Hace un par de semanas se celebró en los estudios Abbey Road de Londres, con motivo de su 80º aniversario, una nueva edición de las New Music Sessions, que tratan de consolidar a nuevos artistas que están dando los primeros pasos, normalmente con sólo un EP en el mercado o, como mucho, un disco recién salido. El año pasado había actuado Tinie Tempah, a la postre doble platino en Reino Unido y protagonista de uno de los conciertos más concurridos del FIB, y este año actuaban, entre otros, Emeli Sandé y Professor Green. Cada banda interpretaba sólo dos canciones.
Chiddy Bang, a priori uno de los grupos menos llamativos, sorprendieron con un directo excelente a través de la típica banda de soul en vivo, arropada por el clásico coro de chicas de color, completamente infalible en directo. Su canción sobre Ray Charles, con imágenes del artista proyectadas en las pantallas, fue un comienzo inmejorable. To Kill A King, a pesar de la gravedad de la voz de su líder, resultaron algo más planos, perjudicados por algún pequeño acople de sonido y por dar la impresión de querer beneficiarse de las vacaciones de los Killers y Mumford & Sons. Las de estos últimos se antojan además breves.
The Good Natured, que cuentan con un par de canciones poperas excelentes y de los que ya os hablamos con motivo de su paso por Razzmatazz, decepcionaron ligeramente, pues a pesar de las buenas melodías con que ya cuentan, como la potente ‘Skeleton’, su líder no se movió del micro y la banda se vio perjudicada por ser sólo un trío. Si se preocupan de ganar un poco más de cuerpo en vivo en lugar de por vestirse de colorines y lucir guapísimos (que lo son) podrían llegar lejos. Morning Parade ejercieron de simpática versión y aún muy joven de Coldplay, mientras su teclista, que me aventuraría a decir que consiguió hablar con las 400 personas que pasaron por los estudios este día, mostró ambiciones que les podrían llevar más lejos. En ‘Under The Stars‘ sí llegan a acercarse a Friendly Fires.
Finalmente, Emeli Sandé, a la que se podría acusar de una mímesis excesiva de la era ‘Blue Lines’ de Massive Attack, arrolló por completo con su interpretación apasionada de su hit ‘Heaven‘, número 2 en las islas y una de las canciones del año. Tanta fuerza mostró en directo y tan claro dejó que va a ser una estrella que su fenómeno lo analizaremos mejor en las próximas semanas, cuando conozcamos más datos sobre su debut largo, que se espera para el año que viene. Tras sus dos temas de rigor, apareció la última sensación británica, el pseudo-Eminem Professor Green. Verle moverse por el escenario tranquilamente mientras paseaba su suéter con la cara de un perro ladrando o haciendo air guitar era divertido, pero de nuevo Emeli se lo merendó en su canción conjunta, que recientemente ha sido número 1 en UK, ‘Read All About It’.
Terminada la programación oficial, una voz pidió a los asistentes que no abandonaran el edificio. Pobre del que lo hiciera. Aunque allí no lo sospechaba ni Perry, las cortinas de la sala principal se abrieron para recibir a la que se anunció como «la reina del pop, Kylie Minogue». Avalancha divertidísima de gritos y gente corriendo a hacer fotos y vídeos a las primeras filas.
Arropada por una orquesta de decenas de músicos y algunas coristas, Kylie confirmó los rumores de que el año que viene publicará, con motivo de su 25º aniversario, un disco recopilatorio con sus mejores éxitos revisitados en clave de orquesta. Como Emeli, reconoció que le imponía actuar en un lugar tan mítico como Abbey Road, e interpretó tres canciones que los hardcore fans ya habréis degustado en Youtube: ‘On A Night Like This’, ‘I Believe In You’ y ‘All The Lovers’. Si otras veces un proyecto de estas características da cierta pereza, en este caso, estos temas parecieron haber nacido para este formato, especialmente ‘I Believe In You’, que ya había sido deconstruido varias veces y comenzó en acústico, y ‘All The Lovers’, que hasta diría que suena mejor despojado de su producción de sobado electropop. A destacar la voz de Kylie en este formato: era ella quien hacía las mejores notas por encima incluso de sus vocalistas.