los miembros del grupo esconde un directo muy solvente que sabe trasladar la delicadeza de sus dos EP’s, ‘Vampires With Dreaming Kids’ y ‘Colour Your Life’, a un escenario. Con su tema estrella, ‘All Around and Away We Go’, cerraron un gran concierto. Encantadores. 8. Merridew
Tras Twin Sister le tocó el turno de nuevo a Wild Nothing, que había triunfado la noche anterior. Esta vez, sin embargo, no ocurrió lo mismo: las canciones seguían, pero el sonido no enganchaba (demasiada batería y bajo, muy poca guitarra) y Jack Tatum parecía no acertar con su forma de cantar. Quizá a los asistentes que no estuvieron en Rock Kitchen el viernes les convenció, pero a mí me pareció desconcertante. 5,5 Merridew
Una breve parada de avituallamiento antes de establecernos en el CBA nos impidió ver nada más que los últimos acordes de Agent Ribbons, lamentablemente. Sí pudimos ver a Smoke Fairies, dúo femenino que demostró un impecable talento vocal e instrumental, con unos juegos armónicos perfectamente combinados. Los habituales fallos de sonido (el fiddle del clon de Warren Ellis que las acompañaba fue inaudible en todo el set) las respetaron más que al resto de bandas. Sin embargo, hace falta algo más que ser académicas para cautivar al público. Su folk de raíces resultó plano y falto de vida, y nunca logró espabilar la modorra generalizada, salvo cuando remataron con la vibrante ‘Hotel Room’. Resultó, la verdad sea dicha, un alivio. 5 Raúl
Encomiable lo de Edwyn Collins. Tras dos hemorragias cerebrales, el que fuera líder de Orange Juice ha llevado a cabo una recuperación espectacular que le ha permitido continuar con su carrera, regresando triunfalmente a las tablas y publicando nuevos discos, el último de ellos hace solo unos meses. Apareció en una Rock Kitchen repleta de nuevos y viejos fans (que coreaban de principio a fin todas las canciones y aplaudían con rabia) apoyándose en un bastón con el que pudo llegar a la silla que tenía en el centro del escenario. Tenía dificultades para hablar y, por lo tanto, para cantar, pero mantenía intacto un profundo carisma. Arropado por una excelente banda, hizo un repaso de toda su carrera, empezando con su más reciente éxito, ‘Losing Sleep’ (de su homónimo último disco) y abordando sin complejos su etapa con Orange Juice, incluido su primer single, un ‘Falling and Laughing’ que supo a gloria. Nos quedamos con el buen sabor de boca que sólo dejan los clásicos. 7 Merridew
Obviamente, Teenage Fanclub eran el plato fuerte del festival. Tras veinte años de carrera y con la publicación de un disco tan notable como ‘Shadows‘, merecían este homenaje. Y los escoceses no pudieron hacer otra cosa que corresponder con un recital memorable, recorriendo toda su historia musical escogiendo sencillamente los momentos más queridos por su público. Guardando un pequeño espacio para su última obra (apenas cuatro temas), tocaron los cortes más conocidos de casi (‘Thirteen’ se quedó fuera) todos sus discos de estudio. Siempre echaremos de menos este o aquel, pero lo que cupo fue suficiente para enardecer y emocionar, quizá especialmente a los que nos hemos hecho medio hombres creciendo al lado de todas esas canciones. El feedback de grupo y público fue total, palpándose en la vibración -literalmente- del forjado bajo nuestros pies, y cada ovación era respondida con un tema más querido que el anterior, así hasta el final del set con ‘The Concept’. El esperado bis, el mítico ‘Everything Flows’, no fue sorprendente pero no por eso menos deseado. Un recuerdo imborrable. 10 Raúl
Papeleta la de Triángulo de Amor Bizarro, salir después de un show así. Pero lo advertimos, lo de la tarde anterior del grupo gallego en Charada era un aviso de lo que se nos podía venir encima. Fueron a por todas, sin medrar, con un volumen escandalosamente atronador y desgranaron todo lo mejor de su repertorio, desde ‘El himno de la bala’ a ‘De la monarquía a la criptocracia’, con un final épico que nos llevó, boquiabiertos, de ‘El Crimen’ a su ya conocida, inesperada, versión de ‘Lento’ de Julieta Venegas. Uno lleva muchos años yendo a conciertos de grupos indies nacionales y, acostumbrado a lo estirado del público indie medio, nunca, nunca, había visto a un público poguear como lo hizo ayer el que ocupaba las primeras filas de la Sala de Columnas. En los últimos años de este festival la gente se ha empalmado con grupos como HEALTH o A Place To Bury Strangers, y este año Triángulo de Amor Bizarro nos han demostrado que ellos también pueden y quieren hacerlo. No se trata de un cliché. Fue real. Son insultantemente buenos y son nuestros. 2010, Año Santo. 10 Raúl