Madonna: discografía

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Madonna: discografía

Por casualidad, de manera paralela al lanzamiento de ‘MDNA‘, que contiene al menos dos de las mejores canciones de la carrera de Madonna (y eso es mucho decir, ¿verdad?), su vieja discográfica publica una caja barata pero sin demasiadas florituras con sus once discos de estudio. Aprovechamos la coyuntura para saldar una cuenta pendiente. Ahí va un repaso a todos los álbumes oficiales de la cantante que pensábamos que había malvivido en Nueva York durante años, hasta que llegó el libro de su hermano gay para desmentirlo.

Madonna (1983): Después de unos cuantos tumbos por la escena neoyorquina, Madonna consigue que un DJ de Danceteria pinche su canción ‘Everybody’ con la condición de que él tiene que ser quien la produzca. Juntos intentan sin éxito conseguir un contrato con Island Records, pero sí logran el beneplácito del presidente de Sire Records, Seymour Stein, quien casualmente escucha la maqueta en un hospital.

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El triunfo de este primer disco fue de los bonitos: progresivo. ‘Everybody’ sólo funcionaría en pequeños círculos dance, exactamente como la olvidada pero reivindicable ‘Physical Attraction’. La primera edición de ‘Holiday’ apenas llegó al top 40 a pesar de ser uno de sus 10 clásicos fundamentales y no fue hasta ‘Borderline’, medio tiempo tan preciosista como sublime en la versión que dos décadas después realizarían Flaming Lips, cuando Madonna conseguiría su primer top 10 en EE UU, seguido ya de ‘Lucky Star’ y la consiguiente retahíla de reediciones. La suma de todos ellos deja la mayor proporción de singles en un disco suyo: cinco de ocho, algunos de ellos compuestos en solitario por ella misma (aunque no los dos mejores), algo que apenas volvería a suceder a lo largo de su carrera, decantándose poco a poco por escribir y también por co-producir junto a gente de su confianza.

‘Madonna’ (‘The First Album’, para los europeos en su reedición posterior) está muy lejos de la sofisticación de obras algo anteriores o coetáneas como ‘Dare’ de Human League o ‘Thriller’. Sin embargo, hay en él un claro punto de frescura y casualidad que lo sigue haciendo irresistible. También lo hay de inquietud. Madonna no estaba nada conforme con la labor de Reggie Lucas de Warner en las labores de producción y al final tuvo que recurrir al que sería su novio durante dos años, Jellybean Benitez, para terminar el disco, incluyendo en el último segundo ‘Holiday’, que había sido rechazada por dos ex Supremes. Con la ayuda de este tema, ‘Madonna’ constituiría una ilustrativa presentación del concurso de zorras en que se convertiría el pop durante las décadas siguientes: sexo fácil, descaro, ganas de pasarlo bien y sonidos entre el post-disco y el synthpop. En los últimos tiempos se dice que Madonna se ha vendido para trabajar con artistas raperos y dance, pero incluso 20 años antes de tener dos hijos negros, el mundo creía, cuando la oía en la radio, que la negra era ella.

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Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Holiday’, ‘Borderline’, ‘Physical Attraction’
Te gustará si te gustan: los 80
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‘Like A Virgin’ (1984): Si hay algo que diferencia a Madonna de otras cantantes de éxito es el modo en el que hace de sus títulos grandes declaraciones de intenciones. No sólo canta sobre bailar y enamorarse, sino que sabe convertir cosas tan peregrinas como el orgullo capitalista (‘Material Girl’) o el deseo de que cada encuentro sexual sea el primero (‘Like A Virgin’) en afirmaciones rotundas e himnos pop. ‘Dress You Up’ hace un paralelismo ultra cool entre amor y moda, y la canción de la banda sonora de ‘Buscando a Susan desesperadamente’, ‘Into The Groove’, lo hace entre amor y música, resumiendo de nuevo en cinco minutos el sonido de los años 80.

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¿Y a qué suena todo esto? Tras los tomas y dacas de su debut, Madonna quiere producir este segundo disco. Por suerte, la compañía la contiene y le ofrece toda la pasta del mundo posible para trabajar con quien quiera. Su elegido es una de las grandes figuras de la música disco, Nile Rodgers de Chic, ya que en ese momento ‘Let’s Dance’ de David Bowie es uno de sus álbumes y singles de cabecera. Aun 25 años después, Rodgers sólo tiene buenas palabras para hablar de Madonna incluso interpretando una versión de ‘Love Don’t Live Here Anymore’, su primera balada. Sin embargo, concentrados en la correcta producción entre la new-wave y de nuevo el post-disco, se olvidan de redondear un buen álbum de verdad, incluyendo una serie de temas escritos por Madonna y su novio de la época Stephen Bray, que probablemente ni Guy Ritchie jamás llegó a escuchar (‘Shoo Bee Doo’ existió). De estos sólo pudo ser single la dulce pero no empalagosa ‘Angel’. A pesar de las irregularidades, el escándalo en los premios MTV, el vídeo a lo Marilyn Monroe, la internacionalización -ahora sí- de su éxito, los concursos de imitadoras y una gira con Beastie Boys como teloneros, hacen de 1985 un año clave en su carrera.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Material Girl’, ‘Like a Virgin’, ‘Into the Groove’ (sólo en la reedición), ‘Dress You Up’
Te gustará si te gusta: Cyndi Lauper, Blondie, Chic, Britney
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‘True Blue’ (1986): Madonna nunca fue una famosa adolescente y eso siempre se ha notado en el modo en que ha asumido, manejado o incluso esquivado su éxito. En su tercer disco ya es una mujer casada (con Sean Penn) de casi 30 años y podemos hablar por tanto de un álbum maduro por momentos. Como para demostrar que no sólo sabe cantar chuminadas, el disco se presenta con una balada, ‘Live to Tell’, a la que sucede una extraña canción que samplea a Beethoven y roza lo anti-abortista, ‘Papa Don’t Preach’, que Madonna se niega a donar para una campaña de estos menesteres.

Estas dos decisiones se acercan a lo rocambolesco en términos poperos, pero la jugada le sale redonda y ‘True Blue’ da la mejor sucesión de singles de su historia, con cinco canciones recordadas por todo el mundo y a menudo recuperadas en setlists de sus giras, bodas y karaokes: este y no otro será para siempre su disco de estudio más vendido, por encima de los 25 millones de copias. A los dos temas mencionados se suman el titular, una reivindicación excelente del amor como de los años 50; el perfecto ‘Open Your Heart’ -de vídeo pedófilo-; y ‘La Isla Bonita’, que melódicamente contenía uno de sus mejores estribillos, pero por alguna razón que incluso comprendemos, fue rechazado por Michael Jackson. No hay tanto que destacar en el resto de canciones co-producidas y co-escritas por Stephen Bray de nuevo y por el luego habitual Patrick Leonard, aunque ninguna es un ‘Spanish Lesson’ y ‘Where’s The Party?’ podría haber sido un sexto single sin problema, de no ser porque la banda sonora de aquel horror llamado ‘Who’s That Girl?’ acechaba.

Calificación: 9/10
Lo mejor: ‘Open Your Heart’, ‘True Blue’, ‘Papa Don’t Preach’
Te gustará si: veías A Tope y más tarde Rockopop
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‘Like A Prayer’ (1989): Madonna vuelve a sorprender con un primer single, factor que sería prácticamente una constante en su carrera, al menos hasta ‘MDNA’. Esta vez el elegido era un gospel de evidentes referencias religiosas que confirmaría el gafe de Pepsi con los reyes del pop (Michael Jackson sufrió quemaduras traumáticas durante su spot años antes, el de Madonna tendría que ser retirado tras el besar a un santo del videoclip). ‘Like a Prayer’ es uno de los discos mejor considerados de Madonna al tratarse de un álbum abiertamente autobiográfico en el que habla sobre la mujer (‘Express Yourself’), la muerte de su madre cuando sólo era una niña (‘Promise to Try’), la relación con su padre (impresionante ‘Oh, Father’) o el divorcio lleno de violencia de Sean Penn (‘Till Death Do Us Part’).

Sin embargo, es llamativo que sólo un año después se incluyan versiones renovadas tanto de ‘Like A Prayer’ como de ‘Express Yourself’ en el recopilatorio histórico ‘The Immaculate Collection’: signo inequívoco de que la producción, de nuevo a cargo de Patrick Leonard y Stephen Bray, junto a un bonus prescindible de Prince en ‘Love Song’, va a envejecer mal. El disco, a pesar de estar encabezado por dos primeros singles de los mejores de Madonna, carece de la cohesión de otras de sus obras. ‘Spanish Eyes’ no pasaría de ninguna manera el filtro de las redes sociales en el siglo XXI, ¿y qué tienen en común ‘Dear Jessie’ y ‘Keep It Together’?

Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Like a Prayer’, ‘Express Yourself’, ‘Oh, Father’
Te gustará si te: parece más auténtico un disco autobiográfico que otro que no lo es
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‘Erotica’ (1992): Si hay una gran ausencia en la caja editada por Warner esa es la de ‘Vogue’, un tema de 1990 incluido como bonus en la graciosa banda sonora de ‘Dick Tracy’, ‘I’m Breathless’, que no se considera disco de estudio. El productor de ‘Vogue’, Shep Pettibone, se encarga de la producción de este álbum, llevando a Madonna a un sonido más electrónico, sucio y propio de clubs que nunca. El lanzamiento paralelo del libro ‘Sex’ es sólo la punta del iceberg: las canciones no pueden saber más a antro maloliente, para horror del pueblo, que convierte ‘Erotica’ en el primer fracaso comercial de la cantante, sólo cinco millones de copias a pesar de ser editado en los 90 y encima en Navidades.

La homosexualidad (varios de sus amigos mueren de Sida) y las drogas son algunos de los temas que se tratan en el álbum, junto a la insolencia, los celos y alguna canción de amor casi escondida (la reivindicable ‘Rain’). Es la época en la que Madonna se pasea por la tele con un diente de oro y se muestra de lo más abofeteable en las entrevistas y documentales. ‘Bad Girl’ habla abiertamente sobre ser una perdida y en su vídeo termina muerta. Paradójicamente, entre tanta decadencia, la producción de algunas de sus canciones es elegante y aguanta el paso del tiempo con dignidad, convirtiéndose, no sabría decir en qué momento, en un disco de culto para todos sus fans. Para mí también lo sería si las canciones duraran dos minutos menos. ¿Nadie piensa hacer una versión con sólo «radio edits» de todas las pistas?

Calificación: 7,4/10
Lo mejor: ‘Erotica’, ‘Deeper and Deeper’, ‘Bad Girl’
Te gustará si: eres gay y te gusta salir
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‘Bedtime Stories’ (1994): Hace poco, cuando moría Whitney Houston, resurgía en internet la popularidad de un vídeo procedente de los 90 en el que Madonna reconocía que tenía pesadillas pensando que Whitney llegaba más alto que ella en el Billboard. El resultado de ese miedo es ‘Bedtime Stories’, un álbum en el que se rinde al R&B y al «new jack swing» de Babyface y Dallas Austin, sobre todo conocido por su trabajo con TLC. Estamos ante un álbum amable y de agradable escucha que nunca se llega a representar en directo, con algún «filler» medio mencionable tipo ‘Love Tried To Welcome Me’.

En él, de manera un tanto forzada, se incluyen una composición de Björk producida por Nellee Hooper, ‘Bedtime Story’; una defensa de ‘Erotica’ que habría sonado mejor en… ¡’Erotica’!, ‘Human Nature’; y un baladón tan cursi como efectivo, ‘Take A Bow’, que fue número 1 siete semanas en el Billboard, algo que no volverán a ver sus ojos. Se agradece que el punto perverso de clips y estética impidieran convertir esto en un álbum de Toni Braxton, pero hemos visto a Madonna (porque este disco es de Madonna, ¿verdad?) cerrando mejores conceptos, canciones más personales y baladas más emocionantes. Y para muestra la versión que muy poco después de este disco haría con Massive Attack de ‘I Want You’.

Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Secret’, ‘Take a Bow’, ‘Human Nature’
Te gustará si te gusta: Whitney Houston pero en un envoltorio más guarro
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‘Ray of Light’ (1998): En el camino hacia su obra maestra, Madonna abandona a medias las grabaciones emprendidas con diferentes autores y productores entre los que se encontraba de nuevo Babyface, en 1997. Después de ‘Evita’, de ganar un segundo Oscar por ‘You Must Love Me’ (el primero fue por ‘Sooner or Later’) y sobre todo de haber sido madre, parece decidida a hacer un disco adulto, pero que suene lo más diferente posible a ‘Take a Bow’.

Y lo consigue incluso introduciendo antes del single principal en el tracklist un capricho en sánscrito de inspiración india tan imposible como ‘Shanti / Ashtangi’. No es el mayor mérito de ‘Ray of Light’ pero sí uno de sus elementos fascinantes: cómo puede contener canciones discretas como ‘Swim’ o ‘Candy Perfume Girl’ y hacerlas parecer casi tan estupendas como sus hits: la trip-hopera ‘Frozen’, con los espectaculares arreglos orquestales de Craig Armstrong; la balada ‘The Power of Goodbye’, una de las mejores que ha cantado; o la guitarrera pero casi inclasificable ‘Ray of Light’.

En el premiado libreto del disco o en el vídeo de ‘Frozen’ vemos a Madonna envuelta en varios tipos de tejidos y jugando con ellos, pero lo grande es cómo consigue vestir estas canciones de espiritualidad y trascendencia sin aburrir a nadie. Confiada en esta nueva faceta de vocación adulta, Madonna abre ‘Ray of Light’ con una pseudo-balada en la que arremete contra la fama, ‘Drowned World / Substitute for Love’, pero ya no es una canción tan estándar como ‘You’ll See’, sino un medio tiempo electrónico que anticipa un disco en el que se encontrarán el trance, el techno, el drum & bass o incluso el punk en joyas como ‘Skin’, ‘Sky Fits Heaven’ o ‘Nothing Really Matters’, siempre bajo el prisma de un William Orbit que no volvería nunca a apuntar tan alto. A la espera del ‘Ray of light’ de «x» o «y», si es que llega, el disco maduro perfecto para una estrella del pop.

Calificación: 10/10
Lo mejor: ‘Drowned World / Substitute For Love’, ‘Frozen’, ‘Ray of Light’, ‘The Power of Goodbye’
Te gustará si te gusta: Björk, Massive Attack, Craig Armstrong, Portishead (lo siento, Geoff)
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‘Music’ (2000): Después del braguetazo de ‘Ray of Light’, Madonna nos convence de que es una artista muy sabia y nunca volverá a hacer nada fatal (idea que se desmoronará más adelante con la edición de cosas tan infames como ‘Hey You’) sumando otro gran disco: este momento es el más agradecido para ser fan suyo y por eso logra ganar para siempre a otra generación de fans, a diferencia de muchas de sus coetáneas. La cantante, que no realiza gira de presentación del disco anterior, toma algunas ideas -las justas- de William Orbit, con el que repite aquí en una serie de canciones correctas; pero definitivamente con quien da un paso adelante es con el francés Mirwais, descubierto a finales de los 90 tras haber enviado una maqueta a Warner.

Para que la Reina del Pop titulase una canción ‘Music’ tenía que estar muy segura de su contenido y ese está muy lejos ya de la reflexión post-parto de ‘Ray of Light’. Madonna quiere volver a pasárselo bien y aquí su mayor acierto lírico es que «la música une a los burgueses y a los rebeldes». ‘Music’, avanzada a su tiempo y de interesante escucha con unos buenos cascos aún a día de hoy, aglutina electro, hip-hop y boogie, entre otras muchas cosas. En todos los sentidos es una de las canciones-batidora más logradas de la historia, a pesar de su aparente simplicidad.

Las ocurrencias electrónicas de Mirwais impregnan también ‘Impressive Instant’, el mejor no single de su carrera (le costaría un gran disgusto con Warner, que prefería ‘Amazing’), e incluso momentos acústicos como la bella ‘I Deserve It’ o ‘Don’t Tell Me’, con su ya clásico arpeggio entrecortado que llevaría a muchos a pensar que se habían bajado mal el tema de internet. Para dar unidad a este disco salpicado ligeramente de folk, Madonna se planta un sombrero de cowboy en el vídeo de ‘Music’ y andando. Asunto arreglado y con nota.

Calificación: 9/10
Lo mejor: ‘Music’, ‘Impressive Instant’, ‘Paradise’, ‘I Deserve It’
Te gustará si te gusta: un ‘Ray of Light’ electrificado
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‘American Life’ (2003): ‘American Life’ es una patada en la boca a muchas cosas, sobre todo a aquellos que sostenían que Madonna era un títere en las manos de Warner, para llevar a cabo todo lo que al sello le venía bien para vender unos cuantos millones de discos. Este álbum es la peor pesadilla a que se puede enfrentar cualquier discográfica. Su primer single y tema titular carece de melodía y ataca los valores americanos desde dentro (ella misma se pone como ejemplo de las patéticas necesidades creadas por la sociedad durante los últimos tiempos) en un momento en el que a la sociedad no le apetece nada verse criticada, cegada por los valores patrióticos post 11-S. Su vídeo equiparando a Bush y a Sadam Hussein en el comienzo de la guerra de Irak indigna y ha de ser retirado, mientras incluso sus fans jalean en sus conciertos en Norteamérica «U-S-A-U-S-A», para su horror y el nuestro.

Tristemente, aunque valiente y absolutamente reivindicable como rareza y como momento fundamental de la carrera de Madonna (cuesta imaginar que cualquiera de sus imitadoras se metan en este tinglado), resulta mejor en sus intenciones que en sus resultados. ‘Hollywood’ tampoco es de sus mejores singles, a pesar de la conversión de Madonna en hombre al final del tema, como guinda de la ironía contenida en este álbum; ‘Die Another Day’ no es el mejor himno que hemos oído en ‘James Bond’; y el disco está plagado de una confusa mezcla de electrónica y guitarras que a veces funciona mejor (‘Love Profusion’) y otras peor (‘Intervention’ parece de los Red Hot). ‘Nobody Knows Me’ es la mejor de las canciones modernas, ‘Easy Ride’ la mejor de las intimistas y ‘Nothing Fails’, con un inesperado coro gospel al final, la mejor a secas, y una de las más emocionantes que ha hecho en su conjugación de amor y religión.

Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Nothing Fails’, ‘Nothing Fails’, ‘Nothing Fails’
Te gustará si te gusta: Madonna, para qué nos vamos a engañar
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‘Confessions on a Dance Floor’ (2005): Harta de polémicas y preocupada por su imagen pública de cara a sus hijos, como reconocería en las entrevistas promocionales, Madonna decide hacer un disco sin política para que todo el mundo lo pase bien. El concepto de ‘Confessions On A Dance Floor’ es un homenaje a toda la música que ha influido en Madonna, incluida ella misma: ‘Get Together’ al dance de los 90, ‘Sorry’ a Jackson 5, ‘Future Lovers’ a Giorgio Moroder, ‘I Love New York’ a Iggy Pop, ‘Forbidden Love’ a Visage, ‘Jump’ a Pet Shop Boys, ‘Let It Will Be’ a ‘Papa Don’t Preach’, etcétera. El sample de ‘Hung Up’, un tema ultra gay pero disfrutable por las masas (como Abba), da lugar a un «monster hit», y en él tiene mucho que ver Stuart Price, otro productor bastante adorado a finales de los 90 por MTV, con motivo de su disco como Les Rhythmes Digitales.

No siempre el trabajo conjunto en la producción entre Madonna y Stuart da resultados demasiado modernos o actuales. Las letras tampoco son las más inteligentes que ha publicado en su carrera. Sin embargo, el concepto de disco como sesión se convierte en un pelotazo absoluto en el que prácticamente ni te acuerdas de pasar de pista y cada público encuentra una favorita diferente a largo plazo: es uno de sus álbumes más completos.

Calificación: 9/10
Lo mejor: ‘Hung Up’, ‘Sorry’, ‘Get Together’
Te gustará si te gusta: bailar
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‘Hard Candy’ (2008): A pesar de los 8 millones vendidos de ‘Confessions’, Madonna no puede soportar que sus canciones no suenen en radio y los nuevos adolescentes de América comiencen a verla como nosotros a Sara Montiel de pequeños (incluso unos meses antes de la llegada de Lady Gaga). Para solucionar esto, no recurre a ninguna joven promesa, sino a Pharrell Williams de los Neptunes y a Timbaland.

La jugada comercial le sale bien sólo a medias (‘4 minutes’ arrasa pero no provoca grandes ventas del álbum), y la artística también. Se agradece el desconcierto generado por ‘4 Minutes’, con unas trompetillas irritantes que aún nos tienen aturdidos y una serie de pegajosos “tick-tocks”, “yeahs”, “give it ups”, “Madonnas” y “friqui-friquis”. Se agradece también el primer sencillo bakala de Madonna, ‘Give It 2 Me’. ‘Devil’ cuela a pesar de su aire ‘Cry Me A River’ y ‘Beat Goes On’ apunta a single (que nunca fue) con la colaboración de Kanye West, pero otras pistas como ‘Spanish Lesson’, ‘Incredible’ o ‘She’s Not Me’ se quedan en buenas ideas estropeadas con letras sonrojantes o desarrollos excesivos. Aun así, ‘Dance 2night’ es un «grower» y ‘Miles Away’, un necesario retorno a la canción de amor que además sirve de doble despedida para Warner y Guy Ritchie, del que se divorcia justo cuando tiene que salir como single.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ’4 Minutes’, ‘Give It 2 Me’, ‘Miles Away’
Te gustará si te gusta: Gwen Stefani, Rihanna, Timbaland
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